Llevo camino de los tres años en estas tierras maravillosas de Canarias desde que por instrucciones de mi Gobierno se decidió que desempeñara la honrosa tarea de representar y apoyar a mis compatriotas en este Archipiélago tan estrechamente unido con Venezuela y donde me he sentido desde mi llegada como si estuviera en mi patria.
Son muchas las tareas que forman parte de nuestras obligaciones cotidianas pero siempre, al frente de todas ellas, se encuentra el poner el acento en lo social, en poder resolver todas esas cosas que son importantes para los venezolanos que viven en las islas. Hablo de muchas gestiones que permiten a nuestros mayores poder percibir sus pensiones, documentos que se precisan para regular su situación en España, la obtención de pasaportes, el poder escuchar sus necesidades y demandas… Todas estas cuestiones son nuestra prioridad. Pero cada vez que se acerca un proceso electoral hay muchos que de manera interesada pretenden imponer su propia agenda. Hablo de activistas políticos que en estos tiempos aprovechan cualquier ocasión para hacer su campaña de descrédito porque entienden que en política vale todo. La llamada MUD, y en particular uno de sus integrantes (Primero Justicia), han desarrollado en los últimos tiempos una intensa campaña orientada a desacreditar mi persona, siendo el objetivo central de la misma el presentarme como alguien que impide y obstaculiza que los venezolanos que viven en Canarias puedan inscribirse en el Consejo Nacional Electoral. Su argumentación se basa en que dedicamos poco tiempo y poco personal a estas tareas. Son de los que creen que en este Consulado General tenemos recursos económicos ilimitados y que por lo tanto, si no ampliamos estos servicios es porque hay de nuestra parte una intención malsana y antidemocrática.
Conviene en este punto aclarar diversas cuestiones. La primera de ellas es que el Registro Electoral es Permanente, dicho de otra forma, que los venezolanos tienen la posibilidad de inscribirse o actualizar sus datos de forma continua. Es decir, que todo aquel que así lo ha querido en los últimos años se ha podido acercar hasta la sede consular y realizar dicho trámite con normalidad. ¿Entonces dónde está el problema? Es muy sencillo de entender: los partidos opositores han puesto en marcha su maquinaria de movilización para que todos sus potenciales votantes acudan a inscribirse en tromba. Y como los recursos humanos y técnicos que dispone el Consulado no están dimensionados para ello, piden que se haga lo necesario para atender esa demanda. Les da igual que para satisfacer sus intereses partidistas haya que desatender los servicios cotidianos que damos a nuestros connacionales. Y es que ahora ellos no tienen otros intereses que su lucha electoral. Pero claro, sería muy feo manifestarse en esos términos y lo que hacen es pedir ampliación de personal, como si aquí tuviéramos todos los recursos imaginables. Mientras tanto los funcionarios que laboran en esta sede consular tienen que padecer desplantes, groserías y malas maneras que no se corresponden con el trato correcto que dispensamos a los usuarios. No obstante en esta ofensiva política han desatado una campaña donde la idea fuerza es también vender que este cónsul dificulta la inscripción en el Registro Electoral a través de incluir nuevos requisitos. En este aspecto no nos cansaremos de repetir y destacar que los requisitos que siempre hemos pedido a los ciudadanos son los que ha establecido el Consejo Nacional Electoral que representa al Poder Electoral en nuestro país. Sí que es cierto que la oposición presentó un recurso ante el Tribunal Supremo de Justicia en contra de dichos requisitos, pero el propio alto tribunal rechazó el recurso y consideró legítimos y ajustados a derecho los requisitos. Vender la idea de que en el Consulado nos inventamos nuevas exigencias como manera de impedir la inscripción nos lleva a pensar en aquel proverbio de que “cada ladrón juzga por su condición”. Resulta lamentable que ni siquiera se hayan leído la sentencia del TSJ que avala los lineamientos del CNE.
Pero en esta campaña desmedida de los sectores de la oposición venezolana en Canarias han intentado buscar alianzas para intentar reforzar y avalar sus posiciones. Y uno de sus frutos fue una declaración del Cabildo de la Isla de La Palma, en donde ingenuamente apoyaron las tesis antes señaladas. Algo que resulta realmente lamentable e inimaginable por cuanto que “las sugerencias” y peticiones que se nos hacen suponen una injerencia en los asuntos de otro país. Un gesto que no se corresponde con el exquisito respeto que mantenemos con las decisiones soberanas de las instituciones y organismos españoles.
Los venezolanos tenemos una cita importante el próximo 7 de octubre. Se elegirá el Presidente de la República para un mandato de seis años y a nadie se le esconde la importancia de esta cita con las urnas. Por todo ello el Consejo Nacional Electoral ha desplegado en los últimos meses una intensa campaña para propiciar la inscripción o actualización de los datos electorales, alcanzándose unos niveles récord de inscripción. Este Consulado General ha colaborado en la misma dirección con jornadas extraordinarias de inscripción, junto a las jornadas habituales que se destinan al Registro electoral. Nuestro apoyo a estas tareas siempre ha sido importante pero hay una línea roja que no podemos cruzar, no podemos quitar recursos técnicos y humanos de nuestras tareas y responsabilidades con las gestiones de los usuarios, para dedicarlo al tema electoral, por mucho que lo pidan de manera interesada determinados partidos políticos de la oposición venezolana radicada en Canarias. A la espera de los datos oficiales se estima que el censo de personas que podrán votar en Canarias será de algo más de 3.500 personas, lo que supone en el padrón total de votantes en nuestro país el 0,018%. Es objetivo de este Consulado General el que el peso de estas cifras pueda aumentar en el futuro y para ello es vital que los venezolanos que residan en Canarias se inscriban progresiva y escalonadamente en el mencionado Registro Electoral Permanente. Desgraciadamente, cuando dejamos de hacerlo y queremos realizarlo a última hora, pueden aparecer las dificultades propias de las aglomeraciones y de un Consulado que no está preparado para tal avalancha de solicitudes. No dejemos para mañana lo que podamos hacer hoy. Con este principio tan simple evitaremos las dificultades que ahora se han presentado.
Sólo quisiera añadir finalmente que, como sucede en otras facetas de la vida, el tiempo se encarga de situar cada cosa en su lugar. Criticar es fácil cuando se actúa desde el oportunismo y la búsqueda del rédito político. Nosotros preferimos cumplir con la responsabilidad que tenemos con el conjunto de nuestros compatriotas. Estamos seguros de estar en el camino correcto y entendemos que la razón y el sentido común nos asisten. Desde la otra orilla del Atlántico seguiremos construyendo nuestra Patria en la distancia, al calor de los principios de igualdad y humanismo que desde el comienzo han regido el Espíritu de Bolívar. En un sentimiento de ida y vuelta permítanme decir: ¡Viva Venezuela! que es tanto como decir ¡Viva Canarias!.
Cónsul General de la República Bolivariana de Venezuela en las Islas Canarias
davidnievesb@hotmail.com