Guanipa, es un carajito que debe estar coleado en la alta. Hay algunos detalles que así lo indican. De manera pues que mucho tiene para ser advenedizo “encapillao”. Por eso a uno no le sorprende que estando con Capriles, con todos sus “detalles”, y para más vainas en plan de jefe, de golpe le dé por saltar la talanquera.
Esas cosas piensa uno, cuando por intentar hablar mal de Chávez, por resaltar rasgos muy ocultos de su candidato, tanto que no se les ven ni con lupa gigantesca, dijo a la prensa en tono gritón, pese su usurpado hábitat, el cual le obliga guardar fondo y forma, que “Chávez intenta manipular a la gente con un plan socialista que no tiene nada de socialista.” La redundancia es suya.
Esa expresión suena como un fingido elogio al socialismo. Pues si el proyecto y proceder de Chávez son “malucos y balurdos” y desfigurados, entonces se entiende que Guanipa, cree que el socialismo verdadero es una vaina muy buena.
Si a ver vamos, y uno se guía por los apellidos, un Guanipa debe estar más cerca del socialismo que del capitalismo neoliberal de Capriles y sobre todo de Radonsky. De Guanipa a Radonsky, hay más de un paso. A uno podría sugerirle una encomienda, encomendero y encomendado.
2.- Segunda forma:
Ha habido y hay gente que ve al mundo como si fuese un taller de herrería; un revolucionario sería entonces un herrero con martillo, yunque y soplete en mano. Si te falta por aquí, candela y martillazos pa` que cuadre; si te sobra por allá, porque se te pasó la mano, le repites la dosis, pero del otro lado. Así se hace la revolución y se construye el socialismo, en la idea de esa gente.
Alguien, en estos días, con toda la pompa, barbas, bigotes y un historial de guerrillero, habló contra el socialismo de Chávez y prácticamente a éste acusó de engañar al pueblo. Todo porque no le ve soplete, yunque y martillo en las manos. Para el huraño hombre, el socialismo de Chávez no tiene nada de tal. Habló de una sociedad ya madura a la que cree se llega rápido con candela y martillazos. No valoriza que en Venezuela ahora hayan distintas formas de producción; debe haber una sola. Por eso el proyecto socialista de Chávez para un fósil de la izquierda, es un engaño. No importa que el presidente admita que estamos en el inicio de un proceso de transición. Aquel criterio bigotudo envuelve un salto atrás. Se suma a la derecha.
3.- Todos los nudos llegan al peine
Justamente el ex guerrillero y Guanipa coinciden. Uno podría decir, como nos gustaba en los viejos tiempos, cuando aún estábamos en los dieciséis años, “los polos opuestos se atraen”. De golpe Guanipa se pasó para el socialismo de herrería, de la misma manera que antes, el candidato que aúpa, se “puso del lado” de las misiones, tanto que pidió una ley para ellas.
La simulada alabanza de Guanipa al socialismo, con el cual según él, como el antiguo guerrillero, Chávez manipula y miente, no es más porque los de “Hay un sólo camino”, no tienen nada que decirle al pueblo e intentan robarse las consignas, ideas, tal como harían con el erario público, si les ponen donde hay.
A los otros, por el peso enorme de la frustración de nunca poder imponer sus ajustes, ni hallar como acercarse a las multitudes, por el soplete, yunque y la mandarria, solamente les queda rezar y empujar porque el fracaso arrope a todos. Lo que también es un salto, aunque achacoso, de talanquera.
¡Dios les cría y ellos se juntan!
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