A propósito del remitido “EL ULTIMÁTUM OLIGARCA” que publicara el Diario Vea, del 11 de julio de los corrientes, con el cual coincido plenamente en toda su dimensión, me permito hacer uso de una serie de afirmaciones, que sin lugar a dudas, define la necesidad de asumir posturas en la cotidianidad del avanzar revolucionario, pero mas aún, de cara al 7 de octubre, cuando verdaderamente se librará una de las mas duras batallas entre los dos modelos, el agonizante y peligroso capitalismo y el naciente vigoroso socialismo bolivariano, esperanza de la izquierda y pueblos del mundo.
Desde el sector privado de la enfermedad en forma habitual, han desatado una campaña de descrédito en contra de todo lo que se ha emprendido en salud por parte del gobierno revolucionario. Intentaron poner en descrédito la capacidad de l@s camaradas médic@s cubanos, pasando por el colmo de pedir en agosto de 2003, esta oposición culpable e irresponsable, la expulsión de l@s colegas cubanos de nuestro país; aspiración que se vio pulverizada por la robusta reacción popular que devastó a l@s oligarcas médic@s, toda vez que el poder popular albergó a estos galen@s cubanos en sus casas, en lo hondo de las barriadas y pueblos del país. Acto de ejercicio del poder popular que sembró a Barrio Adentro entre nosotr@s. Parecido temporal han sobrellevado l@s médic@s Integrales Comunitarios (MIC), quienes han sido sometid@s al escarnio público, desprestigio y calumnia, a partir de una campaña inclemente y sin tregua, de los medios oligarcas de la derecha más reaccionaria. Tras bastidores y cerebros de estas campañas, el espectro tenebroso de un séquito de fracasados ex-ministros de salud adeco-copeyanos-chiriperos, la Federación Médica Venezolana golpista y Colegios Médicos. Aporte oligarca a la desestabilización del proceso revolucionario desde el sector salud, de formulación imperial y fascista.
“Los tiempos reclaman salir del claroscuro del que habla Gramchi, los monstruos emergen de sus cubiles … se acercan días propicios para el avance revolucionario”. Digo yo (y no redundo, enfatizo), los monstruos nunca se han escondido en estos 14 años. No lo necesitan. Campean libremente y trepidan con sus fechorías en el sector de la enfermedad privada, como en todas las esferas del país. Hacen lo que les da la gana. También creo, que todos los días tienen que ser propicios para hacer y avanzar en revolución. Quien dice, que lo que avancemos en esos tiempos propicios, no sea otra cosa que el rescate de lo perdido y tal vez menos de lo que habíamos avanzado.
“La MUD y la Asociación de Venezolana de Clínicas y Hospitales (Avch), con su instrumento de deformación, propusieron firmar un astuto acuerdo-ultimátum, el cual planteaba: la aplicación de un baremo (el cual ya incumplió la Avhc ) con instituciones del estado venezolano, amarrando aun mas la soluciones de salud-enfermedad al sector privado”. “De primera, el pacto parece inocente” y beneficioso. “Jugada inteligente…”. Ya firmado en retrospección, solo queda plagiar el mencionado remitido, “con la firma se logro la consecuente deslegitimación y desconocimiento de la capacidad RECTORA y CONTRALORA del Ministerio del Poder Popular para la Salud , la legitimidad del proceso se trasladó a los firmantes, serán ell@s, l@s oligarcas, quienes decidan si el pacto se cumple o no… De esta manera se orada el Estado, se desconocen sus instituciones”. Se retrocede en el socialismo.
Médico gastroenterólogo venezolano / Vocero de la CONAMEV
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