2012, en su mes clave, octubre, constituye una etapa fundamental para nuestro país porque dejamos atrás la transición y descubrimos al verdadero concepto de la democracia para avizorar un camino hacia la reconstrucción democrática ya que debemos obviar el pasado para asumir el reto del futuro y desbloquear los cuadros económicos y políticos que anarquizan al país, siendo uno de ellos el judicial. Pilar fundamental de la nueva Venezuela.
Hay que dejar las divisiones locales para avanzar hacia un nuevo país. Nuestro corazón e ideales deben estar presentes en cada acto por la patria. En este caso no debe haber deslealtades y anacronismos en la participación del poder. Un grupo engullido en su propio mundo, hay que desmenuzar la historia para darnos cuenta de quienes persiguen éstos intereses burocráticos, olvidándose que son unos servidores del Estado Bolivariano. Las encuestadoras están falseando una realidad que se percibe en la calle. Muchos gobernadores y alcaldes no hicieron el trabajo previsualizado para que su candidato presidencial avanzara en los cómputos finales, la matemáticas no perdona.
El país necesita un cambio hacia factibilidades que ocasionen un verdadero impacto geopolítico hacia la región latinoamericana y, es el momento de dialogar sobre el verdadero desarrollo del país ayudando a los colectivos que verdaderamente desean trabajar y a la empresa privada, adecentar los muelles y apurar la entrega de mercancía importada, incentivar la producción agrícola nacional. Todo, para ir hacia el verdadero Socialismo Democrático. Es la vía indicada para éste período de nuestra historia iconográfica, es necesario releerse los textos de economía de Ernesto De La Cerda, El Che, Rómulo Betancourt, Fidel Castro, Domingo Alberto Rangel y un texto que le publicaron a Carlos Andrés Pérez sobre democracia. Sean de derecha o izquierda, estos textos son fundamentales para dosificar las teorías sobre el Socialismo del Siglo XXI. Hay que jugarle limpio al país y acabar o minimizar al más alto nivel el mercado negro del dólar, divisa que todavía nos controla en las negociaciones bursátiles a nivel local e internacional., hay que abrir barreras para impulsar el nuevo sistema de negociaciones y limitar el dólar paralelo, cuya plusvalía va hacia verdaderos focos de poder que utilizan el campo político como una estrategia de demagogia y afluencia multidisciplinaria de negocios ocultos. Por esto, el liderazgo se debe imponer contra el fascismo y la burocratización disfrazada.
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