El colectivo Los Betas, provenientes del estado Miranda ha puesto la mirada en esta frase, que aunque no es nueva, ha relucido por la intervención de los compañeros de este colectivo en la movilización de hace dos sábado donde dijeron que “Chávez es el otro beta”. Una de las compañeras del colectivo aclaraba: “Mientras el beta suele ser un acontecimiento malo que está ocurriendo en el barrio, el otro beta es la contrapartida, se va a lo positivo, a la alternativa”.
Y esa reflexión, simple y cotidiana, revela la verdad más grande. Nosotros seguimos siendo la alternativa al poder y al sistema imperante. Ante el maremágnum de crisis y enfrentamientos mundiales por el poder hegemónico del mundo; Chávez, su pueblo y los otros pueblos y líderes que nos acompañan, seguimos siendo los rebeldes positivos de la partida. Seguimos encarnando el cambio de consciencia y el sistema del futuro. Mientras tanto algunos se empeñan en defender al viejo sistema que tiene más de un siglo y vaya que ha hecho daño a este mundo desde que llegó.
Recordemos que aún está naciendo algo y lo anterior no ha terminado de morir. De eso también se trata lo nuevo y lo viejo. Con la candidatura de Capriles, el poder hegemónico mundial pretende retomar la totalidad del poder en Venezuela (porque, ojo, ellos aún tienen buena parte del poder); y así detener el nacimiento de lo nuevo y dar respiro a lo que no termina de morir, lo anterior, lo que ellos controlan en el mundo, al viejo, anciano y vetusto sistema capitalista.
Capriles es esa pataleta de ahogado del sistema. De los dueños del beta en el barrio. Los que prenden la guerra y generan diferencias entre los equipos para hacerse con ellos como individuos y explotar sus recursos. Los que pretenden señalar a un país porque se niegan a estar bajo su poder. Los malotes. Los que le dicen al resto qué hacer y qué no hacer pero a punta de amenazas y juegos sucios.
Y Chávez, es el otro beta. Chávez es el sueño de darle de esperanza a nuestro planeta tierra. La posibilidad de un mundo a favor del ser humano. La contrapartida, la alternativa a los malotes del barrio. La movida pacífica. La cultura, la ecología, el deporte y la educación para el joven, sin distingos. Por eso reconocemos en Chávez a uno de los nuestros. Nuestro costilla, nuestro pana. Chávez es nuestro beta.
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