"Unidad, unidad, o la anarquía os devorará", permítanme arrancar estas reflexiones inspirándome en este mensaje eterno de nuestro Libertador. 200 años después debemos estar claros que la Unidad Nacional es algo que debemos construir día por día. Pensando en grande. Con el corazón abierto. Con la Patria Grande, prospera, poderosa y generosa socialmente como meta posible mas allá de la utopía que siempre nos nueve a los revolucionarios.
Nos toca a los jóvenes de la generación intermedia, particularmente aquellos que tenemos roles de responsabilidad de gobierno, aceptar este reto y asumir la bandera maravillosa, limpia, inatacable de la Unidad Nacional Venezolana.
La democracia permite espacios de confrontación de ideas, principios, estilos de gerencia pública o hasta de fanaticadas deportivas. Jamás perdamos de vista la esencia de nuestro gentilicio, enmarcado en la Constitución, que nos obliga persuasivamente a desarrollar un espíritu de integración como filosofía indispensable para que la anarquía no nos devore.
Muchas veces “lo urgente” posterga el tratamiento de “lo importante” y entiendo que por eso se habla poco de Unidad Nacional. Sugiero que lo conviertan en tema conversación familiar, en el trabajo, en la Universidad. Aplicando las 3R (revisar, rectificar los errores, reimpulsar los aciertos) encontraremos cauces perfectos de superación personal, grupal, y en definitiva del conjunto de la comunidad.
Una flecha sola, puede ser rota fácilmente, pero, muchas flechas son indestructibles. De esto se trata la unidad de los venezolanos.
Sólo los buenos sentimientos pueden unirnos. El interés material obsesivo, egoísta, personalista, jamás ha forjado uniones duraderas.
La Historia, en cualquier aspecto o región, nos demuestra que la unión nos hace tan fuertes como débiles la desunión. Por eso muchas veces buscan dividirnos de adentro y desde afuera.
Pero ya hemos aprendido que solo unidos tenemos futuro feliz.
Conceptos como los de unión, organización y lucha, son calificados sin demora como peligrosos por los opresores de los Pueblos, ya que su "puesta en práctica" es un factor indispensable para el desarrollo de una acción liberadora, recuperadora del orden institucional y democrático. La experiencia del 11-13 abril 2002 es un buen soporte de esta afirmación.
La Unidad Nacional Venezolana creciente depende solo de nosotros, los venezolanos. Hagámosla indestructible.
Un fuerte abrazo.
DANTE RIVAS
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