No hay que ser muy agudo. No hay que ser muy suspicaz. La cosa comenzó con el señor David de Lima denunciando, muy preocupado, la agenda oculta de la MUD. No fue nada discreto, ni mucho menos cauteloso. Se fue por la calle del medio a Venevisión y dijo: La MUD tiene una agenda oculta. Hermética.
El programa de gobierno de Capriles contempla privatizar PDVSA. Acabar con las Misiones Sociales. Privatizar la sanidad y la educación. No más empezar, el presentador, titubeante, le dijo que tenían muy poco tiempo. Lo ningunearon. Le recordaron que era un corrupto (ahora sí). Y se quedaron tranquilos.
Pasaron unos días. Ya creían haber amansado al demonio de la disidencia. Y mira que salta William Ojeda a denunciar lo mismo. Es verdad. Tienen una agenda oculta. Tienen trasnochos neoliberales. Y la oposición no lo acepta. Y ¡claro! enseguida saltaron los desmentidos. Es un “tonto útil” le dijeron. Ramón Guillermo Aveledo lloró un poquito. ¡Eso me dolió, dijo. Y ¡paff! , la gente de UNT, su partido, lo expulsó, sin derecho a réplica. Sin el debido proceso, diría José Vicente. O sea, se saltaron la Constitución.
Es que ellos son así, no pueden evitarlo. Siempre se la van a saltar, pensamos algunos. El caso es que no hay que ser muy agudo para explicar los motivos de esa súbita angustia de estos señores.por PDVSA y por las Misiones Sociales Uno sabe que en estas cosas, los de la cuarta siempre tienen un motivo oculto, como la agenda. Y uno piensa en que ese pueblo que va a votar el 7 de Octubre en una inmensa mayoría sabe de política. De la Política que vale. La que le enseñó a distinguir entre explotación y democracia. Entre limosna y derecho. Entre representación y participación. Entre expolio y patria. Entre ofrecer y cumplir.
Y que ese pueblo no votará por la agenda oculta de Capriles. Ni por la pública tampoco. Y esa inmensa mayoría volverá a votar en diciembre para elegir a sus gobernadores y alcaldes. Y que en las siguientes elecciones también sabrán qué hacer. Y esa cuenta la están sacando los adecos. Y los copeyanos. Y los de UNT. Y que por eso David de Lima y William Ojeda están preocupados. Y probablemente Ramos Allup también. Porque los de Tradición Familia y Propiedad, o sea, Primero Justicia, los madrugaron. Les quitaron sus tarjetas. Los están bajando de las tarimas.
Y de la representación ante la embajada. Sí, esa embajada. Y que esa mesa, de Unida no tiene nada. Y de Democrática tampoco. Y uno piensa que a De Lima y a Ojeda y a Ramos Allup no les importa la agenda oculta. Pero sí las elecciones. Y por eso lloran. Por eso reclaman. Por eso denuncian. A ver si salvan alguna gobernación. O alguna alcaldía. A ver si les queda algún chiringuito para sobrevivir, porque los de la embajada se están poniendo duros. A ver si, por lo menos salvan –creen ellos- del ahogado, el sombrero.
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