Venezuela durante siglos vivió bajo la bota insolente de la tiranía. Esto nos llevó a guerras que desarticularon a nuestra sociedad, nuestro aparato productivo y mantuvo a nuestros antecesores bajo la violencia, las penurias y la pobreza.
Esa tiranía mantuvo formas distintas en esos siglos, hasta llegar al siglo XX, cuando se vistió de democracia pero se mantuvo con las características básicas de las tiranías: la opresión, la miseria, la explotación de ser humano y la violencia. Características que se manifestaron en la creación de un aparato político servil a los intereses económicos de los poderosos, una educación devastada por la falta de recursos humanos, la alienación cultural y la pobreza salvaje de las venezolanas y venezolanos.
Hasta el año 1998, cuando el Pueblo Soberano manifestó su rotundo rechazo a esa situación y eligió la opción de la Refundación de la Patria con el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías. Impulsó y logró la promulgación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, con muchos avances y reivindicaciones, que de no haber sido por nuestro Presidente se hubiesen quedado en palabras muertas, como la Constitución de 1961, pero este hombre le dio a nuestra Constitución aprobada por la Nación en referendo, el puesto que se merecía, era la orden del verdadero Pueblo y debía cumplirse.
Ahora, estamos en el momento crucial de nuestra Democracia Participativa y Protagónica, vamos a darle continuidad a los cambios políticos, económicos y sociales propulsados por el Presidente Chávez, este es el momento de terminar con la vieja política y consolidar la República Bolivariana de Venezuela, porque sólo el Pueblo salva al Pueblo, y Chávez es Pueblo y el Pueblo es en Chávez.
El autor es: Militante del PSUV
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