Personalmente creo que la victoria contundente de Chávez será suficiente para centrar a los factores democráticos de la oposición venezolana y dejar con los crespos hechos a las aves agoreras que ya venían cantando fraude desde hace rato.
La situación internacional no es favorable para gastar pólvora en Zamuro en Venezuela: EEUU está inmersa en su carrera electoral, Europa hundida hasta el cuello en la crisis mundial del capitalismo, Israel conspirando para iniciar la tercera guerra mundial y Colombia preocupada por la salud de su Presidente y por su proceso interno de Paz.
Esos factores internacionales no van a acompañar una aventura golpista en Venezuela destinada de antemano al fracaso por las condiciones subjetivas y objetivas favorables al Presidente Chávez.
En Venezuela no existe ni por asomo una crisis económica, política y social lo cual ha quedado demostrado hasta el cansancio. La fortaleza ética, técnica y organizativa del CNE no deja ninguna duda para que se pueda desconfiar de los resultados que emita el 7-0. Hay además un hecho político evidente y trascendental que no puede pasar desapercibido a la sentencia martiana de que “en política lo real es lo que no se ve”. Me refiero a la renovación del pacto Chávez, Carter y Cisneros con la fuerza, la ideología y el poder que cada uno de estos personajes representa.
Un golpe de Estado contra Chávez sería un estrepitoso fracaso si se entiende que las condiciones no son las mismas de hace 10 años cuando el antichavismo tenía infiltrado los altos mandos militares, el Tribunal Supremo de Justicia, los órganos de inteligencia y de seguridad del Estado, la dirección del Partido V República, PDVSA y las masas opositoras confiaban ciegamente en la llamada Coordinadora Democrática para ser utilizada como carne de cañón. A esto se agrega un elemento de singular importancia que tiene mucha fuerza y es la obra social cumplida por el gobierno en estos últimos 10 años. De acuerdo a este análisis un golpe de estado triunfante contra Chávez está total y completamente descartado.
Ahora, los locos, en cualquier dependencia donde se encuentren, no entienden nada de lo anterior porque su irracionalidad, su odio y su esquizofrenia no les permiten comprender la realidad. Por eso el gobierno con el apoyo del pueblo tiene que ponerle camisas de fuerza a cada loco que se revele contra el orden constitucional desafiando los resultados del árbitro electoral y meterlos en el manicomio dándole un status de enfermos mentales y no de presos políticos.
Lo de la CANTV en estos últimos días forma parte del clima desestabilizador que nos amenaza. No creo en la inocencia de sus altos gerentes y muchos menos en su eficiencia al permitir impunemente que la guerra psicológica o guerra sucia, como quiera llamarse, contra el Presidente Chávez se haya desatado como una avalancha en los últimos días vulnerando de manera grotesca nuestra soberanía nacional. Periodistas insignes y prestigiosos dirigentes políticos del PSUV y hasta una rectora del CNE han denunciado el desaguisado. Han dicho que millones de hogares reciben durante el día o en altas horas de la madrugada llamadas molestas con la supuesta voz del Comandante Chávez y los receptores de estas llamadas son suscriptores indefensos de la CANTV.
Lo que más llama la atención es que cuando hay eventos desastrosos en la luz eléctrica, la industria petrolera, el agua, la salud, la infraestructura o en las cárceles salen de inmediato los ministros responsables a dar la cara y las explicaciones necesarias para poner orden en la casa. Pero con la CANTV impera el silencio sepulcral que puede suponer complicidad y pésima gestión. Hasta el mismo Jorge Rodríguez lo dijo en una rueda de prensa, qué podemos esperar de mensajes y llamadas falsas el 7-0. Pero la CANTV y el ministro titular no han reaccionado al igual que sus otros colegas, cuando fue necesario, para satisfacer el reclamo de la sociedad venezolana.
Misterios de la ciencia…
*Profesor Universitario