Cónfiro, Manganzón está salado, no pega una contimás dos, tanto derroche de dólares para nada porque el Chico Malo le metió la mocha, le soltó las siete plagas de Caracas y lo aturulató.
Y, eso que las contusiones no fueron (obviamente) con un palo sino con una tusa, por eso lo de contusión.
Es que si las lesiones hubiesen sido con un palo, habrían de llamarse palizas pero, eso es lo de menos.
El Chico Malo le restregó la tusa encima de los folículos pilosos y lo dejó esollao (desollado), por lo que amerita curación.
Remedios caseros sobran para ser aplicados eficientemente, un tecito de hojas de mango en agua hervida es bien bueno para los moretones y no sólo en brebajes sino untura o frotación sobre la lesión.
El perejil machacadito y hecho emplasto con aceite de oliva, lo que se pone sobre la magulladura, cuando ésta está en los folículos de la gurupera, no es malo pero, eso sí, siempre que vaya acompañada de rezos porque esa es una zona muy delicada.
Pero, por si fuere poco, Manganzón tiene la optativa de usar compresas de árnica (se echan unas hojitas en agua hirviente y de ahí se saca la unción); también vale rallar una manzana y hacer compresas que ha de poner directamente sobre el bicho (el folículo piloso).
Además de todo lo antes señalado, Manganzón puede optar por una buena cataplasmas de cebolla previamente calentada en un sartén y si ésta es pasada por huevo sin sal (ya que, de hecho, él está salado), puede irle mejor que mejor.
Finalmente, una compresa de salmuera no le iría mal tampoco pero lo ideal es que tome agua de mango, por sí las moscas recibe la misma zurra en diciembre, ya va previamente preparado.
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