¿Qué es un gobernador chaveco?:
Dícese de aquel gobernador, casi siempre ataviado de rojo, que se autoproclama chavista
y se autodefine como socialista, revolucionario y bolivariano, pero su práctica
de gobernar consiste fundamentalmente en:
· Enchufar primero que nada a sus familiares,
compinches, compadres, amantes y aduladores acríticos en cargos, claves del
poder (que debería ser popular por sobre todas las cosas) en sus respectivos
gabinetes, especialmente en aquellos que tienen que ver con manejo de altos presupuestos,
obras civiles, publicidad, información y personal (recursos humanos).
· No trabajar con base a un programa serio y de
construcción del socialismo ni creer en la planificación estratégica
participativa. Su máxima de trabajo es como vaya viniendo vamos viendo.
· Viajar con excesiva frecuencia al extranjero. Sobre
todo a Panamá, España, Argentina, Aruba y Disney Word. ¿Por qué viajará tanto a
Panamá?
· Desarrollar negocios turbios y no tan turbios en
paralelo a su acción de gobierno. Con lo que le va quedando de comisiones por
aquí y comisiones por allá monta o se va haciendo dueño de locales comerciales,
urbanismos, hoteles, discotecas, una que otra finquita, líneas de taxis, etc. Por
supuesto, nunca figura en los documentos, sino sus testaferros, familiares
cercanos o segundos frentes.
· Rechazar, desprestigiar, execrar y a veces hasta
criminalizar y perseguir a todo aquel y toda aquella que lo critique o lo
denuncie.
· Dejar inconclusas muchas obras que son de vital
importancia para el pueblo.
· Llegar muy tarde, posponer y posponer o embarcar
con mucha frecuencia a la gente que lo reclama en reuniones de barrios, de campesinos,
de trabajadores, de indígenas, de estudiantes o en asambleas populares, o en asambleas
comunales.
· No atender al soberano en sus despachos.
· Tomarse las fotos para toda la prensa en cuanto
acto hay de cosas buenas que hace o entrega el gobierno nacional en su estado,
pero no haber contribuido pero ni un milímetro con tales cosas buenas del gobierno
nacional. Muchas veces más bien las sabotea o las retrasa.
· No hacer seguimiento ni control de su propia
gestión, ni mucho menos de las obras del gobierno nacional ni de los gobiernos
locales en su respectivo estado. No tiene tiempo ni metodología para eso.
· Querer tapar el sol con un dedo cuando hay
campañas electorales al más puro estilo adeco-copeyano: Repartiendo bolsas de
comida, tanquecitos de agua, unos pocos bloques y unas pocas láminas de zinc o
acerolit entre los humildes.
· Engañar a Chávez y al pueblo una y mil veces.
¿Qué es un gobernador majunche?
Dícese del gobernador adeco-copeyano (con disfraz de ovejita, Primero Justicia,
UNT u otro afín) que hace casi lo mismito que el anterior, pero con un poquito de
más sarna y sutileza (sobre todo mediática) que el chaveco.
¿Con cuál nos quedamos?
Es triste y frustrante tener que elegir
entre lo menos malo de los dos peores.
Nada justifica que tengamos que
optar entre lo malo y lo peor en una revolución, en un proceso de construcción
del socialismo y de la libertad. Siempre vamos a querer lo mejor porque el
pueblo merece lo mejor. Hay casos donde sólo quedará presenciar y esperar el
curso de los acontecimientos. Lamentablemente no se podrá ser participativo ni
protagónico en cuanto al tema este de los gobernadores chavecos como el de
Bolívar, por ejemplo. Allí el salto atrás será de magnitud impredecible con el
actual gobernador o con Andrés Velásquez en caso de que este trágico personaje
vuelva. Supongo que debatiremos mucho, reflexionaremos mucho, nos lamentaremos
mucho pero no habrá más nada qué hacer, por ahora.
En las otras gobernaciones que
tenemos en riesgo de perder, por la reciente gestión chaveca, como Anzoátegui,
Aragua y Mérida tenemos la bendición de que Chávez escuchó el clamor del pueblo
en ellos y designó candidatos dignos para salir de los indignos. No voy a
criticar la designación de Chávez a dedo de candidatos y candidatas porque en
las condiciones de guerra en que se desarrolló la campaña presidencial, de
verdad que no puedo ni me sale del alma criticar a Chávez por eso. En esta
coyuntura tenía que ser así. No puedo imaginarme a nosotros y nosotras en
primarias u otro sistema participativo de masas para escoger candidatos y
candidatas de la revolución a las gobernaciones bajo el bombardeo implacable,
continuo, sistemático, perverso y mil millonarísimo del enemigo. Ahora
corresponde allí hacer un trabajo revolucionario de base, desarrollar una
campaña con alegría y optimismo, redoblar esfuerzos para que sea escuchado el
pueblo, acoplarnos, disciplinarnos y apoyar con todo el corazón y toda la razón
a Aristóbulo, a Tareck El Aisami y a Alexis.
En Miranda y Carabobo, que
también en mis modestas apreciaciones veo con dificultad de ganar, también
tenemos candidatos dignos que merecen todo nuestro apoyo y nuestra máxima
disciplina de combate. Nuestros candidatos van a una pelea dura frente a dos
enemigos que una maldición gitana pareciera tenerlos amarrados a esos estados
tan importantes para el proceso revolucionario. A Elías y a Ameliach les digo
que veo una derrota allí, camaradas, no con el ánimo de atacar ni de
desmeritarles su gran esfuerzo y el esfuerzo de nuestros equipos, sino para que
trabajemos siempre con la prevención de estar en sumo riesgo para evitar
errores, triunfalismo, sectarismo, antidemocracia y soberbia, y alejarse de las
prácticas chavecas que les identifiqué al principio del presente trabajo.
En Lara, Zulia y Amazonas erró el
comandante. Allí falló el dedo y falló todo. No eran candidatos ni candidata
para estos estados, en mi opinión. Arias Cárdenas por su inolvidable traición
que pesa mucho aunque el mismo no lo crea así y se haga el loco. Reyes Reyes
porque insistirá en un estilo sectario, regañón y de cúpula partidista que no
suma votos, anda con los mismos guisadores y burlones que lo rayaron en su
gestión pasada, y tiene, para rematar, que cargar con la desastrosa gestión de
Amalia en Iribarren y de otros alcaldes chavecos como el de Quíbor. En Amazonas
con Nicia no se siente bien gran parte de la población indígena, porque siendo
Ministra de Asuntos Indígenas se quedó muy corta (pregunten en Amazonas por
ella y lo corroborarán). Iremos a votar por ellos y por ella porque no queda
más remedio, pero no lograremos la victoria en esos tres estados. Es lamentable
que tenga que ser así, pero no queda de otra por ahora.
En Trujillo el chavequismo puede
terminar matándonos. Allí no se me ocurre nada, sinceramente.
En Apure, Falcón, Yaracuy y
Barinas ganaremos, pero las revisiones y las rectificaciones urgen allí. Hay
mucho descontento e inconformidad y se puede augurar incluso una sorpresiva
derrota en Falcón si Stella sigue desconectada de la calle. Las gestiones lucen
desgastadas y cansadas. Nuestra tarea será meterles corriente y ponerlos en
sintonía con la batalla popular y electoral que se avecina en la que no podemos
jugar a cederle espacios a los enemigos de la patria.
En Monagas, Guárico, Cojedes, Sucre,
Vargas, Portuguesa y Delta Amacuro estamos en la posibilidad de no tener que
optar entre chavecos y majunches. La opción allí luce más revolucionaria y socialista
que en otros estados y estoy seguro que ganaremos en esos siete territorios
altamente identificados con la patria bonita que todos y todas soñamos. Hay muchas
reservas con Acuña en Sucre y Rodríguez Chacín en Guárico, pero creo que bien
vale la pena buscarles y darles el voto y otorgarles el beneficio de la duda.
Con Vielma Mora cogimos un
respirito en Táchira. Ahora puedo decir que la pelea es peleando y ruego a Dios
todopoderoso y al pueblo de Táchira que saquemos a Pérez Vivas de ahí con toda
su secuela de males.
Mata Figueroa viene haciendo su
trabajito en Nueva Esparta. Allí también la pelea será peleando.
Así que vamos camaradas al
imperialismo majunchismo pero ni tantito así como diría el Che.
Seguiremos luchando y seguiremos
venciendo.
Hasta la victoria siempre.