Binóculo Nº 63

La izquierda debe abrir en el debate

Uno de mis análisis favoritos que compartía con el Tío Miguel, era el de la izquierda y su larga lista de errores. Análisis que hacia él más bien y yo preguntaba. Miguel fue miembro de los movimientos clandestinos de los 60 y aunque participó poco en la lucha armada, conoció lo suficiente para entender que el camino era incorrecto. "Estuve allí, incluso participé en algunos combates, pero en la medida en que los jefes políticos creían más en la lucha armada, algunos nos dábamos cuenta que era un error y que lo estábamos pagando caro. Recuérdate la conducta aberrante que quien quería abandonar la lucha armada era considerado un traidor y era fusilado. Pero a final de cuentas algunos bajamos y nos negamos a regresar. Entendimos que el combate debía darse en las fábricas y en los barrios. Y además, teníamos la conclusión de que efectivamente era necesario llegar a los instrumentos del poder burgués para poder utilizar sus beneficios en función de la lucha por la construcción del socialismo. Pero vea sobrino, no solo era un error la lucha armada; también lo era esa conversión de la izquierda en migajitas. Grupitos y grupitos fueron naciendo, cada uno más obtusos que el otro, cada uno más intransigente que el otro. Todos tenían la razón, porque todos se creían que eran los únicos revolucionarios. Al final de cuentas, se enfrascaron tanto en sus debates intestinos y estériles que terminaron olvidándose del pueblo".

Por eso recurro a los recuerdos de mis exquisitas conversaciones con el tío y las cosas que están grabadas, y algunas que he podido escribir. Porque a pesar de haber muerto hace tanto tiempo, Miguel se mantiene vigente. Tenía demasiado claro el problema.

Porque en varias ocasiones he conversado con amigos y camaradas el papel de la izquierda y las razones de su fracaso. Una de las conclusiones es muy triste: Todos concluimos en que menos mal que no triunfó. Ni en los 60, ni en los 70. Porque no me imagino a Teodoro Petkoff como Presidente de un país, o a Gabriel Puerta como Canciller de la República; y a todo ese montón de "jefes" de la izquierda en Venezuela, que fueron tan de izquierda que terminaron en la derecha, enfrentados hoy al único proceso político que aún alberga las esperanzas de convertirse en revolución.

Pero los que se quedaron en la izquierda, tampoco avanzaron. Algunos se acomodaron a la sombra de la derecha para sobrevivir y otros abandonaron la lucha o fueron demasiados viejos para cambiar y comprender los nuevos momentos que vivíamos por allá en el 99 cuando Hugo asume el poder.

Era doloroso ver en el Parlamento viejos guerrilleros agrupados en fundaciones y cualquier vaina organizada para que los asistieran antes de su partida. Algunos ya murieron esperando la ayuda, otros recibieron una pensión, otros esperan para contar una historia que se conoce a medias y que alguien tome los apuntes. Esos son los viejos guerrilleros del 60.

Pero la izquierda de mediados de los 70 y los cientos de grupitos que surgieron de las divisiones de los 60, tampoco avanzaron. Nunca hubo un gran encuentro nacional de la izquierda, de los revolucionarios para debatir temas de fondo: ¿Cómo enfrentar los nuevos tiempos? ¿Estaba desfasado hablar de Marx? ¿Cómo podía generarse nuevas formas de lucha junto al pueblo? ¿Es posible generar nuevas teorías políticas a partir de experiencias recientes y conocimientos distintos? ¿Es realmente la clase obrera el agente de cambio en una aldea global cuando se habla de que las corporaciones serán los países del futuro? Nada. La izquierda en Venezuela entró en el oscurantismo hasta que apareció Hugo Chávez. Y como parásitos de allí se pegaron. Se convirtieron en una franquicia. Hoy todos son héroes, ellos hicieron todo, incluso convirtieron a Chávez en el líder que es y le enseñaron el arte de la política y de cómo triunfar. Si creen que no, léanse el libro Rebeliones de Pablo Medina, razón por la que -me aseguran- Hugo le cogió arrechera.

Y por otra parte, están las fuerzas revolucionarias de verdad. Los que retomaron la lucha, y con botas de goma hasta las rodillas y la nariz tapada, hacen un trabajo de hormiga entre la derecha chavista y el gobierno inoperante para llegar al pueblo y trabajar junto a las fuerzas populares en la organización de las masas.

Pero esa izquierda revolucionaria, todavía arrastra los viejos vicios del pasado. Es cierto que el debate en la izquierda es mucho más complejo que en la derecha. Allí la pelea es por el dinero y quién tiene más poder. En la izquierda hay discusiones -los que discuten- hay planteamientos, el problema es la construcción de la sociedad y de un hombre nuevo, cómo hacer que la economía no sea un factor que alteren el crecimiento de la sociedad, cómo hacer que el hombre tome conciencia de la necesidad de su crecimiento interno y no la riqueza. Porqué es importante creer en el colectivo y no el intereses personales. Es decir, es filosófica y política. Y no es fácil. Mucho menos cuando la gente se niega a estudiar, a oír y a ver. Lo que significa que primero hay que diseñar estrategias para llegar a esas nuevas generaciones para quienes la imagen es lo único que informa, genera conocimiento y entretiene.

Pero esa izquierda se encuentra ahora en una coyuntura. No sabemos qué va a pasar del 13 al 19. Y es necesario no perder todo lo que hemos logrado, sumado al enemigo interno: la derecha endógena, la incompetencia del gobierno y la corrupción. Si bien el 7 de octubre se marcó un hito, el 17 de diciembre, inobjetablemente, comienza una nueva fase en la historia del país, pero más complejo aún, del proceso político. La derecha avanza. El chavismo se estanca. ¿Y las fuerzas revolucionarias? Es necesario el reencuentro y comenzar el debate. No le podemos dejar esto al partido de la revolución que no es de la revolución, y mucho menos a las franquicias que giran en torno a Hugo. Es necesario el debate, ideológico-político, pero junto al pueblo. Es la única forma de construir el hombre nuevo.

Caminito de hormigas

Insólito . El abogado Juan Eliezer Ruiz está detenido en una cárcel de Maturín junto a otros abogados, porque cometieron el delito de acompañar a unos propietarios de viviendas que fueron estafados. Todos en Monagas saben que es una retaliación del Gato Briceño. Hemos contactado a mucha gente. La respuesta de siempre "tranquilo, yo me encargo". Nadie ha hecho nada. ¿No será un acuerdo con el Gato Primero Justicia está muy preocupada porque sus sondeos que los adecos tiene mucha posibilidad de convertirse en la real oposición, de ganar las cuotas que dicen. La derrota de Henrique en Miranda, sería el tiro de gracia En una reunión de Proyecto Venezuela, se acordó diseñar una estrategia para disminuir el rechazo de El Innombrable Cero y volverlo a convertir en gobernador Pregunta : ¿Qué alcalde recibió unas camionetas para la policía, les quitó el logo y las puso a trabajar en su empresa?... El Ministerio de Educación despachará en las próximas horas a todos los directores de las zonas educativas regionales. Deberían salir también de la Ministra. Es un clamor.

rafaelolmos101@gmail.com



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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