En la década de los sesenta del siglo pasado una composición musical en ritmo de "cha-cha-chá", cuyo nombre es el mismo que el de este artículo, interpretada por la Orquesta Aragón y compuesta por el flautista de dicha orquesta, Richard Egüez, salió de Cuba y se dio a conocer en América Latina con gran éxito, tanto que Nat King Cole grabó un "long play" que dio la vuelta al mundo el cual además de dicha composición incluía otras como "Cachito mío", "Me lo dijo Adela", "Quizás, quizás, quizás" y otras más, interpretadas con su peculiar acento. Dicho LP no faltaba en ningún picoteo de los que se hacían en aquella época.
Lo que nos hace recordar esa canción cubana de mediados del siglo XX es su estribillo: "Toma chocolate, paga lo que debes", porque el mismo envuelve una máxima que debería ser aplicable universalmente a todos los niveles: individual, colectivo, corporativo, hasta el gubernamental en todos sus estamentos. Circunscribiéndonos al caso de Venezuela, dentro de este proceso que lidera el Presidente Chávez, nos vienen a la mente ciertos casos en los cuales algunos se han tomado el chocolate y se quieren hacer los locos para no pagarlo o, en el mejor de los casos, alargar el plazo para hacerlo buscando con esto o que se olvide la deuda o que se comprometa más al deudor.
Entre los que buscan que se olvide la deuda se pueden citar los canales de televisión que durante el PARO PETROLERO CRIMINAL estuvieron incitando a la población en contra del "Rrrrégimen" durante más de dos meses, sin pasar ninguna publicidad comercial ¡y que renunciando! a los gruesos beneficios que ésa les genera, en aras de una supuesta "DONACIÓN" de estos espacios a diferentes ONG's, en gesto munificente como jamás se ha visto. El monto de estas ¡y que! "donaciones", las cuales están sujetas al pago de un tributo al fisco, ha sido establecido por el SENIAT y alcanza cifras mil millonarias, las cuales hasta ahora no han sido pagadas por dichos canales, que siguen demorando su cancelación esperando o que el SENIAT se canse de realizar sus gestiones de cobro o de que la NED les envíe los montos correspondientes para cancelarlos. Se tomaron su chocolate durante dos largos meses y todavía lo siguen tomando, pero llegó el momento de que ¡PAGUEN LO QUE DEBEN!.
Otros que durante años estuvieron tomando chocolate sin pagar fueron las empresas petroleras, que a través de manejos no muy claros de sus libros llegaban (algunas de ellas) hasta a declarar pérdidas para no pagar impuestos, hasta que el SENIAT le metió el ojo a dichos libros y ha presentado una serie de reparos cuyo monto es superior al que TIENEN QUE PAGAR los canales de televisión. Hasta ahora estas empresas petroleras no han pagado lo que corresponde y que tendrán que pagar, después de lo cual, si no están conformes, como se los ha dicho el Presidente Chávez se pueden ir del país, pero primero ¡PAGUEN LO QUE DEBEN!.
Pero la peor deuda que no se ha pagado la tiene el propio estado venezolano: LA DEUDA EXTERNA, que aun cuando haya sido contraída hace años por otros gobiernos en condiciones que hacen dudar de su legitimidad, es un hecho cumplido y como tal ha sido reconocido por el presente gobierno, el cual sigue honrando el compromiso heredado. Sin embargo, la gran diferencia es que durante el presente gobierno las reservas internacionales se han elevado de tal modo que ya superan el monto de dicha deuda, es decir que Venezuela podría, si así lo quisiera, cancelarla totalmente y deslastrarse del enorme peso que significa el servicio de dicha deuda que en nada contribuye al desarrollo del país, aparte de que aún le quedarían reservas y los ingresos del petróleo. ¿Por qué no se hace?. ¡PAGA LO QUE DEBES!. Aunque sea una deuda heredada, es decir que el chocolate se lo tomaron otros, pero hay que pagarlo para que todos los venezolanos tengamos una mejor calidad de vida al sacudirnos del peso de esa deuda que aparte de externa se está convirtiendo en eterna. Olvidarse o descuidar esa deuda sería un crimen de lesa patria, en tanto que su cancelación sería un acto recordado por la posteridad, tal como la Historia destaca el hecho de que Juan Vicente Gómez hubiera cancelado la deuda externa de Venezuela con motivo del centenario de la muerte del Libertador.
Ahora que con la modificación de la ley del BCV el Gobierno puede hacer uso de las llamadas "Reservas excedentarias" es la gran oportunidad para demostrar que, aparte de la vocación para ayudar a los países hermanos en sus problemas, también se tiene la voluntad de ayudar a nuestro propio país, recordando que "la caridad bien entendida empieza por uno mismo". Hay que oir al pueblo sin desdeñar a "los sabios". El pueblo venezolano exige la solución de sus problemas antes que los problemas de otros países y los "sabios" o intelectuales (entre ellos Francisco Herrera Luque) han hecho referencia al "complejo de hermana mayor" que siempre ha tenido Venezuela y del cual no pocas veces se han aprovechado las otras "hermanas".