Monólogo devaluado en una piscina


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Devaluados, por los suelos y uno en esta piscina sin poder hacer nada… Bueno, nada no, al menos me puedo tomar una piña colada antes de que el dueño de esta maravilla de hotel en peligro de extinción tenga que subirles el precio para mantener sus márgenes de ganancia, ¡pobre empresarios, Dios mío! ¡Pobre país!… ¡Mesoneroooo!

Cómo vamos a salir de abajo si esta gente definitivamente no quiere trabajar y de paso quieren propinas, como que si caminar llevando y trayendo cosas en este paraíso fuese un trabajo… ¡Agradecidos deberían estar!, pero, qué van a agradecer si esos son todos chavistas y odian a la gente que sí se esfuerza, nos odian porque podemos pasar una semana en esta piscina mientras ellos nos llevan y traen cocteles deliciosos que no se pueden costear; tendré acaso yo la culpa de que ellos no tengan real… ¿Acaso fui yo la que los devaluó? ¡Ay devaluados!

No te voy a decir que me tomó por sorpresa porque de este gobierno no me sorprende nada, además que ya hacía semanas que clamábamos a gritos una devaluación que desencadenara en un estallido social, ¡Y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer! -cantábamos el viernes antes de salir para acá … Y no cayó nada; ¿qué va a caer si en este país la gente en lo único que piensa es en el carnaval?. Un eterno carnaval de mamarrachos, diría yo... ¿Será que ese mesorero está sembrando las piñas? ¡Mesoneroooo! Añádale a mi orden una parrillada de mariscos doble y una bandeja de embutidos, plis! ¡Ay devaluados!

Y claro, ahora el castrocomunismo quiere venganza y ¿con quién creen que la van a venir a agarrar? Pues, con la gente decente y pensante de este país, por supuesto. Ahora dicen que van a controlar más los precios, figúrate tú, que quienes reciban dólares de CADIVI para traer mercancía van a ser vigilados para que no puedan agarrar sus dólares, como Dios manda, y venderlos en el mercado paralelo; como si darnos dólares fuera un favor. Y por órdenes directas de Fidel van a fiscalizar, husmear diría yo, para asegurarse de que si te dieron un dólar para importar medicinas traigas un dólar de medicinas de verdad, verdad. Un atropello deliberado el derecho del los empresarios a sus beneficios. Igualarnos para abajo, Maricori tenía razón. Claro, esos resentidos quieren que los empresarios tengan que vivir como ese mesonero que no se apura con mi piña colada. ¡Mesoneroooo!

Qué tristeza de país, ¡qué bajo hemos caído!… y seguimos cayendo… Yo por eso voy quedarme en este refugio cinco estrellas unos días más para, entre masajes de spa, piscinazos y shopping, tú sabes, para que no me mate la depre-devaluación... ¡Fernandito, coño, chapotea para otro lado que salpicas mi iphone five! ¿Ves? Yo no sé para qué le pago a esa niñera... ¡Mesonerooo!


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Carola Chávez

Periodista y escritora. Autora del libro "Qué pena con ese señor" y co-editora del suplemento comico-politico "El Especulador Precóz". carolachavez.wordpress.com

 tongorocho@gmail.com      @tongorocho

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