Huele a quemao


La mejor manera de estimular la unidad de los revolucionarios es mantener y respetar la crítica sana, lo cual permite identificar errores cometidos en los diversos niveles y corregirlos oportunamente. Cercenar la crítica interna, reprimirla o pretender que los militantes se comporten como borregos que tienen que obedecer ciegamente para ser considerados camaradas, es confundir la militancia con la esclavitud mental. Es el mejor camino para lograr que aquellos que consideran que se está desviando el camino, poco a poco se auto excluyan y se vayan reagrupando aparte. Es favorecer el fraccionalismo, pero fingiendo defender la unidad de la organización.



En cambio, cuando las ideas y las críticas se ventilan, se discuten y se aplican los correctivos, la organización se cohesiona, los militantes se sienten valorados e incluidos y el resultado final es una mayor eficacia en las acciones transformadoras.



Quede claro que las críticas expresadas aquí tienen como fin el que sean escuchadas y oportunamente tomadas en cuenta, independientemente de que personas ignorantes, que no nos conocen, al sentirse aludidas salten a sacarnos los trapitos, como lo hicieron contra la camarada Elizabeth Valdivieso. Véase “Alguna respuestas a la señora Elizabeth Valdiviezo, y otras cosas más…” Por: José Antonio Velásquez Montaño http://www.aporrea.org/actualidad/a159872.html) Eso no importa, siempre que no sea una política interna generalizada, porque ahí si estaríamos graves.



La unidad es universal: Unión de diversidades. De ninguna manera es adulancia, hipocresía ni obediencia ciega.





MENTIR O NO MENTIR



Decir la verdad es bueno, porque nos da credibilidad. Cuando acostumbramos decir la verdad, la gente sabe a qué atenerse y nuestra palabra vale más que un documento. Como persona que pretende ser siempre veraz, me siento ofendida cuando me engañan. Como buena chavista, decidí darle crédito a lo que decían unos ministros que nombró nuestro Presidente, ese que ha arriesgado el pellejo por todos nosotros, ese mismo que ha logrado que Venezuela se convierta en una luz de bengala para los pueblos del mundo. Confié en los que dijeron “no devaluaremos”; para mí eso significó sencillamente que No Devaluarían. Cuando los escuálidos hablaban de todo esto para enero y febrero no les creí, no me dio la gana, porque preferí dar crédito a los camaradas.



¡No faltaba más!



Pero cuando se presentaron conque “hemos decidido...” y bla, bla, bla, la famosa devaluación, cuando se cumplió el dicho de los escuálidos y no el de los camaradas, me sentí estafada en mi buena fe, porque primero: ¿Por qué los escuálidos lo supieron primero que nosotros? Y segundo, ¿Por qué nos mintieron? Porque las declaraciones de prensa, quede claro, no son sólo para los opositores, son para todos.



Jesús Farías dijo que toda medida tiene su lado malo; en este caso el “daño colateral” recae de manera más abrumadora sobre aquellas personas que no tenemos salario, ni pensión, ni renta, que si comíamos dos veces, ahora lo haremos una sola vez. Giordani, Merentes y afines, nos están mandando otra vez a la pobreza crítica de donde nos sacó Chávez. Pero lo peor de todo este asunto fue la puñalada a la credibilidad. ¿En qué más nos están mintiendo? ¿Por qué carajo los escuálidos se enteran primero que el pueblo?



La respuesta a estos interrogantes podría estar en el artículo publicado en Aporrea: “Consumatum est: ¿Quo Vadis, Chávez? De Ernesto Silva (http://www.aporrea.org/ideologia/a159867.html), quien explica con un lenguaje sencillo, los abstrusos temas económicos conque esta harta burocracia nos marea, y desnuda las mentiras que nos siguen diciendo para tapar un pretendido viraje económico hacia la derecha, que podría ser el comienzo, por goteo, de un neoliberalismo “light” que se inocularía aprovechando la enfermedad del Presidente, en beneficio de los más oscuros intereses transnacionales.



SÓLO LA VERDAD NOS HARÁ LIBRES



Chávez fue muy claro cuando se fue a Cuba, la última vez que escuchamos su voz. Había que decirnos la verdad, había que informarnos de todo, e incluso expuso su plan b, por si acaso no podía gobernar por mucho tiempo o más nunca: Nombró a aquel de sus cercanos que proviene de la clase trabajadora, para que garantizara la continuidad del proceso revolucionario otorgando al pueblo la mayor suma de felicidad posible. No creí en ningún momento que Chávez dudara de la lealtad de Diosdado Cabello, ni de Elías Jaua, quienes tienen responsabilidades también, y bastante importantes. Aunque las declaraciones del canciller fustigando revolucionarios y revolucionarias que criticaron la devaluación reciente y sus secuelas previsibles, son muy significativas. No es posible que un sociólogo formado en el marxismo, como él, desconozca lo que es el socialismo, mas allá de una “productividad” a secas, que puede perfectamente ser capitalista, lo cual justificaría que se nos sacrificara a nosotros para que los grandes exportadores y saqueadores de divisas tuvieran mayor botín.



La diferencia entre un capitalismo próspero y productivo y el socialismo igualmente próspero y productivo, es en manos de quiénes están los medios de producción, y cómo se distribuyen las riquezas producidas. Si para el patrón y algunas camarillas, es capitalismo; si para todo el pueblo, es socialismo.



Ya Giordani y Merentes perdieron la credibilidad. Es imposible que tan sesudísimos especialistas desconozcan su trabajo, más bien pareciera ser (obsérvese la mirada de triunfo de Merentes y las cantinfladas conque se justificó el eminente Dr. Giordani) más bien pareciera ser que ahora, sin la presencia avizora de Chávez, quien digan lo que digan no está presente en el día a día, estos poderosos ciudadanos están haciendo lo que hace tiempo querían hacer, y Chávez no se los permitía.



Camaradas, díganlo todo, que sólo la verdad nos hará libres y disolverá los posibles malos entendidos.



EVO MORALES Y SU VIAJE INFRUCTUOSO



Tras un viaje hecho expresamente para ver a Chávez, después de ver fotos y escuchar que “está tomando decisiones y reuniéndose con su equipo”, el hecho de que Evo Morales se fuera sin que lo dejaran ver al Presidente me resultó bastante extraño y comencé a dudar. Si a este hecho se unen los aciertos de los escuálidos, las mentiras de Merentes y Giordani y el extraño secretismo que rodea la verdadera situación de Chávez, se percibe un fuerte, fortísimo olor a quemado.



CONTRADICCIONES OBVIAS



Por un lado:



“Está consciente y reuniéndose con su equipo”, “Está tomando decisiones”, “Esta es la firma de Chávez”, “Fue una decisión del Presidente”



y por el otro:



“la insuficiencia respiratoria continúa”. En la foto con sus hijas, se evidencia que nuestro Presidente está débil, avasallado por los tratamientos invasivos que ha tenido que soportar. Se dice que tiene un tubo en la tráquea, que según algunos médicos, entre otras cosas se utiliza para pacientes entubados.



Si un hijo mío estuviera en ese estado de salud, yo no permitiría que fuera ningún ministro a plantearle asuntos de Estado, ni de ninguna clase, hasta que se encontrara mejor, a no ser que se estuviera cayendo el hospital y hubiera que evacuarlo por su seguridad. Los ministros tienen que tomar ellos las decisiones que sean pertinentes y asumirlas, no esconderse tras la camilla de Chávez.



Y jamás, pero jamás, si estuviera consciente y estable, jamás le habría impedido a un amigo sincero y noble como Evo Morales, que lo viera. Un amigo leal y camarada verdadero le daría ánimos para seguir adelante en la lucha por la salud.



...A menos que algo se esté quemando.



Esas contradicciones, unidas a la credibilidad en picada de algunos altos funcionarios, están generando la bomba de tiempo de un conflicto innecesario. Nosotros, el pueblo, no somos idiotas, comprenderíamos y apoyaríamos a los camaradas que nos digan las cosas como son, pero tienen que confiar en nosotros y no pretender que seamos como ganado.



QUIERO VER A CHÁVEZ



¿Es necesario explicarlo?



Los escuálidos no son enemigo para el pueblo venezolano, los hemos derrotado una y otra vez, están en el subsuelo, ya el imperio debe estar consciente de eso y seguramente busca alternativas para acabar con el proceso revolucionario. Cada vez que ciertos altos funcionarios nos mienten y nos subestiman, les están dando oxígeno, están entubando a una reacción completamente inútil, que sólo obtiene votos de los errores que se cometen dentro del gobierno bolivariano. Por eso debemos estar alerta, con la mente abierta para cualquier cosa que pudiera ocurrir, para defender en cualquier circunstancia este proceso revolucionario que aún vive. Para apoyar a los camaradas leales al proceso, desenmascarar a los Miquilena que queden por ahí, pero con bisturí, sin afectar a los camaradas, para que cuando Chávez se levante de la cama de hospital no tenga que comenzar de nuevo, porque habremos preservado lo que le está costando la vida.



Pero de ninguna manera deben silenciarse las críticas. El hecho de ser revolucionarios chavistas, no nos quita el derecho a pensar y expresar el pensamiento. Por el contrario, es nuestro deber.



¡Quiero ver a Chávez! ¡Viva Chávez, el inmortal!

 

 



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Andrea Coa


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