Es muy difícil decir algo sobre el Presidente Chávez en estos momentos de tanto dolor, sobre todo después de las palabras de Atilio Borón quien, en su artículo ¡Gloria al Bravo Chávez! http://www.cubadebate.cu/opinion/2013/03/05/gloria-al-bravo-chavez/, hace un retrato muy acertado y emotivo de lo que fue este gran líder mundial.
Sin embargo me animo a escribir esta nota para hacer dos proposiciones a propósito de la desaparición física de nuestro eterno Comandante:
La primera es que, ya que el Presidente fue militar, se ascienda post mortem al grado de general, por todas las batallas que condujo y que ganó junto al pueblo, a excepción de la última, la por su vida, vida que él mismo acortó peleando en la última contienda electoral para darnos este grandioso triunfo del 8 de octubre de 2012, y inclusive, debido a la onda expansiva la del 16 de diciembre. Estoy segura que sería un gran homenaje, a él le habría gustado llegar a general, y francamente ¿Quién más se lo merecería?
Y, la otra es que sus restos mortales reposen definitivamente en el Cuartel San Carlos de Caracas, al lado del nuevo mausoleo del Libertador. Allí en este lugar emblemático, símbolo de represión, donde estuvo preso y donde tantos otros combatientes por la justicia y la igualdad, sufrieron los rigores de persecución de la eterna derecha historia. Qué repose allí, en una estructura militar, como lo era él, a lado del Libertador y en la Ciudad de todos los venezolanos, que lo vio hacerse grande y hacerse una figura mundial.
Ahora más que nunca.. ¡UH AH!!!
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