1. El cambio dimensional: Desde hace un tiempo para acá se me ha hecho difícil escribir lo que no me gusta, nunca parece ser el momento, y posiblemente la mayoría de las veces sea así. En menos de una semana se han perdido a dos grandes luchadores, dos importantes símbolos, ambos muy distintos entre sí; Sabino el líder indígena fue asesinado por luchar por el derecho a la tierra de su gente, para algunos este caso fue la crónica de una muerte anunciada, situación imperdonable en tiempos de revolución. El otro, el ícono revolucionario más grande del siglo XXI, referencia mundial y obligada del antiimperialismo, de la integración latinoamericana, de la mejora de las condiciones de vida y del empoderamiento de los más humildes, en fin, de la dignidad de los pueblos del Sur, quien se entregó por completo a esta causa aún a costa de su propia humanidad. Algunos, incluyendo al propio Chávez, sospechan de este deterioro violento de su salud siendo un hombre tan joven, la ciencia no siempre tiene objetivos benéficos y las enfermedades casi paralelas de los Kirchner, Lula, Lugo, Rousseff y hasta de Santos, alimentan objetivamente estas hipótesis (sin contar los casos de Arafat y Yúschenko, que también son de reciente data). Pero dejemos por ahora estas delicadas hipótesis en pausa, el tiempo, la voluntad política y la ciencia deberán permitir profundizar en ello más adelante.
2. La complejidad: Duelen mucho estas partidas, desconciertan, cuesta incluso expresar coherentemente todo lo que sucede en estos momentos en nuestras cabezas. Son tantas las cosas que vienen a mi mente, el 27-F de 1989, el 27-N de 1992, mi primera votación, la tragedia de Vargas, la toma del Consejo Universitario de la UCV en el 2000, la militancia universitaria en tiempos en la que ésta no era rentable; el 11 de abril de 2001, pero sobre todo el día 13 en Fuerte Tiuna y Miraflores; el Proyecto de Ley de Educación Superior Alternativo (PLESA) que Patricia logró entregar en manos del presidente; el referéndum revocatorio que terminó siendo ratificatorio; el asesinato de Danilo en 2004; el asesinato de cientos de campesinos por encargo de terratenientes; los intentos dentro de las estructuras burocráticas, los intentos fuera de ellas; el fracaso en la disminución de la violencia intra-clase; todo lo que falta por hacer en materia de producción y de la transformación radical de nuestra economía; los contrastes entre el primer gobierno (1998) y el segundo (2006); el mural La historia se hace, no se destruye en la UCV y las reacciones que generó; lo fácil que es en ocasiones criticar y lo difícil que es ejercer el poder y que no siempre se tiene todo el poder que la gente cree; que necesaria es la autocrítica sin que la misma sea inmovilizadora; que el chantaje ideológico y el discurso de la amenaza-emergencia puede resultar perverso y también inmovilizador; la temprana y dolorosísima perdida del querido y tan necesario Carlos Escarrá el año pasado; los encuentros y los desencuentros. La mayoría de estos hechos no solo me han forjado sino que forjaron a muchos, y en ellos Hugo Chávez fue un estratega, un maestro indiscutible.
3. El sentir: Duele y da cargo de conciencia no estar más empapado, no estar más cercano a la lucha de los hermanos Yukpa en la Sierra de Perijá. Y ahora con esta segunda gran perdida, duele el agotamiento de todo tipo que sufrimos en ocasiones, duelen las frustraciones, duelen los desencuentros, duele ver como el poder delata malamente a algunos, duele no haber hecho más en este tiempo en el que todavía hay tanto por hacer y tanto que defender. Duele el dolor multitudinario que arropa y que viví en Caracas el 06 de marzo, dolor que no es más que la expresión de un profundo amor. Amor que no es emotividad pura, sino que tiene también su anclaje objetivo, ideológico y político. Sobre ello me digo a mi mismo, que privilegio y que compromiso.
4. La alquimia: Ahora toca hacer alquimia, tomar este inmenso dolor, este torbellino de reflexiones entremezcladas para agarrar fuerza, para hacer el montón de cosas que quedan pendientes, con los aprendizajes que la experiencia nos está dejando: que la lucha es toda la vida, que hay que administrar la vida para luchar por más tiempo; que no hay que subestimar lo mediático pero tampoco hay que sobreexponerse; que hay que tolerar lo diferente, lo que único que no debemos tolerar es la desigualdad y la injusticia; que no podemos andar realengos en estos momentos; que necesario es retomar todo lo que se haya dejado en el camino para la construcción del nuevo Estado.
5. La táctica y la estrategia: He comentado que Chávez fue siempre un estratega, en 1992 perdiendo militarmente salía airoso políticamente y de manera irreversible; en 1998 repolitiza al país entero, se yergue sobre el moribundo sistema político y promueve nuestra actual constitución, la cual fue aprobada por el pueblo; en el 2000 ante el paro petrolero, aprovechó el mismo para recuperar PDVSA; en 2001 con el golpe de Estado, retoma y depura la FAN; en 2004 aprovecha la solicitud de un referendo revocatorio para ratificar y legitimar nuevamente su mandato; durante la campaña presidencial de 2012 echa el resto para dejar clara la voluntad del pueblo venezolano y no dejar lugar a duda alguna; y así seguramente saldrían otros innumerables ejemplos. Yo me atrevo a decir que él no perdió su lucha contra la muerte, por el contrario, no solo la venció, sino que además, se ha burlado de ella. Cuando observo ahora, que dejó su dimensión física, su mensaje del 08 de diciembre de 2012, en el que deja su testamento político claramente explicado y cuáles son los pasos a seguir en estos difíciles momentos, creo entender una de sus últimas tácticas: la inmortalidad. Ahora este invencible político, nunca derrotado electoralmente, el invicto, se hace invencible multidimensionalmente y ha alcanzado la inmortalidad. Nace la leyenda, la idea, y éstas son difíciles de extinguir, si sus adversarios llegasen a creer que se liberaron de Chávez están muy equivocados, ahora es que nace el chavismo y está más vivo que nunca, está ya hecho millones. De nuevo el compañero presidente Chávez se ha salido con la suya, su táctica ha sido la inmortalidad, su estrategia, la victoria definitiva e irreversible de los excluidos, de los pueblos que han decidido construir su propio destino.