El hombre se despertó y vio para todos lados. Comprendió que no le quedaba tiempo para hacer todas las cosas que había pensado. Entonces corrió a Miraflores y quiso tomar el poder, y le dijeron que él tenía el poder. Entonces propuso una Constituyente y le dijeron que ya la habían aprobado. Entonces propuso una nueva Constitución, incluso con referéndum revocatorio, “y para qué, si ya la aprobaron el 15 de diciembre de 1999”.
El hombre entonces se quedó dudando. Y habló con sus compañeros en Cuba para lanzar la Misión Barrio Adentro utilizando el Método Yo si puedo, y acabar con el analfabetismo en Venezuela, porque, como dijo Martí: “Ser cultos para ser libres”, y le dijeron que ya la UNESCO había declarado a Venezuela territorio libre de analfabetismo.
El hombre sonrío. “Me están vacilando”, dijo. “Y me van a decir que ya le entregaron el Jardín Botánico a la Universidad Central de Venezuela, porque si no lo han hecho hay que hacerlo ya”. Y le dijeron que sí, que la UCV había sido declarada patrimonio cultural de la humanidad. Y el hombre dijo entonces: “Tenemos que lanzar un satélite para ser soberanos en las comunicaciones”. Y le contestaron que ya tenían dos, uno llamado Simón Bolívar y el otro Francisco de Miranda.
El hombre entonces dijo: “Hay que darle salud a los pobres, educación y viviendas”. Y le contestaron que se había creado la Misión Barrio Adentro y que Venezuela es el quinto país en el mundo con más estudiantes universitarios, y en América Latina está en segundo lugar, detrás de Cuba. Y el hombre siguió sonriendo. Y entonces pensó en nacionalizar Pdvsa y dijo: “Tenemos que recuperar Pdvsa, y ponerla al servicio del pueblo”. Y le contestaron que ya lo habían hecho, que había costado mucho porque hubo un paro petrolero donde se perdieron más de veinticinco millones de dólares. Y entonces el hombre dijo que había que darles viviendas a nuestros pobres que nunca han tenido nada. Y le dijeron que ya lo estaban haciendo y que habían creado la Gran Misión Vivienda y todos los jueves entregaban más de mil viviendas semanales.
“¿Y los pensionados?” preguntó. Y le dijeron que ahora son más de dos millones los que están recibiendo pensión. Entonces el hombre volvió y se acostó...