Para entender el fenómeno humanista y creativo de HugoChávez al provocar tan importantes cambios en la conducta de los pueblos hacia el humanismo. Debemos analizar o tratar de descubrir, por qué, de alguna manera nuestros propios pueblos contribuían, con su actitud pasiva para producir la inclusión y la desintegración de la que hemos sido víctima, durante tanto tiempo, un largo tiempo que solo, interrumpió efímeramente Presidente Cipriano Castro, en los albores del siglo 20.
Pensamos, aun cuando no hemos hecho ninguna investigación al respeto, porque no es nuestro campo y mucho menos tenemos alguna formación formal al respecto, que la razón por la cual nosotros mismos nos excluíamos y nos desintegrábamos era inducida y provocada por el imperio hegemónico y su ayudante Europa, con un espíritu de egoísmo y competencia celosa por predios y/o costumbres. Los venezolanos éramos muy dados a diferenciarnos; síéramos pobres, seguíamos consejas para justificar nuestra pobreza, no asistíamos a ciertos espacios porque ellos estaban reservados paralos pudientes, aceptábamos cualquier situación excluyente, por nuestra clase o estatus minimizado, creíamos que si bajábamos la cabeza antes que nos lo ordenaran, ello tal vez nos evitaría un malrato. No sabemos, si este comportamiento subliminal era inducido en nuestros pueblos producto de un plan o estudio calculado, o era el aprovechamiento de un circunstancia o característica intrínseca del pueblo, lo cierto es que ello le abonaba el esfuerzo de mantenernos paralizados mientras nos robaban todo, desde las pertenencia físicas hasta la historia, la cultura y la vida, si nos revelábamos ante ese estado de cosas.
Es probable, como siempre, que algunos consideren que esto es una alucinación mía, pero ello no es cierto, y creo que lo puedo demostrar. Entre nosotros, ha habido muchos valientes e irreverentes ciudadanos, que accedieron de alguna manera a conocimientos y rudimentos, que le permitieron evadir y conjurar esos códigos de sumisión sembrados en la conducta del común del pueblo, pero siempre estuvieron en minoría y desarmados en todos los sentidos. Mientras tanto, la gran mayoría incluyendo a los caporales –burguesía criolla- de los hegemónicos no tuvieron la oportunidad de eludir la infección del egoísmo y el aislamiento de paradigmas integradores, que era el caldo de cultivo donde se alimentaba la exclusión y la desintegración. Muestra sencilla de ello, era el conformismo que la gente mostraba ante las cosas malas y denigrantes que le sucedían, a las cuales, no les buscaba solución, sino, que siempre las justificaba como algo ineludible y, procedía entonces a clavar la cabeza en un hueco en el suelo como los avestruces, constituyéndose ello, en untriunfo para los hegemónicos. No era raro, ver cómo, se daban rivalidades en los jóvenes y adolescente de la parte de abajo de un pueblo o barrio con los del sector de arriba del mismo sitio, que los llevaban a peleas, sin ninguna razón que lo justificase, sino, un egoísmo predial. Eso, se alimentaba por mucho tiempo y nunca o casi nunca se cultivaba el dialogo o la integración, para acometer la solución de situaciones comunes que afectaban a sectores iguales que solo eran separados por una calle. Aunque sea difícil de creer, esto es egoísmo puro y crea división e inacción, sobre todo del pensamiento, lo que a la postre producía la situación que favorecía los planes de los hegemónicos, que nos mantenían ajenos a eventos contrarios a nuestros intereses, como por ejemplo, el célebre pacto de Washington, entre el gobierno imperial y el trío Betancourt, Caldera y Villalba, que luego fue refrendado por el pacto de punto fijo, mediante el cual se hipotecaba nuestra soberanía la injerencia imperial mediante la manipulación de la legislación venezolana, o la lesiva influencia del FMI, el banco mundial, y quien sabe que otros eventos clasificados de intervención contra nuestros pueblos.
Bien, esta es la situación que logró cambiar Hugo Chávez, quien nunca cayó en la trampa del egoísmo, la exclusión y la desintegración, observen que una de las calumnias con la cual, la derecha quiso derrotar o descalificar a Chávez, fue con el supuesto resentimiento social del presidente, algo así como, que, si un resentido social accedía al poder, inmediatamente, iba a vengarse y ello provocaría un aislamiento del país del entorno mundial –algo que no existía sino todo lo contrario-. Pues Chávez hizo todo lo contrario cuando accedió al poder, ciertamente fue irreverente ante el imperio y lo puso en su sitio en el mejor sentido de la palabra, -algo increíble- pero, también fue a los espacios más excluidos de ese imperio, en sus propias entrañas, los barrios del Bronx, y las comunidades indígenas olvidadas y excluidas secularmente y, auxilió a esa gente, sin egoísmos con la más pura y autentica solidaridad, dando lo que más necesitaban: Calor para paliar el frío asesino que el propio imperio no era capaz de solucionar, solo porque las trabas de su lógica capitalista se lo prohibían.
Así mismo, pero en nuestras latitudes el presidente Chávez echó por tierra el egoísmo y la competencia, sembrado en la conciencia de nuestros pueblos, cuando, venciendo la malvada negativa a tender la mano al necesitado, creó Petrocaribe para ayudar a los pueblos del Caribe y Centroamérica a sacudirse el yugo energético al cual le sometían las transnacionales al especular con el petróleo que ni siquiera era de ellos,-era nuestro-. Esa malvada manipulación, nos hacia cómplices inconscientes de ese delito de lesa humanidad, he aquí, que Chávez, otra vez con hechos, muestra que el egoísmo no es inherente a nuestra esencia humana.
Hoy, usted lector, ante tan formidable ejemplo de amor y solidaridad, sí le pidieran definir a la oposición venezolana y sus seguidores, usted puede decir, que son, un sector del pueblo venezolano que admite su mala actitud y no solo eso, sino que además se siente orgullosa de ello sin disculparse ante nadie y sin disimular su mala actitud contra la humanidad.
Ese es el hombre, que consumió su vida, para dar a su pueblo la mayor suma de felicidad posible, hizo de la inclusión de los excluidos su motivo de vida y se integró de tal forma con su pueblo, que hoy el pueblo es millones de Chávez, ¡CHÁVEZ VIVE EN CADA UNO DE NOSOTROS!
¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOBERANA Y SOCIALISTA!
¡GRACIAS HERMANO HUGO, POR LA PATRIA!
¡VIVIREMOS Y VENCREMOS!
wiliancastillop@gmail.com
(elindio)