Lo que está a la vista no necesita más explicaciones. El candidato perdedor inicio su campaña desconociendo las vigencias del pensamiento Chavista y su metodología de lucha. Una acción que se pretendía fuera entendida como una travesura del muchacho malcriado, lechuguino y petimetre con la cual provocar una respuesta contundente en las filas de la revolución. Pero nuevamente se equivoco, y al igual que en las pasadas elecciones del 7-O., parafraseando a Cantinflas: ahí está el detalle.
Tal atrevimiento no solo es una flagrante idiotez en términos políticos, científicos y sociales, sino que constituye la negación a la historia pasada y resiente del heroico pueblo de Venezuela. Indudablemente, este viejo devenido en muchacho, por su vacio de conciencia (conocimiento de la realidad tangible y concreta) en un afán de sostener el odio de clases sociales, agrede a las mayorías y hasta ofenden el dolor las madres que por desgracia deben enterrar a sus hijos.
Este pobre infeliz, se hace llamar el representante de la clase media y expresa sin ninguna vergüenza la lástima que le produce los pobres de la patria. El no quiere percatarse de la madurez alcanzada por el pueblo venezolano, el cree que pobre es igual a iletrado, analfabeta e ignorante y ratifica el precepto positivista burgués de finales del siglo IXX y comienzos del XX: que tener es igual a saber.
En ese sentido debo decirle que los pobres de la patria, somos pobre en cuanto a la obtención de los objetos fetiches de consumo que la desviada y verdaderamente empobrecida clase que él dice representar, le plantea como taxonomía para la superación. En otras palabras, el categoriza pobreza como incapacidad para consumir marcas, signos y símbolos, y niega que la superación de la oscuridad del consumismo, da la liberación de la conciencia de sí y para sí en la construcción de un estadio económico social para el logro de la mayor suma de felicidad para todos.
Adicionalmente es menester recordarle que en 14 años, gracias a la revolución hemos superado en buena medida la miseria material e intelectual del pueblo, y hasta hemos reivindicado la seguridad social y de la propiedad de la explotada clase media venezolana, que vio como todas sus aspiraciones fueron sepultadas por el neoliberalismo de la década de los 80 y 90. Basta comparar para juzgar.
Bien lo expreso el camarada Pepe Mujica, con Chávez avanzamos en la superación de la miseria, ahora la batalla es por el fortalecimiento de la lucha contra la estupidez ilustrada del capitalismo como sistema de perversión de lo humano.
Por ahora tenemos dos tareas inmediatas por hacer, por un lado ganar la elecciones del 14-A y por el otro, fortalecer las instituciones del estado socialista y del partido para romper las ataduras a las infames conductas pequeño burguesas que ofenden la dignidad de la revolución bolivariana.
Apenas tenemos 14 años y como dijo el comandante presidente eterno, no es poca cosa la que se ha hecho, de allí que es menester seguir nuestro propio proceso político. No perdamos de vista que Revolución es auto critica, construcción y reconstrucción permanente. Tenemos patria, tenemos objetivos, tenemos utopía y sueños, no dejemos de luchar. Con Chávez y Maduro el pueblo está seguro.
(°) Militante de la Revolución, Analista Político