Recuerdo a pocos días de las elecciones del próximo domingo, la actitud de los opositores antes del 7-O: ellos pensaban, o más bien, estaban seguros que iban a ganar.
Recuerdo la euforia con la que ya llamaban a Capriles "Presidente".
Recuerdo también cuando me amenazaban por varias vías, preguntándome "dónde te vas a meter tú el 8 de octubre".
Cómo no recordar que después de aquel 8, hasta los sicólogos tuvieron que trabajar los fines de semanas para atender a tanto derechista deprimido y al borde del suicidio.
Hoy veo, a pocos días de las elecciones del próximo domingo, las actitudes de los opositores que piensan, o más bien, están seguros que van a ganar.
Veo la euforia con la que ya llaman a Capriles "Presidente".
Ya comienzan a amenazarme por varias vías, preguntándome: "dónde te vas a meter tú el 15 de abril".
¿Estarán listos los sicólogos para trabajar los fines de semanas venideros y atender a tanto derechista deprimido y al borde del suicidio?
Como dice aquel viejo proverbio árabe: “La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía".