Es perfecto que nuestro “Comando de Campaña Hugo Chávez” haya llenado de canciones cada evento electoral porque de alguna manera tenemos que sacudirnos el sentimiento y nada mejor que cantar y cantar.
La tristeza es inútil, cuando uno está triste la moral decae, por eso hay que estar alegres y especialmente cuando vamos al combate; Chávez lo sabía y, en consecuencia se la pasaba cantando aunque casi todas las veces lo hacía desafinado.
Fíjate que tú reconoces a un escuálido por la tristeza que refleja, cuando no por sus explosiones de odio, y es que ningún escuálido deja su hiel en casa, suele andar como alumbrao (y, valga la acepción como de una persona que anda prendida, embrujada, alocada, sin tino).
Cuando el Comandante cantaba esa que dice “..el cura´e san juan de dios / le dijo a su monigote/por más que te tongonees/siempre se te ve el mogote …y etc”, me parecía muy bien porque le viene al pelo a esos sinvergüenzas, (del alto clero, especialmente).
Es que el escualidismo es una nueva enfermedad mental en Venezuela, no tengo otra conjetura, aunque si un remedio casero bien bueno: darles un palo por la cabeza y hacerles un chichón.
Pero, al grano, esta madrugadita miré en la pantallita a un extraordinario prodigio de canto, Dúo de niños que cantaron a Chávez, “El Potrillo” y Lucía.
¡Fantástico! Es lo más conmovedor que he visto cantar en mucho tiempo.
¡Qué par de niños, se pierden de vista!
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