El pasado14-A vivimos una jornada electoral de total civismo, casi 15 millones de venezolanos y venezolanas ejercieron su derecho al voto, significando ello una participación del 80% del electorado. Estas cifras son inéditas en comparación a otros países con sistemas democráticos donde votar es un derecho mas no una obligación, ni siquiera existen penalizaciones o multas para aquellos que no votan, sin embargo, obtenemos altos niveles de participación.
A lo largo de estos años el Estado Venezolano ha realizado inversiones importantísimas para tener un sistema electoral sólido, robusto, confiable, rápido y totalmente auditable. En los últimos 14 años ha habido casi una veintena de elecciones y proceso tras proceso el Poder Electoral a través del Consejo Nacional Electoral (CNE) ha ido mejorando los procesos, hasta tal punto y sin ánimos de exagerar, sea un sistema casi perfecto por no decir perfecto y uno de los más modernos a nivel mundial. Precisamente el Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana Hugo Chávez en sus 14 años en el poder y con su gran espíritu democrático fue un gran preocupado y ocupado porque esto fuera así.
No obstante vale recordar que en los años 2004, 2005, 2007 y 2008 el sistema electoral fue cuestionado fuertemente por la oposición alegando que el sistema no era confiable y se prestaba para la “trampa”. Esta afirmación se cayó por inercia cuando en el 2007 el oficialismo obtiene la derrota electoral en las elecciones para aprobar la reforma constitucional y en el 2008 al ganar gobernaciones de estados importantes. A partir de ese momento han tenido que revertir estas opiniones y hacer un gran esfuerzo para decir que el voto es secreto y que no hay posibilidades de que la máquina cambie su voluntad popular, claro está, siempre dejan abierto una pequeña ventanita para la duda por si las cosas no salen bien y cantar FRAUDE, FRAUDE!.
Ahora bien, me permitiré resumir el proceso de electoral en un centro de votación automatizado. Digamos que existe un equipo de trabajo conformado por un coordinador del centro de votación designado por el CNE, encargado de la logística, infraestructura y de asistencia general en el proceso, el presidente por cada mesa electoral, los miembros A y B, la secretaria o secretario, miembro de reserva, suplentes, LOS TESTIGOS por partido político que observan todo el proceso de principio a fin, el técnico de soporte y el plan república.
El viernes previo a las elecciones se recibe el material, se verifica que todo está en orden, se llenan las actas de constitución de la mesa, se generan los reportes de diagnóstico de la máquina de votación, se chequean las credenciales y se deja todo ordenado en forma de herradura para el día de la elección. Llega el día…. Domingo, se chequea que todo está como se dejó el viernes, se toma juramento de cada uno de los miembros de la mesa en presencia de LOS TESTIGOS y del plan república. Se colocan los afiches respectivos, listado de electores en la entrada del centro, identificaciones, se coloca el paraban y se anuncia el acto de votación, siendo el primer paso imprimir el ACTA DE INICIALIZACIÓN, que debe reflejar la cantidad de cero (0) votos, comienzan a votar los presentes en la mesa y luego los ciudadanos que desde muy temprano están haciendo su cola. Se solicita la cédula de identidad laminada, se introduce el número en la máquina capta huella, luego se le solicita el pulgar derecho y si todo coincide la máquina capta huella indica que la persona puede votar, es entonces cuando el presidente de mesa activa la máquina y con un promedio de sólo 15 segundos se escucha un pitido indicando que la persona ya votó (seleccionó su candidato o candidata de preferencia en el tarjetón, en pantalla el aparece la fotografía y de manera táctil toca la opción votar). La máquina emite el comprobante o recibo y muchos lo besan, otros se lo pegan en el corazón, otros ven al cielo, otros lloran y se quedan viendo su voto con esperanza, pero otros (la excepción) se lo comen, lo rompen, se lo meten en el bolsillo y hasta introducen otro papelito en la caja de resguardo. Lo correcto es doblarlo en dos e introducirlo. Una vez superada esta etapa se procede a firmar y estampar su huella en el cuaderno de votación, a manchar el meñique en la tinta indeleble y listo!. Mientras todo esto ocurre existen unos 10 pares de ojos que están pendientes de hasta el más mínimo detalle.
Este proceso se repite una y otra vez hasta las 6:00 PM mientras no haya electores en cola. Una vez cerrado el centro de votación se anuncia el cierre del proceso electoral y se le solicita al técnico de soporte emita las ACTAS DE ESCRUTINIO, las cuales son firmadas y estampadas con las huellas por los miembros de mesa, el técnico de soporte y LOS TESTIGOS, de los cuales la MUD indicaba días previos al 14-A que tenían presencia en el 100% de los centros de votación. Estas actas también conocidas como “chorizos” indican el total de personas que votaron y el desglose de cada voto por cada candidato y por cada partido político, así como también los votos nulos. Posteriormente se toma el CUADERNO DE VOTACIÓN y se contabiliza manualmente cuantos personas votaron y cuantas no y como por arte de magia todo COINCIDE, gracias a la tecnología, a la automatización de procesos. Si no coincide es porque se contó mal en el cuaderno, pero fácilmente se vuelve a contar y resulta que coincide la cantidad de votantes con lo reflejado en el ACTA DE ESCRUTINIO. Luego de ese momento los testigos comienzan a enviar vía SMS, WASSUP o PIN los resultados de su mesa electoral al comando de campaña que le corresponde. Es importante destacar que en este proceso también son testigos los ciudadanos que desean pasar a presenciar este acto, la cantidad de personas para presenciarlo dependerá de las dimensiones del espacio físico en el cual nos encontremos. Una vez finalizada esta etapa se procede a TRANSMITIR LOS RESULTADOS a través de la telemática que están alojados en esa máquina de votación, igualmente estos resultados están almacenados en una memoria removible que el técnico de soporte entrega al presidente de mesa para guardarlo en los sobres para tal fin.
Una vez concluido este proceso los presidentes de centros electorales de dos o más mesas sortean a quien le corresponde la VERIFICACIÓN CIUDADANA, llamada también AUDITORIA. Insisto, LOS PRESIDENTES de mesa sortean, aquí el CNE NO DECIDE NADA, es cuestión de suerte para algunos o mala suerte para otros si sale sorteada su mesa para ejecutar este proceso. Una vez conocido a cual mesa le corresponde efectuar la VERIFICACIÓN CIUDADANA se procede a voltear cuidadosamente la caja sobre un mesón y contar papelito por papelito, anotando en una pizarra la cantidad de votos por candidato y por partido político y al finalizar por arte de magia TODO COINCIDE, si no COINCIDE se vuelve a contar y resulta que coincide. En el caso de que efectivamente no coincida se debe a una de las razones que comenté anteriormente: se comieron el papelito, se lo metieron en el bolsillo, lo rompieron o introdujeron otros papelitos. En todo caso se deja asentado en un acta la incidencia, pero lo que si no tiene dudas es que lo real es lo que refleja el ACTA DE ESCRUTINIO, es decir el VOTO ELECTRÓNICO puede más que un papelito, haciendo una analogía con piedra, papel o tijera, el papelito es el papel y el voto electrónico la tijera.
No se puede dejar de mencionar que la conformación de las mesas electorales esta diseñada para que la VERIFICACIÓN CIUDADANA se realice en el 54% de los centros de votación, una cifra que excede con creces los principios representativos en las muestras estadísticas, ya que una muestra tradicionalmente no supera ni siquiera el 3% de los elementos contenido en un universo
Nota: En aquellos centros donde sólo exista una mesa debe efectuarse la verificación ciudadana.
Una vez terminado este proceso se organiza el material de acuerdo a las instrucciones del CNE, se firma por los miembros de la mesa, los testigos, el técnico de soporte y se entrega al Plan República para su resguardo.
Lo explicado anteriormente demuestra un proceso totalmente blindado, seguro, confiable y transparente. El conteo manual es una bofetada a las Tecnologías de la Información y la Comunicación, a los testigos, a los ciudadanos que presencian los actos que pudieran llamarse crítico. Una caja de votos podrá quemarse, mojarse, perderse, lo que sea, pero un voto electrónico transmitido a unos servidores de base de datos altamente resguardados por el CNE y además almacenado en una memoria extraíble es lo suficientemente seguro como para “dudar”.
Indiscutiblemente la solicitud de contar papelito por papelito es caprichosa, temeraria, incoherente y totalmente desestabilizadora, de manera que a todas luces demuestran la falta de ética política en quienes dirigen a la oposición, además de un irrespeto a los más de 7 millones y medio que se expresaron a favor del hoy Presidente Electo Nicolás Maduro. Igualmente podríamos decir que es antidemocrático puesto que las reglas indican que se auditó el 54% de los centros de votación, no el 100%, pero además cada una de las fases es auditada por expertos que designa cada tolda política para verificar desde la tinta hasta el código fuente del sistema.
En la democracia venezolana se gana o se pierde con la mitad de los votos más uno. Con ese sistema ha ganado la oposición y el oficialismo, ha ganado el país. Y cuando las diferencias han sido cortas siendo la opción del chavismo la derrotada, el pueblo no ha exigido el conteo del 100% porque confía en el sistema pero porque además tiene altos niveles de civismo. De aceptar el chantaje de contar los votos manualmente, estaríamos retrocediendo al siglo pasado, donde la voluntad del pueblo no era respetada, estaríamos entonces a las puertas de elegir manualmente en las venideras elecciones municipales.
@rodrigc05