Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional del Estado Bolivariano de Venezuela debe asumir un cambio de ruta en el salón de secciones del recinto parlamentario e indicar el camino para apostar a una mejor sensibilidad de parte de aquellos diputados que se niegan a ejercer su trabajo sobre políticas sociales. En este sentido, debe aplicarse la desvertebración del fascismo en el movimiento político intolerante que desea aplicar un estallido social de consecuencias imprevisibles entre el pueblo venezolano, recordando el pasado, cuando se efectuaban guarimbas y paros indefinidos.
Debemos abogar por la democracia y aplicar políticas que dinamiten las acciones de descalificación que algunos diputados desean inspirar en cada una de sus actuaciones, hay que abrir caminos en defensa de la propia democracia, la Asamblea Nacional debe reforzar algunas medidas legales para impedir el abuso hacia la Constitución Bolivariana del país. Hoy, ese principio debe ser inspirado para levantar muros contra el golpismo y de aquellos deseosos de denostar la bandera de nuestra libertad.
Algunos diputados buscan destabilizar el país y crear una falsa imagen del palacio legislador y dar cuenta falsa de estar con los más débiles. La situación actual exige tolerancia y colaboración voluntaria para despejar el tejado en el parlamento. Se debe ser realista, con mucha convicción de patria, ir a la aplicación de medidas cargadas de justicia y sensibilidad social.
La plataforma política opositora con su grupo parlamentario, busca activarse nuevamente en un plan conjunto con su brazo ejecutor, Henrique Capriles Randoski.
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