Uno de los hechos políticos más relevantes del nuevo gobierno que preside el camarada Nicolás Maduro lo es el llamado Gobierno de Calle, figura política que plantea una movilización multisectorial del Gabinete Ejecutivo en un estado específico, en este caso, el Zulia, y un programa diverso de contacto con sectores del poder popular, instituciones de la talla de Pdvsa, sectores empresariales, visitas a comunidades, las más alejadas como la fronteriza Paraguachón.
Un esfuerzo sinérgico del Jefe de Estado con su Equipo de Trabajo sin duda de enorme importancia para acometer las políticas de llevar los nuevos planes de gobierno a la práctica comenzando por diagnosticar problemáticas de diverso género, conocer carencias básicas del pueblo, palpar errores cometidos por funcionarios de diversos niveles. En fin, un nuevo y novedoso método de gobernar que ha levantado enormes expectativas en el país no sólo por el anuncio inicial hecho por el Presidente sino su concreción práctica, hecho que evidencia que el gobierno no se va a enchinchorrar.
Evidentemente que los 5 días que estuvo el Presidente y sus ministros, junto al gobernador Francisco Arias, en el estado Zulia –el primer estado priorizado por su importancia estratégica– arrojaron importantes resultados y grandes compromisos del Gobierno con el pueblo zuliano, proyectos que impactaron por su importancia y valor estratégico.
Los hechos demuestran que la política del Gobierno de Calle fue un acierto, pero en el tiempo se necesitarían por lo menos 3 meses para que el Presidente Maduro visite las 24 entidades, eso sin dejar de contemplar que hay políticas para las relaciones exteriores, viajes a países de América Latina y el Caribe, la política de seguridad, la política de defensa, eventos como el 1º de Mayo, días conmemorativos como el 24 de junio, 5 de julio 24 de julio, etc., etc.
¿Qué proponemos?
Hacer del Gobierno de Calle una política nacional. Que el Presidente Nicolás no las asuma él solo con sus ministros. Si es una política nacional debe ser desarrollada e impulsada por los Gobernadores (Consejo Federal de Gobierno) y por los Alcaldes. Eso coadyuvará al incremento de los diagnósticos, acelerará los tiempos para enfrentar y solucionar los problemas regionales, incrementará la construcción y desarrollo del poder popular en la construcción del Estado Socialista, en el desmontaje del Estado burgués.
Impulsar la política del Gobierno de Calle y la participación del poder popular permitirá el desarrollo de los planes económicos socialistas, incrementará la producción agrícola, ganadera, lechera y en todos los órdenes. Permitirá enfrentar y eliminar de manera definitiva el latifundismo. El esfuerzo hacia el agro es vital para cerrar la brecha alimentaria, de igual manera con el esfuerzo del desarrollo agro industrial que permita doblegar los monopolios (Polar, Alfonzo Rivas, etc.) agro industriales privados que forman parte de la guerra económica contra el pueblo y la revolución con su política hambreadora de esconder los alimentos fundamentales que producen para someter al pueblo venezolano a la hambruna y la desesperación, con las alzas desmedidas de los alimentos.
El Gobierno de Calle no debe ser sólo del Ejecutivo Nacional –hay que cuidar a Nicolás Maduro y no dejar que se agote y reviente por el exceso de trabajo– sino elevar el nivel de participación del poder popular.
Maduro está trabajando y duro, está gobernando con su equipo pero hay que darle más proyección mediática, audio visual, impresa en el Sibsi y en los medios alternativos y comunitarios a todo lo que se está haciendo, es la única forma de romper el cerco de silencio, la censura que la oligarquía mediática le impone al gobierno y a la revolución.
(humbertocaracola@gmail.com) (@hgcaracola) (Con las enseñanzas y la guía de Chávez, con la dirección de Maduro y la revolución, todo)