Venezuela: rebrote inflacionario y el falso problema de la crisis externa

Ante todo hay que dejar en claro que la economía venezolana no está atravesando por una grave situación de crisis o restricción externa y que el déficit fiscal, es un problema que puede ser manejado sin necesidad de hacer un ajuste recesivo y regresivo, pese a que los economistas de la derecha siguen insistiendo apocalípticamente en que la economía venezolana está al borde del abismo o ya cayó al mismo (1).

Para ello, los neoliberales han recurrido a los análisis tradicionales a los que nos tienen acostumbrados tanto los organismos multilaterales, las agencias calificadoras de riesgo y los bancos de inversión. Lo más grave aún es que algunos economistas que dicen identificarse con el proceso revolucionario, repiten como loros este diagnóstico (2).

Tal diagnóstico, condimentado con una dosis de alarma catastrófica, termina sugiriendo(directa o solapadamente) las recetas tradicionales del Consenso de Washington.

Los resultados de la inflación de abril, exigen que se tomen medidas inmediatas, pero tratando de evitar caer en la emboscada que, los partidarios de ajuste neoliberal, le quieren tender al gobierno. El crecimiento de los precios en el mes de abril muestra un resultado preocupante, al alcanzar 4,3%  en el mes, lo que significa una inflación acumulada en los primeros cuatro meses del año de 12,5% y una inflación anualizada (los últimos 12 meses) de 29,4%.

Esta aceleración inflacionaria está acompañada por el incremento del desabastecimiento y de la escasez de rubros que aunque son puntuales son sensibles para la vida cotidiana de los venezolanos. Gran parte de este problema coyuntural se puede enfrentar si se utilizan los recursos existentes en la economía venezolana. Si se parte de un diagnóstico catastrófico se pueden llegar a tomar medidas que en vez de curar al enfermo agraven su situación. 

¿Crisis o desorden?

Veamos que nos dicen las cifras del sector externo, de nuestra economía capitalista y petrolera, para aseverar la tesis catastrófica que quieren posicionar poderes fácticos del capital. Una economía que, en 2012, le ingresaron por concepto de exportaciones 97.340 millones de dólares, y que al pagar por importaciones 59.339 millones de dólares, tiene un saldo superavitario en la cuenta de mercancías excepcional: 38.001 millones de dólares. Si a esto le restamos algunos conceptos como pagos de servicios, tenemos un superávit en cuenta corriente, envidiable para cualquier país en América Latina, unos 11.016 millones de dólares. Este resultado en el año 2011 fue más sorprendente, ¡al llegar a situarse en 24.387 millones de dólares! (3)

Es una economía que tiene 291.866 millones de dólares en activos en el extranjero, que restándole la fuga de capitales del sector privado nos queda que el sector público posee131.587 millones de dólares colocados en el exterior.  Entonces, de acuerdo a esta cifra, publicada por el Banco Central,  no deberíamos tener un problema de restricción externa. (4)

Algo parecido ocurre con el déficit fiscal. Resulta paradójico el titular del semanario Reporte del pasado viernes 03 de mayo, que reza en forma alarmante Las arcas del gobierno están vacías. Mientras que en el mismo pasquín, se señala que la banca privada ha tenido ganancias extraordinarias en los primeros tres meses del año, con el detalle que la mayoría de los depósitos provienen del sector público.

Mientras el Gobierno aparentemente tiene graves problemas de caja, la Banca casi se ahoga en una liquidez extraordinaria y ha obtenido ingentes ganancias a costa de los recursos que el gobierno tiene depositada en ella.

Mientras el BCV trata de distribuir las menguadas reservas operativas y la CADIVI está amarrada de manos para ponerse al día con las asignaciones pendientes, repercutiendo esto en parte importante de la escasez de bienes esenciales, el sector público tiene casi 3 veces las reservas internacionales en el exterior, con una porción líquida casi equivalente a estas reservas. 

Es evidente que, más que un problema de falta de recursos o de restricción externa, hay un problema de desorden y descoordinación en el manejo de los flujos de caja y los activos nacionales e internacionales del gobierno.

Si hay crisis, esta no tiene nada que ver con la solvencia y liquidez externa de la economía; si hay una crisis no es una crisis externa, es mas bien una crisis absurda donde el desorden y la falta de coordinación de los fondos y los flujos financieros del gobierno crean cuellos de botellas, como el que Banco Central le falten dólares para CADIVI, mientras los activos externos líquidos de instituciones de públicas están durmiendo en cuentas en el exterior.

Como se observa es una situación manejable, no catastrófica como ocurría durante el sabotaje petrolero de 2002 o cuando Chávez recibió el gobierno en 1999. Eso si, si el gobierno no toma medidas inmediatas para poner orden y fortalecer su capacidad de liquidez en los pagos externos, el tiempo y la economía serán implacables.

Enfrentar el desabastecimiento y la escasez de productos básicos, así como disminuir la presión ejercida por el mercado paralelo, y sus consecuentes efectos inflacionarios, dependerá en una gran parte, de cómo el gobierno maneje los recursos financieros que posee. Eso requiere coordinación y reprogramar los fondos y los flujos e caja. Si no lo hace en los próximos meses, hay una alta probabilidad que entremos en otra frase de deterioro económico y político del gobierno.

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NOTAS:

(1) Ver el artículo de José Guerra Graves problemas económicos de hoy publicado en Tal Cual, en su edición del miércoles 08/05/2013;

(2) Los escritos del ex-Ministro Víctor Alvarez,  especialmente Principales retos económicos de Nicolás Maduro . Igual ocurre con más claridad en el documento ¿Qué hacer?, cuyo autoría  no es de Lenín, sino del ex- Ministro Felipe Pérez , quien ha influído en la mayor parte del componente económico (mientras que los tutores intelectuales son Francisco Rodríguez del Bank of America y Ricardo Hausman)

(3) Ver en Banco Central de Venezuela, Cuadro de Balanza de Pagos, en http://www.bcv.org.ve/c2/indicadores.asp

(4) Banco Central de Venezuela. Cuadro titulado Posición de Inversión Internacional, enhttp://www.bcv.org.ve/c2/indicadores.asp

 

*Economista, Sociedad de Economía Política Radical



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Simón Andrés Zúñiga

Economista Venezolano, Sociedad de Economía Política Crítica (SER)


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