El día miércoles 15 de mayo, tuvimos la oportunidad de participar en calidad de observadora, junto con un grupo de profesionales, en la novena jornada de ampliación del proceso de verificación ciudadana Fase II de los resultados de las elecciones presidenciales del 14-A, que el CNE lleva a cabo por solicitud de la Mesa de la Unidad.

De esta experiencia hay que relatar varios aspectos que la mayoría de las y los ciudadanos quizás desconocemos, por no estar suficientemente familiarizados con el proceso y la normativa electoral venezolana, y también por el silencio que han guardado los medios privados sobre este proceso de auditoría solicitado por la oposición venezolana.

En primer lugar, los funcionarios del CNE dispuestos para atender a los observadores durante toda la jornada nos explicaron de forma detallada la metodología de esta verificación, que no es otra que la misma que se aplica en caliente con el 54% de las mesas, tal y como está previsto en la ley electoral venezolana (un porcentaje que por cierto es un exabrupto estadístico, pues con un número muchísimo menor bastaría para dar cuenta de la regularidad del proceso, pero que se decidió que fuese así de alto para garantizar a todos los factores políticos que tuviesen dudas sobre el sistema, que la auditoría del mismo daría cuenta de la mayoría de las mesas). El proceso implica entonces el conteo de todas y cada una de las papeletas de las cajas que se auditan, su totalizacion y comparación con el resultado que refleja el acta. Si no hay discrepancia entre uno y otro resultado se emite un acta de verificación satisfactoria. De haber discrepancia, y luego de haber recontado tres veces las papeletas, se verifica en el cuaderno de votación, donde los miembros de mesa y testigos deben haber dado cuenta de esta diferencia (por ejemplo, en el caso de que un elector destruyera su comprobante). En ese caso, se considera que la discrepancia es justificada y se emite un acta de verificación satisfactoria. De haber una discrepancia que no se justificara en el cuaderno de votación se emitiría un acta de verificación insatisfactoria.

Ese miércoles pudimos presenciar la verificación de 356 mesas de votación, con 25 incidencias, todas justificadas en los cuadernos de votación, y un 0% de incidencias no justificada. Se nos informó que esa era la novena jornada sin incidencias no justificadas, lo que se suma al total de las mesas auditadas el 14-A que tampoco presentaron diferencias no justificadas.

Este demuestra dos factores claves: por una parte, que se está contando y recontando todos y cada uno de los comprobantes de votación, y por el otro, que los cuadernos de votación están disponibles en todo momento para el equipo auditor. Dos condiciones que la oposición se ha esforzado en desconocer.

También pudimos conocer que el equipo de auditores externos está conformado por 30 profesores universitarios, de la UCV, USB, UDO, y UBV, siendo la mayoría profesores de la UCV y la USB, y un grupo de 60 estudiantes de las mismas casas de estudio, y en la misma proporción. Tanto profesores como estudiantes son de las carreras de informática y estadística, y si bien algunas autoridades universitarias han desconocido su participación en este proceso, diciendo que los mismos no representan a las universidades, en el caso de los profesores son profesionales reconocidos en sus áreas de competencia.
Este equipo de auditores externos está acompañado por 60 técnicos del CNE. Un total de 150 personas dispuestas en 60 mesas de verificación que se acondicionaron en las instalaciones del CNE en Filas de Mariche, para dar cumplimiento a un proceso solicitado por la oposición venezolana.

Resulta entonces curioso que el factor político que solicitara este proceso, que implica un gasto público y un despliegue logístico considerable no hagan presencia en esta auditoría. Sin embargo, es necesario aclarar que si bien la Mesa de la Unidad, de forma incoherente, decidió no participar de este evento, otros factores de la oposición como los representantes del partido NUVIPA, o la propia ex candidata presidencial Reina Sequera sí hacen parte del mismo y reconocen los resultados hasta ahora obtenidos. Por cierto, también llama la atención que los medios privados, que tanto han insistido en decir que no se les deja tener acceso a este proceso de auditoría no asistan a las ruedas de prensa ofrecidas por el CNE, ni den cobertura al hecho de que el poder electoral ha dispuesto de cámaras que trasmiten en vivo y en caliente, a través de la página web del CNE todo el proceso a fin de garantizar la transparencia del mismo.

Otro factor que nos llamó mucho la atención fue enterarnos de que el mismo día de las elecciones, los miembros de mesa, junto con testigos de los partidos políticos, y electores de los centros de votación decidieron auditar más mesas de la cantidad dispuesta por el poder electoral. Hubo centros en los que por insistencia de los electores se auditó el total de las mesas, con lo que para el día nueve de este proceso de verificación se sabía que ya un 11,99% adicional al 54% de las mesas había sido auditado el mismo 14-A. Un total de un 66% auditado en caliente sin incidencias no justificadas.

Por último, sólo quisiera destacar el espíritu de los funcionarios del CNE, quienes demostraron estar muy conscientes del rol histórico que tienen como garantes de nuestro derecho a escoger a nuestros funcionarios por la vía democrática.

Es lamentable entonces que un factor político insista en desconocer a nuestro poder electoral simplemente por no haber logrado por la vía democrática el apoyo de la mayoría. Se lacera así no sólo la institucionalidad del Estado, sino más aun la capacidad de diálogo político con una dirigencia de la oposición que insiste en engañar a su militancia con una serie de mitos infundados que en muchos caso dan pena ajena por lo básico y elemental que resulta su desmontaje. Entiendo ahora que lo único chucuto de esta auditoría es el rol de la MUD y su dirigencia.

Por ello la intención de compartir estas impresiones, sobre todo para aquellas personas que por desconocimiento pudieran tener dudas razonables sobre el proceso electoral venezolano.

liliamarga@gmail.com