Hemos sostenido que una de las regiones con mayor problemática, no solamente laboral, sino de todo orden, es precisamente la región Guayana por ser la sede del complejo industrial básico que abarca: la generación de energía eléctrica, la extracción del hierro y la fabricación de acero, la extracción de bauxita y la fabricación de aluminio y la extracción de oro, diamantes y finalmente la maravilla del coltran. Es la morada donde se acumulan los sueños y las esperanzas de centenares y miles de trabajadores; de todas las clasificaciones, provenientes de todos los rincones del país y del mundo. Con esta visión estratégica se complementa con que de acuerdo a lo que expresa el Plan de la Patria elaborado por el presidente Chavez y aprobado por el pueblo venezolano en dos procesos electorales consecutivos, Guayana es la entrada al Mercado Común del Sur. De ahí los planes de vialidad nacional, que son los puentes, Orinoquia y Mercosur; sobre el rio Orinoco.
Guayana es un laboratorio financiero del capitalismo internacional, complementado ahora con la asignación de los lotes de la Faja Petrolífera del Orinoco. También es un laboratorio de carácter social y político, en el cual; sindicaleros de oficio y politiqueros bates quebrados; reformistas y de derecha; mezcla de todas las religiones habidas y por haber; pidiéndole a estos trabajadores la genuflexión y la conformidad con la miseria. Lo cual es el producto del trabajo de las mafias que se han apoderado de toda la economía regional. Sabemos que esto preocupa al gobierno nacional y que hasta ahora no ha encontrado, una estrategia valida que le permita resolver a corto, mediano y largo plazo las contradicciones entre los trabajadores, el capital y el Estado. Lamentablemente ha fracasado en la iniciativa del cambio del modelo productivo; según las declaraciones del propio presidente Nicolás Maduro; y los sindicaleros se frotan las manos de contento, poniendo en el primer plano de su estrategia política golpista, lo referente a la discusión y aprobación de los contratos colectivos; negándose a aceptar cualquier innovación al respecto. Las peleas domesticas ente el gobernador Rangel Gómez y el alcalde López, aunado a la guerra mediática y al acaparamiento, provocaron la primera derrota del PSUV en el estado Bolívar.
El gobierno nacional debe definir su estrategia, económica y política, que permita mejorar el nivel de vida de los trabajadores y garantizar el desarrollo tecnológico y la productividad del complejo industrial de la región. Debemos de profundizar el socialismo del siglo XXI en Guayana.