Ahora que parece agitarse el debate teórico sobre los problemas vinculados con la construcción socialista, es fundamental recordar algunas premisas para su abordaje, a saber:
1. La historia ha demostrado que no existe receta teórica para intentar la construcción del socialismo, en tanta sociedad superior al Capitalismo. Recordemos lo afirmado por Fidel Castro, en el sentido de que su principal error a comienzo de la Revolución, fue haber creído que alguien tenía claro como se iba a edificar el socialismo en Cuba.
2. Es esencial tener claro que durante el llamado periodo de transición es inevitable la coexistencia y la competencia entre el capitalismo y las nuevas formas socialistas, en medio de un conjunto de contradicciones agrupadas en cinco grandes bloques: la contradicción entre la dominación política de las fuerzas emergentes y la hegemonía ideo-cultural de las antiguas fuerzas capitalistas; la contradicción de los nuevos derechos y necesidades sociales vs el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas para lograr su satisfacción; la contradicción existentes entre las nuevas formas económicas socialistas vs el predominio de las viejas formas capitalistas; el poder del Estado propio, entre dicho vs el naciente poder popular: y la contradicción mundialización capitalista-imperial vs la transición socialista a escala nacional.
3. La suerte ulterior del proceso de transición y, por tanto, del socialismo propiamente dicho dependerá en todo momento de la superación consciente y planificada de estos bloques de contradicciones por parte de una vanguardia política con capacidad para conducir el proceso. En esto no juegan ningún papel el fantasionismo idealista ni el voluntarismo estéril.
4. En este proceso de confrontación y competencia que se da en el periodo de transición la eficiencia en el terreno de la economía desempeña un papel determinante, porque en ella se juega la posibilidad real de progreso material de la mayoría de la población. Las formas socialistas deben probar en la práctica que pueden producir y distribuir riqueza y prosperidad de forma superior al capitalismo. De lo contrario. Al final del camino, el socialismo perderá la guerra.
5. La dialéctica socio-política de estos 14 años de Revolución Bolivariana, además de las enseñanzas que pueden extraerse de procesos socialistas cercanos, nos llevan a adoptar una visión realista en el sentido de entender que la superación del capitalismo pasa, aunque parezca contradictoria esta afirmación, por la alianza con las formas capitalistas existentes hasta el punto en el cual se este en condiciones de producir una ruptura radical con ellas.
6. Finalmente, que en esta fase del proceso de la Revolución Bolivariana, el enemigo fundamental en el campo de las ideas, el enemigo fundamental es el dogmatismo.
Esta desviación es contra-natura ya que supone el estancamiento de la teoría y la realidad de la vida de los seres humanos. Ignora la dialéctica y la riqueza de sus contradicciones, limita el estudio y la comprensión de lo nuevo al pretender aprisionarlo en las viejas fórmulas, rindiendo culto al pasado y generando extravíos en la conducción real de los procesos sociales y políticos.
Bienvenido el debate constructivo y esclarecedor, nunca antes había hecho tanta falta como ahora. Que florezcan millones de flores.