Revisando los resultados de la elección presidencial del pasado 14 de abril de 2013 vemos que Nicolás Maduro obtuvo el triunfo en 239 municipios y el candidato de la MUD, en 96. Es decir, en el 71,34% de estas unidades políticas la tendencia revolucionaria resultó vencedora en un proceso nacional, absolutamente polarizado y reñido.
Bajo otras circunstancias estos datos no servirían de referencia para los comicios municipales del próximo 8 de diciembre. Sin embargo, y ya que los voceros opositores han querido imprimirle un carácter plebiscitario a estas elecciones de alcaldes y concejales con la intención de preparar el camino a un referendo revocatorio presidencial en 2016, la confrontación entre ambos polos resultará inevitable: nuevamente se planteará el esquema, en todas y cada una de nuestras ciudades, configurado por un abanderado del chavismo versus el antichavista, y las demás alternativas serán descartadas por los votantes.
En conclusión, el PSUV y sus aliados consolidarán su mayoría el 8-D y estarán listos ante cualquier evento que activen sus adversarios en 2014, y ante las parlamentarias de 2015, con 22 de 24 gobernadores y más de dos tercios de los gobiernos municipales.
Que nadie se deje engañar…