Impávidos y en shock ante la noticia de la desaparición física de nuestro querido presidente, varios meses después surgen preguntas ante los cambios de los cuales hemos sido testigos. Evaluar si los mismos son para bien o para mal, es la tarea.
La crítica y la autocrítica son las herramientas que nos da el Marxismo como método para corregir y avanzar, cegarse ante las mismas es un grave error, así como la exclusión ante aquellos que hoy tratan de reordenar el camino que a simple vista, se siente que toma un rumbo muy diferente al propuesto por el líder eterno.
Llamar detractores a aquellos que por convicción revolucionaria (sin ser más o menos revolucionarios que los que se visten de rojo) asumen estas herramientas PARA LA DISCUSION Y CORREGIR ERRORES, es absurdo, embriagarse de dogmas cotidianos es irrelevante e intolerable, así como perjudicial para seguir avanzando en la lucha por la conquista del Socialismo.
Hoy los caminos que han tomado algunos camaradas en lo más alto del gobierno conllevan a una contradicción interna muy grande, al no terminar de entender el curso a seguir en la consecución del ideario de nuestro comandante. Pretender callar las voces que desde afuera y sin prejuicio, alertan sobre los vicios que hoy comenzamos a arrastrar, es inaudito y de naturaleza autoritaria.
Comienza un proceso de deterioro gradual de la moral y la estética política que degrada el discurso y asesina al pensamiento crítico. Muchos no lo entienden por su precaria formación política e ideológica, más sin embargo, el pensamiento político crítico busca las alternativas propias para alertar sobre las desviaciones que confunden e irritan a aquellos que no terminan de comprender la peligrosidad de desatender a un pueblo que desde afuera no permite que se desmorone el legado de nuestro Comandante en Jefe Hugo Chávez.
Quienes seguimos detenidamente el discurso histórico y el avance político de nuestro líder entendemos el crecimiento épico conceptual del ideario que nos legó. Un ideario transcendental de naturaleza humanista que conjugaba lo espiritual y material de una manera extraordinaria, contraponiendo esquemas ideológicos que en el pasado se negaban por sí mismos, es ahí la grandeza del pensamiento Bolivariano y el aporte en contenido al desarrollo dialéctico de nuestra Revolución.
No es menos cierto que algunos cuadros del alto gobierno entendieron a la perfección la contextualización del discurso en su esencia, más no en su aplicación, el ideario implica herramientas para su aplicación que aún se mantienen sin leyes que la rijan, las cuales nuestro Comandante empezaba a desarrollar. Una de ellas: la contradicción fundamental entre lo que está por nacer y lo que aún no termina de fenecer, mientras pactemos con la derecha seguiremos entrampados en sus discursos. Chávez lo entendió y por eso radicalizó el discurso tanto con los enemigos internos como externos de la Revolución. La oligarquía (no me refiero a las payasos de una opinión imberbe políticamente, sino a los factores que controlan el aparato productivo y económico del país) ha desmontado esquemas viejos de lucha y comenzó un contraataque bestial en contra del gobierno y la Revolución, provocando una escases de productos temeraria y que aún mantiene. Un plan en el cual, de manera gradual, desaparecen de los anaqueles los productos de primera necesidad, sin razón alguna. Las imágenes de días pasados fueron patéticas de personas queriendo hacerse de un pote de leche, eso debe llamarnos a la reflexión, las causas las sabemos, incluso la motivación: ¿dónde están las acciones para contrarrestar este plan desestabilizador? Lo que no podemos es seguir diciendo desde el gobierno que somos los consumidores que realizamos compras nerviosas y provocamos desabastecimiento, ese discurso ya no llega ni justifica el desabastecimiento., ni que decir de la especulación y la venta con sobreprecios.
En días pasados entre por curiosidad a un concesionario de la Ford, pude notar que tenían carros nuevos para la venta, la pregunta no se hizo esperar: ¿Qué se necesita para comprar alguno de estos vehículos? (dinero no lo creo, por eso la pregunta). Paciencia fue la repuesta del vendedor, ya que vehículos no hay ni habrán hasta mediados del primer trimestre del próximo año, le pregunte por qué, a lo que el vendedor respondió, el gobierno sólo ha entregado el 30% de las divisas necesarias para producir vehículos amén de que en la actualidad se discute la contratación colectiva de los trabajadores y ellos quieren dentro de una de las claúsulas tener acceso a dos vehículos anuales. ¿Quién dice la verdad? ¿Dónde está la mentira?
Estos dos casos pienso que son ejemplarizantes de planes de esa oligarquía traidora para seguir desestabilizando al país, y la mala praxis del gobierno revolucionario que trae consigo la no aplicación de las leyes, la confrontación debe ser frontal, mientras que el discurso pasivo y de encuentros con la derecha apátrida se mantiene.
Hoy no podemos seguir silenciando la crítica constructiva y comenzar un proceso autocrítico que permita abrir el horizonte hacia esquemas de análisis, no debemos enfrascarnos en un discurso retórico en el cual nos cerramos y no permitimos corregir los errores. No deja de ser preocupante que algunos camaradas cierren filas en el autismo político menospreciando y subestimando a aquellos que están motivados y dispuestos a dar su vida no sólo por el legado que nos dejó nuestro comandante en jefe, muy por el contrario, están dispuestos a dar su vida por ello, y desarrollar ese legado en la praxis cotidiana, en la lucha por el Socialismo.
SOMOS PUEBLO, apoyamos a la Revolución bolivariana y estamos capacitados para DESCRIBIR el rumbo de nuestra lucha por el Socialismo, hemos dejado de ser NADIE, para ser protagonistas de nuestra Historia. Dejar de pensar que los libros dan parte de la motivación histórica y centrar nuestra lucha en la transformación histórica que nos garantizará el rumbo a seguir. Dejar de pensar que por tener la batuta HOY, son jueces que pueden asesinar moral, espiritual e intelectualmente aquellos que no pensamos igual, no sólo ustedes tienen la razón. Dejar de pensar con el odio y resentimiento asesino que denigra la fuerza espiritual y cercena el pensamiento crítico. Los libros y el análisis es una cosa, la realidad es otra, dejen de pensar que SOMOS NADIE, y así podremos avanzar en el pensamiento crítico y generador de cambios sociales y políticos que necesita nuestra querida y amada Venezuela. La lucha no sólo es política, es humana y sobre todo,por el amor.
Hoy más que nunca PATRIA O MUERTE…
Venceremos
No hay nada más excluyente que ser pobre.