Los dos momentos de Diógenes Escalante.
Los hechos registrados en nuestra historia política, dejaron constancia del porque al doctor Escalante, abogado, periodista y diplomático de carrera solo le fue permitido frecuentar el Palacio de Miraflores en calidad de alto funcionario gubernamental. Aunque en dos oportunidades su nombre llegó a sonar como candidato a la Presidencia de la República, sin embargo la suerte nunca lo va acompañar, quizás por esas malas rachas de la vida que no le deseamos a nadie. En él había pensado Eleazar López Contreras cuando quiso ser el gran elector, pero sus intenciones se verían frustradas, porque pesaron más los rechazos que las buenas razones, entre generales sobrevivientes del gomecismo que eran partidarios de que un oficial fuera el sucesor en la presidencia. Por esta y no por otras razones, López Contreras vería frustradas las posibilidades de emular a Joaquín Crespo cuando señalo como sucesor a Ignacio Andrade, en aquellas elecciones que llevaron a Crespo y José Manuel Hernández a resolver sus diferencias sobre el resultado electoral en un campo de batalla conocido como La Mata Carmelera.
López Contreras y Escalante habían estado unidos por muchos vínculos. Escalante había nacido cuatro años antes que López Contreras en Queniquea, pero esa diferencia de edad no fueron impedimento para que estuvieran hermanados por ese telúrico sentimiento del paisanismo que suele unir a los oriundos del mismo terruño. También, ambos pertenecieron a la misma promoción de bachilleres en Filosofía y Letras del Colegio Sagrado Corazón de Jesús, en la ciudad de La Grita (Táchira). Pero no todo serán coincidencias entre López Contreras y Escalante, pues con el trascurrir del tiempo cada uno llegaría a tener sus particularísimas formas de ver el mundo que los rodeaba. Diógenes Escalante era hijo de Timoteo Escalante, seguidor del Partido Liberal Amarrillo, y por esta razón desde niño se relaciona con las doctrinas de corte liberal de su época. Se sabe que además tuvo dos hermanos, Santiago y Calixto, que perdieron la vida en la Batalla de Las Piedras. Por un tiempo, Diógenes conoció y compartió ideas con Espíritu Santo Morales, caudillo de los siglos XIX y XX, a quien también se le conocía como el Patón Morales, muy celebre por su activa participación en importantes conflictos armados en Los Andes.