Estos pesimistas de oficio perderán su tiempo vociferando que el gobierno suspendió el pago de la deuda externa e interna, conjeturando además que el chavismo compra comida cara en el exterior para luego inundar los anaqueles con alimentos subsidiados por el Estado. Según los deslenguados profetas del desastre, se trata de endulzar a los electores para que voten afirmativamente en los comicios municipales del 8 de diciembre. Incluso, patéticos en su desesperación se pasan de apocalípticos cuando presagian que las medidas adoptadas por la revolución representan pan para hoy y hambre para mañana. Al fin y al cabo, profecías de fracasados, todavía atados a rancios intereses creados, y por ello siempre terminan cayéndole a patadas a la verdad.
Sin enredarnos en complicadas explicaciones algebraicas, bastaría con solo remitirse a las estadísticas de la FAO y la UNESCO para enterarnos que somos de los pocos países que ha sabido cumplir con las Metas del Milenio fijadas para el 2016. Y conste que no son cifras amañadas de organismos afectos al chavismo, pues las 192 naciones que hoy conforman la ONU, no fueron seleccionadas por Chávez ni tampoco por Maduro. De modo que nada más alejado de la realidad que decir que nuestra economía se cae a pedazos, y que solo un locuaz desprestigiado como Capriles podría devolvernos esa ficticia prosperidad, que a su turno pretendieron vendernos esos depravados gobiernitos de AD y COPEI cuando sin piedad alguna desguazaban el país.
Hasta las piedras saben que por sus complejos de persecución los escuálidos no aceptan buenos consejos, así estos vengan del Vaticano. Y porque el cementerio de la historia está saturado de perdedores, aclaramos que el PSUV no se interesa en fomentar más cadáveres políticos; recordando además que hace años el pueblo despertó, por lo que esta vez no está dispuesto a dejarse engañar con ese perverso jueguito que consiste en fabricar problemas de manera mediática y luego ofrecer soluciones chimbas. ¿Será por eso que a las mentiras del fascismo, la gente prefiera responderles muertos de la risa?