Uno de los retos que tiene el PSUV, es revertir la relación de fuerzas entre los grupos mediáticos que activan en el país y, como favorecer la imagen de algunos candidatos que no han tenido costo político y parece improbable que cosechen los beneficios de su propio éxito. Ya que están expuestos a una lucha desigual sin la figura del principal líder, como fue el Comandante, ( Tte Coronel) Hugo Chávez Frías. Se busca un control de la agenda pública, la cual siempre ha tenido un carácter universal.
Ya la maquinaria electoral no arrastra partidos, porque, su sistema desapareció con el colapso de la IV República. por ésto, el presidente Nicolás Maduro busca capitalizar el voto en Caracas, para evitar alguna derrota en los Estados Centrales, el día de las elecciones municipales de éste año.
Desde 1992, la democracia desea vestirse de un nuevo rostro con una caracterología civico- militar. En sintesis, se busca institucionalizar el voto porque hay muchos opositores, sin ningún liderazgo para encolumnarlos detrás de una nueva alternativa de poder. En rigor, esto tampoco es novedoso para el oficialismo, por el flujo constante de opiniones a contrapeso y, ahora existe una propaganda oficial que nos remite al soldado y civil disciplinado por igual, el derecho al sufragio.
Tanta controversia, ya que la inflación anual proyecta un piso y el dólar paralelo corre más de prisa que el oficial, generando una subida de precios que busca comerse la mejora de salarios y jubilaciones y, esto, puede generar señalamientos falsos a la hora de descifrar una decisión electoral.
Quienes promueven una guerra económica en Venezuela están equivocados en el trazo de un paro empresarial o militar. Ayer, el presidente Maduro, una vez más, ratificó su rumbo y considero por el tono de su discurso, también su estílo. Lo que implica una desmorenización en la gestión económica que desvirtúa cualquier acción en los decepcionados.
En materia política, el gobierno sigue su ruta hacia una nueva fase del Socialismo y, parece que nada cambió. Y, la próxima elección electoral, como todas, será una prueba. En materia económica, en cambio, los tiempos son distintos y las expectativas juegan su papel en el seno del PSUV.
Hay la necesidad de algunos cambios, que, se hacen cada día evidentes. El descuartizamiento total del movimiento opositor, no se ha logrado todavía porque se produce una paradoja en que los medios públicos se convirtieron en rivales del mundo político y, existe un flujo publicitario que mantiene un control en la agenda política y resulta dificil cobrar los dividendos que pueden dar lugar a una garantía en la libertad de expresión.
Lo cierto, estas elecciones se convertirán en un cepo para quienes manejan las estádisticas públicas y buscan la sensación de culpa en alguien. El manejo económico se ha hecho difícil y se requiere mensajes creibles para que los operadores reaccionen, debido a las distintas actitudes manejadas en éste mundo contemporáneo.
Ahora se nos presenta el desabastecimiento de algunos productos de la higiene personal, sobretodo en la mujer. Ya algunas marcas desapareció de los supermercados y abastos.