Las organizaciones de izquierda en Venezuela, vienen mostrando un gran entusiasmo por las últimas acciones del presidente Nicolás Maduro Moros, quién espera seguir el Legado del presidente Chávez, pero sin el atavio militar. Ante las motivaciones, esta mostrando su carácter y saca sus uñas para defender al oprimido. Aunque, curiosamente surge una diversidad de interrogantes sobre el cumplimiento de las últimas decisiones por el comercio que ha sido sancionado por corretear con una ola inflaccionaria a su favor y en contra de los consumidores, leáse el pueblo. El gobierno socialista en éstos años de gobierno, se encuentra jugando a la historia para ocupar un nivel de autoridad. Todos van a pie, observando como se articula una gestión que busca no ceder ante las pretensiones de una oposición sin organización y solo refleja un conjunto de imágenes del pasado.
El presidente Maduro Moros sabe, que, desde estos momentos solo debe contar con un grupo mayoritario de militantes para afianzar su plan ambicioso y lograr planificar sus programas de gobierno. Por esto, para definirse debe acudir a una habilitante y una redifinición de las normas políticas ancladas en la Constitución Bolivariana de Venezuela.
Ha dado un golpe certero a quienes promueven una guerra económica y un golpe político a quienes le adversan en la Asamblea Nacional. Sabe que cuenta con el voto mayoritario de los venezolanos y cumplir las tareas diarias del gobierno, es su obligación para darle sentido al famoso Legado de Chávez, quién se inició con el libro Azul. Su deber es garantizar la democracia con tareas de estabilidad y crecimiento.
Ya ir a épocas pretéritas, corresponde a otro tiempo. Las sanciones están a la vista, solo basta cumplir con las normativas de ley. Todo apuntala a un gobierno de calle que consagre un conjunto de voces que manifiesten el derecho de actuar directamente sobre los sospechosos que desean quebrantar el poder y la acción del Estado sobre las normas civiles.
Ya no hay un incremento sobre la polarización de partidos políticos, porque, la centro derecha se ha sepultado a sí misma y, es inútil lograr un consenso y es evidente que su base de poder tiene ayuno en la experiencia política y su preparación para romper con el aislamiento burocrático en que se encuentran.
Maduro, probablemente, estaba consciente de que éste paso contra los comerciantes inescrupulosos y el dolor del pueblo, había que quebrantarlo sin obviar el espíritu fundacional de nuestra democracia e ir contra la oligarquia de poder, arremetiendola fuertemente.
La reforma al comercio venezolano ha sido saboteado varias veces y, le han acontecido numerosas acciones donde lo ideológico no ha sido lo resaltante, sino la presión de un pueblo que en resistencia, exige una vida más justa. De verdad, es un desafío totalmente descubierto en una feroz campaña y ataques de grupos económicos muy fuertes.
Hay que salvaguardar los avances logrados hasta el momento y seguir apoyando la investigación a empresas fantasmas y lograr saber, quienes financean laboratorios mediáticos que confunden al pueblo. La reforma a la ley del comercio es necesaria como la sanitaria, se debe hacer un verdadero liderazgo en nuestros asuntos domésticos y lograr la identificación de los valores patrióticos con la actualidad. Necesitamos principios para oxigenar nuestra economía y lograr desarrollar un pensamiento progresista en cada ciudadano.
Es la hora de la verdad. Los rebrotes nacionalistas deben aparecer y dar entender que la política es sentimiento y que el mismo, debe encontrarse ligado a la patria. Todos, debemos gozar de esa propiedad, porque es un legado, un principio político. Se debe identificar la militancia política con la realidad y no aventurarse en los íntereses comerciales, como una concepción tendiente a fácilitar la libertad pública.
La historia del país, no es personal para defender el país. Es necesario, preservar ese acervo dejado por nuestros Libertadores y, es el momento de rescatarlos. Es la construcción de la patria, bajo un conjunto de manuales que convergen en un solo pensamiento en el ejercicio político del Estado y sus memorias. Me refiero a la documentación dejada por el presidente Hugo Chávez Frías. Es una dimensión estrátegica para ver el futuro e ilustrar crudamente algunas visiones que le dan legalidad al futuro, que, jamás sera estático.
Estamos en un tiempo presente, la modernidad busca atemperar las fobias, y darnos igualdad a través del ejercicio de la libertad, el socialismo se ha ampliado y busca labrar su propia fortuna, obviando algunas estigmatizaciones opositoras. Es el momento de trazar la genealogia de una conciencia progresista, avalada por la libertad.