El legado del Comandante Supremo de la Revolución, Hugo Chávez, contó con la lealtad y el amor del chavismo a nivel nacional, y obtuvo una victoria sólida, tal vez sorpresiva para la derecha, cuyos voceros estaban hablando de una elección tipo plebiscito. Pero tendrán que calarse a Maduro por todo el tiempo que dista hasta las lejanas elecciones presidenciales, donde el chavismo espera a Capriles o quien sea, para darles otra paliza.
El reciente evento electoral a nivel municipal, permitió calibrar el liderazgo de Nicolás Maduro, y salió bien parado, de acuerdo a los cómputos nacionales. Mientras que el PSUV consolidó su hegemonía, como el partido mejor organizado en todo el país, y con una militancia vanguardista, a toda prueba. Las fuerzas revolucionarias, unidas, en el Gran Polo Patriótico, lucen invencibles en próximas contiendas electorales. Por lo tanto, la oposición mantiene su presencia en los bastiones de mejor posición económica en las principales ciudades del paísl, lo que muestra una imagen de una sociedad atomizada entre los que más tienen y los que menos tienen. Una realidad incuestionable.
El gran perdedor fue el golpeado y aporreado líder de la oposición, Henrique Capriles, quien va camino a implantar un récord en materia de derrotas electorales recibidas consecutivamente: Llevó palo por parte del Comandante Supremo y ahora los trancazos se los da el hijo político de Hugo Chávez, Nicolás Maduro. El voto oposicionista está ubicado, bien demarcado por los continuos resultados, en las zonas de pudientes. Es decir, de la clase media, en general. Podemos hablar de una sociedad atomizada entre los que más tiene, y los que menos tienen. Es un mapa político que habla por sí solo, tal como lo señalo en el párrafo anterior de este artículo.
En efecto, el chavismo en todo el país dijo SÍ al Comandante Supremo, y a Nicolás Maduro, quien se erige como un líder sólido, cuya presencia se crece cada día, y confirma que la visión de Chávez, en torno a quien debía sucederle, fue acertada. Maduro, obtiene su segundo galardón a expensas del líder perdedor de la oposición, carente de liderazgo y, que además, no cuenta con el apoyo de los sectores populares. Su liderazgo se localiza en los municipios donde habitan las personas de mayor poder económico. Allí cualquiera es líder, pues es un bastión envenenado por la antigua Globovisión y que desea ver la chavismo lejos del poder. Pero los deseos no preñan GANO CHAVEZ, GANO MADJURO Y GANO EL PUEBLO.
¡Misión cumplida, Comandante!
¡Chávez vive, las victorias siguen!