Lo más, lo más importante, para mí, que pasó en las pasadas elecciones del 8 de diciembre, es que se reafirmó que el chavismo está vivito y coleando. La población chavista, disciplinadamente salió a tempranas horas votar en masa, y los rezagados fueron asimilados por la operación remate en horas de la tarde, con lo que se evidencio que el chavismo no sólo esta vivo, sino que está listo para las convocatorias que le haga su dirigencia. Realmente estamos en presencia de PSUV disciplinado y lista para hacer realidad la unidad, la lucha, batalla y la victoria.
Esta coherencia del PSUV y del Gran Polo Patriótico, demuestra que las fuerzas de la revolución no sólo mantienen su motivación por el proceso, sino que evidencia un comportamiento ejemplar que permite apreciar que el poderío los revolucionarios se fortalece y se consolida como una mayoría significante, a nivel nacional. Esa manifestación del 8-D sirvió para neutralizar a la derecha, a las fuerzas del mal, que tenía baja la manga la verdadera intención, que no es otra que generar violencia. Pero fueron neutralizados. Por lo que hay que estar pendiente de sus próximos pasos.
En efecto, también se evidenció que mientras el liderazgo de Nicolás Maduro creció, como la espuma, que lo convierten un líder sólido. ¿Qué paso en la acera de enfrente? La derrota sufrida por la oposición, revela que el liderazgo de Henrique Capriles se va al foso. No tiene vida, y dificultó que las fuerzas de la oposición lo vuelvan a designar como candidato en las lejanas elecciones presidenciales. Sería una locura, pues Nicolás Maduro lo volvería a aplastar.
El chavismo, en general, ha derrotado no sólo a la oposición en las mesas de votación, sino que ha contribuido a desmontar el operativo de violencia y desestabilización que tenían en mente la dirigencia del la ira, el odio y la envidia. El chavismo ha demostrado que en vez de disminuir, ha crecido y muestra un rostro de alegría y de conciencia. Con esta victoria en las alcaldías nacionalmente, y con los miles y miles de concejales y concejalas, se abonó el terreno para seguir de victoria en victoria. No hay vuelta atrás, la revolución luce irreversible. ¡Se cansa Uno! ¡Volveré!