Si no fuera porque Chávez les lavó el celebro a la FANB, sacándole la porquería pitiyanqui, inculcada por la Escuela de las Américas; quizás otras serian las aguas que correrían debajo del puente, y quién sabe quienes ahora estarían gobernándonos. Y porque se formó en la Escuela Militar y sufrió las consecuencias del 4 de febrero de 1992, Chávez visualizó como estadista, que no era cuestión de soplar y hacer botella, proponerse cambiar el modelo capitalista por una economía socialista. Entendió además, que al romper esas viejas estructuras que arrastramos desde la colonia, también se estaría obligando a dar respuestas contundentes a las violentas reacciones de los dueños de medios de producción, pues estudioso de la historia, sabía que esa burguesía siempre estuvo mal acostumbrada a repartirse la cochina a la sombra del poder, y no renunciar tan fácilmente a sus groseros privilegios
Hoy, sería necio que por eufemismo negáramos que en Venezuela: la gobernabilidad esté en pico de zamuro. Y peor aún, que estando consciente de que faltan decisiones del Estado, nos dejáramos remolcar derechito a un túnel sin salida. Y que conste que estamos advertido de los peligros, y que todo esto seguirá empeorando, hasta tanto no neutralicemos los efectos fatales de una guerra económica que, a cuenta gota y con calculada maldad, está acabando con la paciencia de quienes aprendimos a usar el papel higiénico y colocar tres veces los pies debajo de la mesa, aunque sea comiendo de a poquito. Verdad que con semejante barullo, cualquiera se preguntaría: ¿Hasta cuándo las amas de casa podrán soportar la carestía y la especulación que no tiene paz con la miseria?
Entre tanto, la masoquista oposición fascista, no encontrando en que palo ahorcarse, volverá a insistir en agitar y calentar la calle, creyendo que un conato de caracazo pudiera acortarles el regreso al poder. Por ello, volvemos a repetirle a los ministros de economía y finanza, la pregunta: ¿Qué hacer con los anaqueles vacíos en los supermercados, la falta de reposición de bienes y servicios y pare usted de contar, mientras pareciera que algunos funcionarios incompetentes permanecen refugiados en el limbo, para desentenderse del drama que acecha la revolución?
Esperamos que de esto y otros temas de suma importancia, hayan sido parte de la agenda discutida por los gobiernos reunidos en Cuba que atendieron la invitación del Celac, por cierto, otro de logró del Comandante Chávez, cuando en su justo momento entendió que la OEA era un elefante blanco al servicio del imperialismo. Ojalas que los gobiernos amigos sean comprensibles y capaces de entender que la masa no está para bollo; que el hambre no espera, ni tampoco las cachuchas avisan cuando las cosas se ponen color de hormiga y deben actuar para imponer el orden. Por suelte, nuestra FANB son institucionales, socialista y Chávez se encargó de curarlas contra los cantos de sirena y las trampas caza bobo. ¿O no?
