En síntesis

Por qué fracasaron las integraciones en Latinoamérica (Parte II)

Link parte I Del articulo Por qué fracasaron las integraciones en Latinoamérica para referencia http://aporrea.org/actualidad/a181423.html

Los esfuerzos integracionistas de la  ALALC dejaron  señalada la ruta para nuevos acuerdos, considerando la necesidad de ajustarse a   una nueva realidad, cuya característica era la disminución  de las exportaciones latinoamericanas.Bastaría con  recordar que la  Segunda Guerra Mundial y los años seguidos de la posguerra, habían favorecido la economía de los países de América Latina, por cuanto sus bienes primarios (carne, cacao, azúcar, etc.) encontraron mercados en esas naciones devastadas. Poco tiempo después, esta pirámides se invierte y  los países europeos comienzan a reordenar sus economías y a impulsar la recuperación de su sector agrícola e industrial. Esta nueva realidad invirtió la pirámides incidiendo negativamente en las exportaciones latinoamericanas.

 Entonces,qué hicieron  los  países afectados  por la disminución de sus exportaciones. Los  gobiernos latinoamericanos, en su propósito de encontrar medidas de corrección e impulsados por las exigencias de crear fuentes alternativas de empleo para una población con una de las tasas más altas de crecimiento (2,6%), iniciaron planes de industrialización para atender las necesidades de abastecimiento en bienes de consumo duradero y bienes de capital. Este objetivo, unido al interés de captar mayores inversiones destinadas al desarrollo del parque industrial, obligaba a que los pequeños mercados se ampliaran, de manera que la producción masiva bajara costos y elevara el rendimiento, permitiendo mejores posibilidades de competencia. Esto explica porque en 1960 se había logrado un acuerdo inicial entre siete países: Argentina, Brasil, Chile, México, Paraguay, Perú y Uruguay, que perseguía alcanzar una mayor integración económica, a través de la ampliación del tamaño de sus mercados y la expansión de su comercio recíproco. Con posterioridad se unieron las naciones de Colombia, Ecuador, Bolivia y Venezuela.

Y convencidos de que era necesario rectificar para  salvar la existencia de un mercado común latinoamericano, en 1980,   los Gobiernos de estos once países modifican el viejo tratado y deciden reafirmar la voluntad política de fortalecer el proceso de integración, hacerlo más flexible en su aplicación, y suscriben el nuevo Tratado de Montevideo (TM-80). Posteriormente adhirieron al mismo Cuba y Panamá.

 El Tratado de Montevideo 1980, que instituyó a la ALADI, sustituyó al Tratado suscrito el 18 de febrero de 1960 por el cuál se había creado la ALALC (Asociación Latinoamericana de Libre Comercio). Con esta sustitución se estableció un nuevo ordenamiento jurídico operativo para la prosecución del proceso de integración, que se complementó con las resoluciones adoptadas en la misma fecha por el Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la ALALC.

La ALADI, representa en conjunto 20,4 millones de kilómetros cuadrados y casi 520 millones de habitantes (2010), está integrada por trece países miembros. A los 11 países fundadores (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela) se le han sumado Cuba (el 26 de agosto de 1999) y Panamá (el 10 de mayo de 2012) transformándose en el Decimosegundo y Decimotercer país miembro.

  ¿Qué significó la sustitución de la ALALC por la ALADI? 

Ambos Tratados coincidían en los mismos objetivos y perseguían como meta final a largo plazo, el establecimiento de un mercado común latinoamericano. Muestra de esta sintonía fue la continuidad que se reflejó en dos de las decisiones adoptadas por el Consejo de Ministros. La primera de ellas, hacía referencia a la revisión de las concesiones otorgadas en los distintos mecanismos de desgravación arancelaria del Tratado de Montevideo 1960, con el objeto de incorporarlas al nuevo esquema; y la segunda, a la revisión y adecuación de las normas vigentes en la estructura jurídica de la ALALC.No obstante dicha continuidad, el Tratado de Montevideo 1980 introdujo profundos cambios en la orientación del proceso y en la concepción de su operación.

En primer lugar, el programa de liberación comercial multilateral y sus mecanismos auxiliares tendientes a perfeccionar una zona de libre comercio, fueron sustituidos por un área de preferencias económicas integrada por un conjunto de mecanismos que comprende una preferencia arancelaria regional, acuerdos de alcance regional y acuerdos de alcance parcial. Dichos instrumentos ofrecen múltiples opciones operativas a los países miembros, a través de cuya convergencia será posible avanzar hacia etapas superiores de integración económica.

En segundo lugar, el carácter básicamente comercial del Tratado de Montevideo 1960 fue reemplazado, en la funcionalidad de la ALADI, por la coexistencia de las tres funciones básicas de la nueva Asociación: la promoción y regulación del comercio recíproco, la complementación económica y el desarrollo de las acciones de cooperación económica que coadyuven a la ampliación de los mercados.

En tercer lugar, si bien el Tratado de Montevideo 1960 reconocía un estatuto especial para los países de menor desarrollo económico relativo, el nuevo esquema incorporó, como uno de los ejes fundamentales de acción de la ALADI, un sistema integral de apoyo en su favor y reconoció expresamente una categoría de países de desarrollo intermedio, a fin de determinar tratamientos diferenciales en los distintos mecanismos y normas.

Por otra parte, en relación con la ALALC, la ALADI aparece como una institución más abierta, en la medida en que, además de posibilitar la adhesión al Tratado que la instituye, prevé la participación de países no miembros en acciones parciales con los países miembros, así como la participación de la Asociación como institución en los movimientos de cooperación horizontal entre países en vías de desarrollo.

Finalmente, el nuevo Tratado de Montevideo 1980 establece cinco principios básicos: el pluralismo, la convergencia, la flexibilidad, los tratamientos diferenciales y la multiplicidad, que contrastan con las características unitarias del programa de liberación del comercio, eje del Tratado de Montevideo de 1960 y sus principios básicos de multilateralidad y reciprocidad.

En definitiva, la nueva etapa a la que ingresó el proceso de integración con la ALADI se caracterizó por asimilar en un esquema pragmático la heterogeneidad de la región y canalizar institucionalmente la vocación integracionista de sus países miembros, dentro de un marco flexible que, sin compromisos cuantitativos preestablecidos, contiene todos los elementos para que el esquema pueda evolucionar hacia etapas superiores de integración económica y alcanzar, en último término, el objetivo del mercado común latinoamericano.

¿Qué principios rigen dicha Institución?

El marco jurídico constitutivo y regulador de la ALADI es el Tratado de Montevideo 1980 (TM 1980), suscrito el 12 de agosto de 1980. Dicho Tratado estableció los siguientes principios generales:

 Pluralismo en materia económica y política.

 Convergencia progresiva de esquemas subregionales y acuerdos bilaterales, hacia la formación de un mercado común latinoamericano.

 Flexibilidad.

 Tratamientos diferenciales con relación al nivel de desarrollo de los países miembros.

 Multiplicidad en las formas de concertación de instrumentos comerciales.

¿Cuáles son sus funciones básicas?

 La promoción y regulación del comercio recíproco de los países de la región;

 La complementación económica entre sus países miembros;

El desarrollo de acciones de cooperación que contribuyan a la ampliación de los mercados nacionales.

¿Cuáles son los mecanismos establecidos para favorecer la integración?

Con la entrada en vigor del TM 1980, que sustituyó a la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), el deseo integracionista de los países encontró variados cauces para su materialización, teniendo en cuenta que se estableció un área de preferencias económicas que se desarrolla por medio de los tres mecanismos principales del Tratado, con el fin de lograr un mercado común latinoamericano:

  • Una Preferencia Arancelaria Regional (PAR)  otorgada en forma recíproca entre todos los países miembros a sus productos originarios y aplicados en referencia a los aranceles vigentes para terceros países.
  • Acuerdos de Alcance Regional (comunes a la totalidad de los países miembros). Son 6 los acuerdos regionales vigentes además de la PAR: las Nóminas de Apertura de los Mercados (NAM) a favor de los países de menor desarrollo económico relativo (Bolivia, Ecuador y Paraguay); el Acuerdo de Cooperación Científica y Tecnológica; el Acuerdo de Cooperación e Intercambio de bienes en las áreas educacional, cultural y científica; y el Acuerdo Marco para la Promoción del Comercio mediante la Superación de Obstáculos Técnicos al Comercio
  • Acuerdos de Alcance Parcial (en los que participan dos o más países miembros). Están vigentes más de 70 acuerdos de este tipo y de naturaleza muy diversa: promoción del comercio; complementación económica; agropecuarios; etc.

El TM-80 también permite que los países miembros de la ALADI firmen acuerdos con otros países en vías de desarrollo (Art25Art  y 27). Al respecto están vigentes 16 acuerdos con países latinoamericanos no miembros como Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Trinidad y Tobago, Guyana, etc.

¿Qué significó la sustitución de la ALALC por la ALADI? 

El Tratado de Montevideo 1980, que instituyó a la ALADI, sustituyó al Tratado suscrito el 18 de febrero de 1960 por el cuál se había creado la ALALC (Asociación Latinoamericana de Libre Comercio). Con esta sustitución se estableció un nuevo ordenamiento jurídico operativo para la prosecución del proceso de integración, que se complementó con las resoluciones adoptadas en la misma fecha por el Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la ALALC.

Ambos Tratados coincidían en los mismos objetivos y perseguían como meta final a largo plazo, el establecimiento de un mercado común latinoamericano. Muestra de esta sintonía fue la continuidad que se reflejó en dos de las decisiones adoptadas por el Consejo de Ministros. La primera de ellas, hacía referencia a la revisión de las concesiones otorgadas en los distintos mecanismos de desgravación arancelaria del Tratado de Montevideo 1960, con el objeto de incorporarlas al nuevo esquema; y la segunda, a la revisión y adecuación de las normas vigentes en la estructura jurídica de la ALALC.

No obstante dicha continuidad, el Tratado de Montevideo 1980 introdujo profundos cambios en la orientación del proceso y en la concepción de su operación.

En primer lugar, el programa de liberación comercial multilateral y sus mecanismos auxiliares tendientes a perfeccionar una zona de libre comercio, fueron sustituidos por un área de preferencias económicas integrada por un conjunto de mecanismos que comprende una preferencia arancelaria regional, acuerdos de alcance regional y acuerdos de alcance parcial. Dichos instrumentos ofrecen múltiples opciones operativas a los países miembros, a través de cuya convergencia será posible avanzar hacia etapas superiores de integración económica.

En segundo lugar, el carácter básicamente comercial del Tratado de Montevideo 1960 fue reemplazado, en la funcionalidad de la ALADI, por la coexistencia de las tres funciones básicas de la nueva Asociación: la promoción y regulación del comercio recíproco, la complementación económica y el desarrollo de las acciones de cooperación económica que coadyuven a la ampliación de los mercados.

En tercer lugar, si bien el Tratado de Montevideo 1960 reconocía un estatuto especial para los países de menor desarrollo económico relativo, el nuevo esquema incorporó, como uno de los ejes fundamentales de acción de la ALADI, un sistema integral de apoyo en su favor y reconoció expresamente una categoría de países de desarrollo intermedio, a fin de determinar tratamientos diferenciales en los distintos mecanismos y normas.

Por otra parte, en relación con la ALALC, la ALADI aparece como una institución más abierta, en la medida en que, además de posibilitar la adhesión al Tratado que la instituye, prevé la participación de países no miembros en acciones parciales con los países miembros, así como la participación de la Asociación como institución en los movimientos de cooperación horizontal entre países en vías de desarrollo.

Finalmente, el nuevo Tratado de Montevideo 1980 establece cinco principios básicos: el pluralismo, la convergencia, la flexibilidad, los tratamientos diferenciales y la multiplicidad, que contrastan con las características unitarias del programa de liberación del comercio, eje del Tratado de Montevideo de 1960 y sus principios básicos de multilateralidad y reciprocidad.

En definitiva, la nueva etapa a la que ingresó el proceso de integración con la ALADI se caracterizó por asimilar en un esquema pragmático la heterogeneidad de la región y canalizar institucionalmente la vocación integracionista de sus países miembros, dentro de un marco flexible que, sin compromisos cuantitativos preestablecidos, contiene todos los elementos para que el esquema pueda evolucionar hacia etapas superiores de integración económica y alcanzar, en último término, el objetivo del mercado común latinoamericano.

¿Existe alguna relación entre la ALADI y las agrupaciones subregionales de integración?

Existen dos agrupaciones subregionales de integración, entendiendo como tales aquéllas conformadas íntegramente por países que, a su vez, son miembros de la ALADI. Ellas son la Comunidad Andina de Naciones (CAN), creada inicialmente por el Acuerdo de Cartagena y de la cual forman parte Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú; y el Mercado Común del Sur /MERCOSUR)creado por el Tratado de Asunción, cuyos EstadosPartes son Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

La relación de ambas agrupaciones con la ALADI difiere. El Acuerdo de Cartagena es el único entre países miembros de la Asociación no protocolizado ante la misma. Cabe destacar que este acuerdo fue originalmente suscrito (mayo de 1969) en el marco del Tratado de Montevideo de 1960 (ALALC), no obstante, al momento de la suscripción del Tratado de Montevideo 1980 (TM80) dicho Acuerdo logró el reconocimiento de su autonomía, superando su anterior condición de acuerdo subregional de la ALALC.

En el caso del MERCOSUR, si bien el Tratado de Asunción (de fecha 26 de marzo de 1991) no fue protocolizado en la ALADI, los países miembros del bloque decidieron suscribir como parte del mismo un Acuerdo de Alcance Parcial de Complementación Económica de conformidad con las disposiciones del Tratado de Montevideo 1980, el cual fue registrado en la ALADI como AAP.CEº18. Dicho Acuerdo tiene por objeto facilitar la creación de las condicionesnecesarias para el establecimiento del Mercado Común a constituirse de conformidad con el Tratado de Asunción.

La normativa emanada de los órganos del MERCOSUR con capacidad decisoria (Decisiones del Consejo Mercado Común, Resoluciones del Grupo Mercado Común y Directivas de la Comisión de Comercio) abarca una temática amplia, correspondiendo al Grupo Mercado Común, como órgano encargado de la administración del AAP.CE N° 18, disponer, cuando lo considere pertinente, la protocolización en el marco de la ALADI de aquellas normas que faciliten la creación de las condiciones necesarias para el establecimiento del Mercado Común. La mayoría de estas normas se registran como protocolos adicionales al mencionado AAP.CE Nº 18, pero pueden ser registrados en forma separada, como en los casos del Acuerdo de Recife sobre medidas técnicas y operativas para regular los controles integrados en frontera (AAP.PC Nº 5), del Acuerdo para la Facilitación del Transporte de Mercancías Peligrosas entre los Estados Parte del MERCOSUR (AAP.PC Nº7) y del Acuerdo de Alcance Parcial sobre Pesos y Dimensiones de Vehículos de Transporte por Carretera de ¿Qué otras iniciativas de integración existen en la región?  

Además de las agrupaciones subregionales (ver Pregunta Frecuente anterior), existen otras iniciativas de integración de las cuales forman parte algunos de los países miembros de la ALADI junto a otros países que no lo son. Ellas son la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP); el Foro sobre la Iniciativa de la Cuenca del Pacífico Latinoamericano (Arco del Pacífico) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

El Tratado Constitutivo de la UNASUR fue suscrito en Brasilia, el 23 de mayo de 2008. De esta iniciativa, la cual cuenta con personería jurídica, forman parte los diez países sudamericano miembros de la ALADI (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela) más Guayana y Suriname.

La ALBA-TCP fue creada originalmente entre Venezuela y Cuba el 14 de diciembre de 2004 en La Habana, mediante la firma de una Declaración Conjunta y el Acuerdo de Aplicación. Actualmente participan de la misma ocho países, cuatro de los cuales son miembros de la ALADI: Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda.

El Foro del Arco del Pacífico Latinoamericano es una instancia de articulación política y económica, y un espacio de convergencia, cooperación e integración dentro de América Latina, a la que pertenecen todos los Estados latinoamericanos ribereños del Pacífico y que busca una proyección coordinada hacia la región del Asia Pacífico. La primera reunión ministerial fue realizada a fines de enero de 2007. Integran esta iniciativa los once países de la cuenca del Pacífico, entre ellos seis miembros de ALADI:Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y Perú.

Finalmente, cabe destacar que en el marco de la Cumbre de la Unidad (Declaración de Cancún, febrero de 2010) se comenzó a trabajar en la creación de un nuevo organismo que fusionara los instrumentos de la Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC) y del Grupo de Río. Esta nueva instancia, la CELAC, incluiría a todos los países de América Latina y el Caribe (y por tanto a los 12 países miembros de ALADI).

En el marco de la CALC se ha propiciado intensificar el diálogo, la coordinación, la interacción, los consensos, la sinergia y la convergencia de acciones entre los mecanismos regionales y subregionales de integración. El diálogo y la cooperación entre las Secretarias y las presidencias Pro Témpore de los mecanismos regionales y subregionales de integración ha sido estructurados en cuatro grandes áreas: (1) económico-comercial (facilitador: ALADI); (2) productiva (facilitador: SELA); (3) social e institucional (facilitador: ALBA-TCP); y (4) cultural (facilitador: Costa Rica).

Observación:Este trabajo es una investigación  sobre puntos de vistas emitidos por diversas instituciones, especializadas en el área de integración Latinoamericana y Caribeña. Igualmente, hacemos saber que el presente trabajo será ampliado en futuras entregas.



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Freddy Elías Kamel Eljuri

Presidente del Instituto Municipal de Patrimonio Histórico de la Alcaldía Bolivariana del Municipio Miranda del estado Falcón. Vicepresidente de la academia de Historia del Estado Falcón. Escritor. Productor radial.

 kameleljuri@gmail.com

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