Pildoritas 24 (año VII)

Dos pregunticas

¿30 ó 90?

Hoy un vecino a mi oficina quien me lee de vez en cuando y que cree que soy una persona muy informada, incluso allegada a la burocracia oficial, (ojalá, si así fuese cuánto pudiese hacer para que algunas cosas que afectan la revolución pudiesen solucionarse), me hizo una pregunta que en verdad me dejó estupefaciente como decía el inolvidable Joselo en uno de sus personajes: ¿Cómo es eso del 30 por ciento máximo en los productos de venta al público? La verdad no entiendo porque si el productor tiene  derecho a una ganancia del 30 por ciento sobre el costo de lo que produce,  el intermediario o distribuidor  también  se gana un 30 por ciento y el expendedor final otro 30, ¿Quiere decir que yo tengo que pagar un 90 por ciento de incremento desde el productor hasta el consumidor final?, la verdad es que si se aplica la lógica de la norma, es exactamente como dice mi vecino a no ser que el espíritu del legislador sea que ese 30 por ciento máximo se distribuya en todos los eslabones de la cadena, lo cual sería más que justo si pensamos que quien produce le va a ganar a cada producto ese porcentaje lo cual es bastante si sabemos que vende cantidades apreciables, igual para el mayorista  y de la misma forma para el vendedor final, porque no es un solo producto el que se maneja  en cada eslabón, sino muchos, cada uno con el 10, lo cual al sumar conforma una cantidad apreciable que si se anualiza, da nada menos que el 120 por ciento por producto que es mucho si se compara con los intereses bancarios que no superan el 12 por ciento anual es decir el 1 por ciento mensual.

Esto es algo que debería ser aclarado por quienes están encargados de ejecutar la Ley, de modo que a todos, sobre todo a los consumidores nos quede claro y podamos saber a ciencia cierta a qué atenernos y cómo manejar nuestro presupuesto.

¿Otra vez  impunidad?

 Las trilogía del mal, la nueva porque al parecer uno de sus miembros ha decidido, dejarle a los otros dos el pelero,  substituido por uno de los más emblemáticos represores de la 4ta, ahora en una posición  de poder como alcalde metropolitano, ha decidido transitar el camino de la subversión abierta en la calle utilizando supuestos estudiantes encapuchados y tarifados para que mediante acciones violentas rete la paciencia, no sólo del gobierno sino de la mayoría de los ciudadanos que hemos demostrado hasta la saciedad que no comulgamos con esas prácticas.

Aquí en el Táchira, donde basta estirar la mano para encontrar a paramilitares dispuestos a practicar lo único que saben hacer que es ejercer la violencia, es tierra fértil para que estos  desalmados pseudolideres, monten sus actividades no sólo para, por esa vía, intentar desprestigiar al gobierno, vender una imagen hacia el exterior como si el caos se hubiese apoderado del país, como quedó evidente en las reseñas que CNN, le hizo a los pequeños focos de disturbios provocados en los últimos días, sino para justificar ante quienes les pagan la boloña de dólares que reciben permanentemente.

El gobernador del Táchira ha declarado que tiene pruebas de que Leopoldo López y decir Leopoldo es decir Maricori y Ledesma, está detrás de los disturbios que aquí vivimos y que dejó saldo de policías heridos y propiedades del estado destruidas por las llamas y que ahora siguen con guarimbas en varios sitios de la ciudad, con el efecto negativo que ello le causa al libre desenvolvimiento en la ciudad.-

Si se es sincero y se habla con la verdad, hay que afirmar que esas cosas suceden porque en oportunidades anteriores, en que se han presentado situaciones similares se ha actuado con lenidad, se ha permitido la impunidad, basta recordar las acciones vandálicas contra la Fundación Familia, desde donde despachaba la Primera Dama Karla de Vielma, cuya sede fue atacada y casi destruida por la misma gente que ahora reincide contra la casa de los gobernadores, en esa oportunidad no pasó nada, no se aprovechó para dejar sentado un  precedente que al menos sirviera de escarmiento para los violentos profesionales, algunos estudiantes, engañados los mas, pero muchos falsos estudiantes que encapuchados todos, actúan al servicio de los llamados lideres de lo que ahora conocemos como la ultraderecha venezolana al servicio de los mas oscuros intereses.-

Ojala y ahora se vaya con toda la fuerza de las leyes y se demuestre que la capacidad de respuesta de las instituciones es suficiente como para garantizar la paz, preservando el orden y aplicando con todo rigor las leyes, porque de otra manera se estaría cohonestando que la revolución sufriera las consecuencias de ser permisivos con desadaptados que en cualquier país del mundo a estas alturas estarían todos siendo juzgados por subversión, junto a sus cabecillas que bien sabemos están actuando de manera publica y notoria, ¿Cual es la razón para no proceder y permitir que se extienda la especie de que no se hace nada por debilidad?.-



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Saúl Molina


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