He aqui la carta que no amerita comentario especial pues por sí sola lo dice todo.
"Carta a Saúl Molina, venezolano chavista del Táchira
Por Álvaro Lopera
Febrero 22 de 2014
Saúl: me alegra que haya escrito sobre el Táchira( "Discúlpeme señor ministro, su anuncio es incierto") y haya desenmascarado la mentira de que todo está en calma, pues en la base de ese anuncio se entretejía la desmovilización, no sólo de la guardia nacional, sino también de los pobladores que se defienden de esa violenta derecha que continúa en su oscuro accionar. Además me agradó leer su denuncia de la grotesca participación de la mujer colombiana asociada a un cargo político, que como buena mafiosa, apoya la derecha extrema que quiere tomarse el poder en Venezuela. La inactividad del ejército y de la guardia nos preocupa acá en Colombia, tanto como el acto represivo de esas mismas fuerzas contra el hermano del cacique Sabino, el cual hasta el día de ayer se encontraba desaparecido según informó aporrea.org. Eso de poner la mejilla hasta que se canse el torturador, no me parece, como tampoco que golpeen a los pobres y que a los ricos alzados y al lumpen sólo les den consejos cristianos o les tomen fotos.
En Colombia sufrimos de un fascismo ordinario cotidiano, pues el estado colombiano ha aplicado el longevo terrorismo por más de 64 años con múltiples formas, legales e ilegales, y ahora les envía a ustedes los mismos "prohombres" paramilitares que acá siembran de muerte campos y ciudades, si no es que les enseña, como lo hizo Santos, cómo se debe vivir en democracia. Por ello no debe haber complacencia, todos a una deberían de tomarse los escenarios y correr al fascismo venezolano, porque el dinero que hay detrás y el apoyo político es inconmensurable, lo que conllevaría a que esta pequeña insurrección se sostenga más de la cuenta. Lo que vemos pues es el gran escenario de la lucha de clases en Venezuela, es la guerra como continuación de la política para abreviar el acceso al poder, no el escenario de unos disociados mentales, o de una parte de la oligarquía que ni siquiera escucha a los suyos.
El gobierno de Maduro debe decidirse en esta hora gris, si profundiza la revolución movilizando al pueblo y mandando pero también obedeciendo a este, o si por el contrario va a cohonestar estos actos de la derecha, como los que usted narra en su escrito, la misma que quiere un mayor pedazo de la torta petrolera, si no todo el poder.
El pueblo colombiano los acompaña en esta hora, pero también quiere que ese gran pueblo venezolano insista en el giro a la izquierda o en el golpe de timón para radicalizar la revolución. Baldaditos de agua fría para este incendio no hacen nada; por el contrario, les da más aliento a esos sectores que quieren no solo incinerar la nación venezolana, sino y fundamentalmente, apurar el retorno a la cuarta república.
En manos de ustedes está que ni el imperialismo ni la derecha accedan al poder, el mismo que ha costado tanto y el que por veces se desdibuja ante los ojos de los pueblos."
