El combate ideológico, qué hacer ante cada una de las clases sociales de la V República

Recientemente escribí aquí en Aporrea “¿CUÁLES  SON LAS CLASES SOCIALES EN LA V REPÚBLICA? ¿CUÁL ES LA VISIÓN DE MUNDO DE ELLAS?” Allí manifesté la necesidad de un estudio serio sobre la composición y relaciones de las clases sociales actualmente y la visión de mundo, la ideología, que acompaña a cada una.

Recordé que disponemos de estadísticas para los cinco estratos sociales (mas no clases sociales), entre los que están distribuidas las clases sociales, que en nuestra formación social corresponden a los obreros y burgueses (en nuestro caso debemos diferenciar entre parasitarios o lumpen burguesía y ‘productivos’, si es que puede agregarse este calificativo a la burguesía), pequeños burgueses, campesinos y terratenientes, así como el lumpen proletariado, pero en la variada composición del capitalismo globalizado, y rentista en nuestro caso, tenemos que incluir a los sectores de ‘capas medias’ que se identifican como un grupo social en el que hay miembros de varias clases sociales.

Para un análisis inicial diferencié 10 sectores, que enumero nuevamente, indicando algunas políticas posibles para cada una.

Pero, como en varios puntos hablo de la propiedad y del control social de la producción, quiero hablar primero de la necesidad de diferenciar entre elementos estratégicos, de primera necesidad y superfluos. Sostengo que no es lo mismo hablar de sectores estratégicos (que deben estar reservados al Estado o a los productores asociados en forma nacional), de productos y servicios de primera necesidad (que deben estar restringidos a empresas sociales en manos de productores y comunidades asociadas), y de productos y servicios suntuarios (para los que sí me parece permisible la propiedad privada tradicional, aunque regulando el tamaño y características de las empresas y el funcionamiento del mercado).

Ahora los 10 sectores:

  1. Lumpen proletariado (término fuerte, pero así lo denominó Marx, se trata de sectores excluidos del sistema, de modo que se aumenta la presión a la baja de los salarios) sector en pobreza crítica, marginados del proceso productivo (ubicados en el estrato V). No tienen visión de mundo, son arrastrados por los vaivenes coyunturales.
    1. Profundización de las misiones sociales acercándonos aún más a la equidad sustantiva, para que le llegue más la riqueza social a este sector, de modo que sean susceptible de superarse culturalmente.
    2. Es necesario incluirlos culturalmente (metodológicamente después de su inclusión social, pero en la práctica debe ser un proceso simultáneo), dotarlos de elementos de crecimiento educativo, cultural, espiritual. Numéricamente, este sector se ha reducido en la V República a la cuarta parte; sin embargo, culturalmente, muchos siguen anclados al viejo sistema biopsicosocial del que vienen, siguen fijados a la ideología burguesa y marginados del quehacer cultural. Es preciso trabajar fuertemente hacia este sector, incorporándolo a la nueva cultura socialista en construcción: misiones educativas y culturales, formación política, consciencia crítica, etc.
    3.  
  2. Obreros (ubicados en los estratos III y IV), les corresponde su propia visión de mundo, pero en muchos casos no hay consciencia de clase, están alienados, adoptan la visión burguesa como propia.
    1. Igualmente dar más acceso a la riqueza social: ver punto a) arriba. Darle mayor acceso a la riqueza social, más allá de los salarios. Mejorar la calidad de vida, de los obreros y la población en general: transporte gratuito/subsidiado, salud gratuita eficiente (combatir los seguros HCM), alimentación subsidiada, etc.
    2. Similarmente al Lumpen proletariado, mejorar la inclusión cultural: ver punto b) arriba.
    3. Fortalecer su organización y consciencia. Para nadie es un secreto la debilidad organizacional e ideológica de la clase obrera, el carácter asistencialista  reivindicativo de los sindicatos, en el mejor de los casos. Es muy generalizada la corrupción, hasta las mafias que controlan las cuotas de poder que establecen los contratos colectivos. Debe repensarse seriamente el sindicalismo en Venezuela.
    4. Además de fortalecer el grado de consciencia revolucionaria de los sindicatos, me parece fundamental constituir los Consejos de Trabajadores que tomen el proceso de producción, en unión con el Poder Popular (esto es clave), con consciencia de clase, que se avoquen a internalizar el control del proceso de producción con vocación socialista.
    5. Incrementar la participación efectiva en la propiedad y control del proceso de construcción. Con los Consejos de Trabajadores puede hacerse un proceso similar al del Poder Popular: organización escalada en instancias de mayor abarque: así como los Consejos Comunales se agrupan en Comunas y estas en Federaciones, etc., los Consejos de Trabajadores se agrupen similarmente para alcanzar más tejido social organizado que asuma el control y propiedad de las empresas.
    6.  
  3. Profesionales asalariados pequeños burgueses (ubicados en el estrato II). No son mayormente propietarios de los medios de producción, pero gerencian los procesos, y adoptan la visión de mundo de la burguesía para la cual producen.
    1. Fortalecer organización y consciencia, con una política específica hacia este sector, con características propias muy diferentes a las del gran capital.
    2. Igualmente, propiciar la participación efectiva en la propiedad y control del proceso de producción, en coordinación con el Poder Popular.
    3. Asegurar un adecuado acceso a la riqueza social y calidad de vida.
    4. Promover la formación de una generación de relevo de nuevos profesionales con valores socialistas. Esto es fundamental, las universidades deben formar un nuevo profesional con visión social.
    5.  
  4. Pequeña burguesía, capas medias ubicados en el estrato II. Los diferencio de los profesionales por poseer cierta propiedad sobre los medios de producción. Les corresponde tener su propia visión de mundo, muy afín a la burguesa.
    1. Esta clase es también susceptible de una organización y consciencia progresista y nacionalista.
    2. Fortalecimiento empresarial (individual y colectivamente) y regulación del mercado para asegurar una competencia real.
    3. Igualmente que para los profesionales asalariados, promover una generación de relevo con valores socialistas.
    4.  
  5. Burguesía parasitaria o lumpen burguesía, grandes propietarios de medios de producción, que tienen procesos improductivos, dependen de los contratos del Estado, etc. Su visión es abiertamente la del imperio. Les corresponde el estrato I.
  6.  
    1. Este sector debe ser desestimulado, combatiéndolo con la ley: regulación del mercado, de la competencia.
    2.  
  7. Burguesía productiva (es calificativo solo para diferenciarla de la parasitaria), le corresponde tener su propia visión de mundo. Les corresponde el estrato I.
    1. Similarmente a la pequeña burguesía, apoyar el fortalecimiento empresarial, en forma individual y colectiva. Propiciar el nacionalismo.
    2.  
  8. Campesinos, no propietarios del factor de producción (la tierra), ubicados en el estrato IV.
    1. Igualmente a los obreros, dar más acceso a la riqueza social, más allá de los salarios. Mejorar la calidad de vida, de los campesinos y la población en general: transporte gratuito/subsidiado, salud gratuita eficiente, alimentación subsidiada, etc.
    2. Muy similar al de los obreros: inclusión cultural, elevar grado de organización y consciencia crítica.
    3. Fortalecer su organización y consciencia.
    4. Además fortalecer el grado de consciencia revolucionaria de los sindicatos y movimientos agrarios.
    5. Incrementar la participación efectiva en la propiedad y control del proceso de construcción. Fomentar el carácter emprendedor, fomentar las empresas productivas socialistas, fundamentándose en el Poder Popular.
    6.  
  9. Terratenientes, propietarios de la tierra, estrato I.
    1. Este sector debe ser combativo con la Ley.
    2.  
  10. Transversalmente, hoy en día debemos incluir en el análisis el factor territorial, los ciudadanos organizados en Comunas. Esta modalidad contradice todo análisis de clases, pero es una realidad en la Venezuela bolivariana. Sobre este sector debo decir que nuestra revolución, ante la debilidad de la clase obrera, se ha apoyado en el pueblo organizado en forma territorial (comunidades). De esta forma es muy difícil garantizar una cohesión ideológica, porque el territorio no tiene afinidad con los procesos productivos. Sólo en la medida que las Comunas desarrollen elementos productivos (EPS) la comunidad comenzará a tener consciencia productiva.
    1. Como pueblo, las comunidades son muy diversas, las hay de capas altas, medias y pobres, así que se aplicarían las políticas arriba enumeradas para cada sector social.
    2. Sin embargo, el elemento productivo es fundamental, dotando de organización productiva, Empresas de Producción Social, principalmente en las comunidades de capas medias y bajas. Este elemento es fundamental.
    3.  
  11. Por último, el polo de la contradicción principal, el Imperialismo.
    1. Aquí la guerra está declarada, ideológica, económica y en varios otros frentes. El combate ideológico es fundamental.
    2. Así mismo, los mecanismos de integración de países y la promoción de la multipolaridad para alcanzar la masa crítica de fuerza para enfrentar al imperio de igual a igual.

 

Las acciones giran todas en torno a tres elementos:

  1. inclusión cultural, organización y consciencia crítica por una parte,
  2. equidad sustantiva, por otra,
  3. y propiedad y control social de los medios de producción por parte de la clase obrera y el Poder Popular.

El elemento llamado ‘ideológico’ juega aquí un papel fundamental, pero debo aclarar aquí que comparto el criterio de Ludovico Silva respecto al significado del término ideología:

Ideología es como un sistema de representaciones y valores estatuidos en una sociedad, que preserva el orden material existente y contra el cual se erige en un momento dado la consciencia de clases. Ideología toma entonces un significado peyorativo. Marx contrapone a esto la Consciencia Revolucionaria, que es muy diferente a ideología. No se trata de ideologizar al pueblo, convirtiendo al socialismo en una ideología, pues sustentar el socialismo en una ideología no le daría sustentabilidad. Se trata de formar consciencia crítica, de modo que el pueblo consciente defienda su sistema con sentido claro estratégico de lo que está haciendo.

Entonces, se trata de  DESIDEOLOGIZAR al pueblo mediante un proceso de creación de consciencia crítica.

El aspecto ideológico es tan importante, que la burguesía enfila sus ataques a corto plazo al control de la riqueza social, pero en el largo plazo al control ideológico.

Todo hecho, social o no, tiene una causa externa (no inherente al proceso, la “gota que rebosa el vaso”, que normalmente es el disparador) y una interna (la verdadera causa, sin la cual no hay evento por más “gotas de agua” que lleguen al vaso).

El elemento disparador inmediato, la causa externa del golpe de estado del 2002, por ejemplo, fueron, entre otras, las 49 leyes habilitantes que afectaban los intereses de la burguesía, pero la causa interna fue el temor de la burguesía ante el avance en la construcción de un nuevo modelo de visión de mundo por parte de la revolución. La guerra económica y golpe lento actual tienen igualmente su causa externa en la aprobación de la Ley de Costos y Precios Justos y otras medidas, pero la causa interna es “ideológica”.

 

Veamos un ejemplo, la Resolución 058, que establece la normativa y procedimiento para el funcionamiento de los Consejos Educativos, resolución aprobada en el año 2012, pero que ahora (junto a la aplicación de una consulta “para alimentar dos proyectos diferentes: políticas educativas para mejorar la calidad de la educación y el proyecto del diseño curricular”, según reconoce la oposición) despierta inquietudes en la burguesía. ¿Por qué? Cuando analizamos sus inquietudes, nos encontramos con que su mayor temor en realidad no es la Resolución 58 y los Consejos Educativos, sino que son los libros de texto de la Colección Bicentenaria, el contenido “político y propagandístico” en esos libros y de la edición ilustrada de la Constitución que se distribuye gratuitamente a todos los alumnos de nuestras escuelas y liceos, “que es un catecismo con dibujos que elevan a personajes del PSUV (no se atreven a decir el nombre de Chávez) a nivel de próceres históricos y hasta la veneración religiosa que se le reserva usualmente a los santos o al propio Jesucristo en la religión católica”. Usan entonces la Resolución 58 para retomar sus miedos ideológicos.

Entonces, de todos los elementos que señalo arriba, el más importante es la DESIDEOLOGIZACIÓN de la sociedad venezolana y favorecer los elementos necesarios para ir construyendo una CONSCIENCIA CRÍTICA que sustente el proceso revolucionario en forma sustentable y, como aspira el Plan de la Patria, sea irreversible.

 



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Leopoldo Alberto Cook Antonorsi


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