La información como herramienta de desestabilización

El manual de la CIA y el Pentágono para desestabilizar a los países ricos en recursos naturales, o que decidieron independizarse de los poderes económicos y políticos mundiales, empieza por utilizar los medios de comunicación para sembrar mentiras, y manipular la información.

Bien sabemos que en el año 2002 dieron un golpe de estado dirigido por los medios de comunicación, y que su intención de derrocar al gobierno continúa.

La estrategia ya está descubierta. Empiezan por satanizar al jefe de estado que quieren tumbar. Acto seguido, montan pequeñas protestas en todo el país, pero los medios se encargan de magnificarlas, y hacen ver que el pueblo en su mayoría está descontento y no apoya al gobierno existente.

Estas protestas se caracterizan por ser muy violentas. Bajo las consignas de Libertad y Democracia los manifestantes trancan las calles, cometen asesinatos, destruyen e incendian bienes para el servicio público. Pero si el estado intenta controlar estos desmanes, inmediatamente los medios de comunicación lo acusan de reprimir brutalmente las manifestaciones pacíficas y lo califican de gobierno dictatorial y fascista. Es decir, le endilgan al estado lo que ellos son, pero además, dicen que no hay libertad de expresión.

Toda la destrucción causada por los estudiantes pacíficos en unión de paramilitares importados de Colombia por J.J. Rendón y Álvaro Uribe, que son dos personajes del narco-para-militarismo, son silenciados por estos medios de comunicación, o sea, no ha pasado nada.

Pero además, no publican nada de los intentos de golpe que se realizan a través de la escasez y la especulación, al igual que en Chile, en la época de Allende, donde los empresarios botaban al mar los alimentos y escondían otras mercancías para hacer una guerra económica. En aquella oportunidad Henry Kissinger, secretario de estado de Nixon dijo: vamos hacer chillar la economía chilena, y lo lograron, y no solo dieron el golpe de estado, sino que asesinaron a Allende. El mismo esquema se está ejecutando en Venezuela, y los periodistas hacen mutis.

Ahora mismo vemos esta manipulación en Ecuador, Bolivia, Argentina. Hacen hincapié en las supuestas faltas de democracia y libertad de información, pero no publican absolutamente nada de los logros sociales realizados por estos mandatarios. La libertad de información y opinión que exigen, consiste en denigrar impunemente de cualquier gobernante sin pruebas.

Toda esta manipulación hace eco en una parte importante de la sociedad que no se detiene a pensar que si se logra tumbar a un gobierno popular, se instala la ultra derecha que es violenta fascista, represora y enemiga número uno del conocimiento. La historia está llena de ejemplos de esta animosidad contra el saber.

El periodismo no tiene patente de corso para denigrar sin ningún argumento que lo sustente, y así lograr obscuros intereses que en nada favorecen al pueblo marginado bajo el mandato de otros presidentes títeres y marionetas del imperio.

En los medios debe primar la ética y la moral. Caso contrario, a todo aquel que denigre sin argumentos ni pruebas, se le debe aplicar la justicia como a cualquier mortal que haya cometido un ilícito. Y esto no tiene nada que ver con libertad de expresión, al contrario, la información sería veraz porque estaría enmarcada dentro de los parámetros que rigen una sociedad justa.



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Eduardo Ramos


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