Hay que reconocer que el gobierno, con Nicolás y Diosdado a la cabeza, junto con el Pueblo concientizado, el ejército, y especialmente la Guardia Nacional -que aguantó toda clase de atropellos de estos guarimberos paramilitares fascistas- manejó con inteligencia y abortó este nuevo intento de golpe.
Con esta intentona se buscaba provocar una guerra civil para después pedir la intervención extranjera, cuyas consecuencias hubiesen sido desastrosas para Venezuela.
Ante esta arremetida, el gobierno propuso una Conferencia de Paz para que asistieran todos los actores del vivir político, económico y social del país. A este llamado respondieron agentes de todos los sectores convocados. Entre ellos, los empresarios más poderosos y las Federaciones que los agrupan. No está por demás recordar que en esta conferencia se está negociando con empresas capitalistas y según decía nuestro Comandante “la naturaleza del escorpión es picar, y la naturaleza del capitalista es acumular riqueza a costa de lo que sea”. Por tanto, los empresarios asisten a estas conferencias con la única finalidad de favorecer sus intereses, como ejercer presión para que se anule la Ley Orgánica de Precios Justos.
También acudieron representantes de las diferentes toldas políticas de la oposición, pero ninguno de la MUD ¿Por qué? Simplemente, porque están metidos hasta los tuétanos con el intento de golpe de estado, ya que ellos reciben los dólares del imperio, y además están en conchupancia con la ultra derecha.
Todas estas reuniones por la paz, que se están realizando para evitar un golpe sangriento están bien, pero no son suficientes, ya que la similitud que hay con los métodos utilizados contra Ucrania, nos demuestran que este plan para tumbar gobiernos legítimamente elegidos fue diseñado en los laboratorios del Pentágono.
Primero, se sensibilizó a la opinión pública de los dos países a través de los medios de comunicación tanto nacionales como internacionales, instalando la matriz de opinión que en estos pueblos gobiernan tiranos. Acto seguido, empezaron unas protestas artificiales auspiciadas por la oligarquía ucraniana, (igual en Venezuela), y respaldadas por Europa y el imperio. A estas protestas se unió una parte ínfima de la población, pero apoyada por mercenarios bien pagados y con francotiradores que disparaban por igual a policías y manifestantes, con la finalidad de cargarle las víctimas al gobierno, y culparlo de genocida y asesino.
Los medios publicaron fotos falsas y mensajes de video señalando que estos gobiernos estaban asesinando al pueblo. Esta táctica surtió efecto en Ucrania, porque sensibilizó al mundo entero y logró su respaldo para deponer al gobierno que fue elegido a través de las urnas. En Venezuela no cuajó, porque la orden del gobierno fue no reprimir a los violentos para evitar que franco tiradores en el fragor de la lucha asesinasen a su propia gente, y así contar con decenas de muertos para culpar al gobierno
El apoyo de EEUU y Europa a estas manifestaciones creadas fue inmediato. Empezaron por “recomendar” que el gobierno debía conversar (ceder a los pedidos de la oposición), y dejar libres a los mercenarios que habían cometido asesinatos.
La finalidad de este esquema es apoderarse de las mayores reservas del mundo en petróleo ubicadas en Venezuela, y del estratégico espacio geográfico ocupado por Ucrania para integrarlo a la OTAN, y poner de rodillas al otro polo de poder en formación con Rusia a la cabeza
Debemos tener muy presente que las invasiones y “revoluciones de colores” auspiciadas por Europa y EEUU, tienen como objetivo una neo-colonización a nivel mundial.
¿AHORA, QUÉ DEBEMOS HACER?
Considerando que el portaaviones más grande del mundo que tiene el imperio norteamericano es Colombia, siempre con gobiernos conservadores, y que ha creado un ejército formado por paramilitares (verdaderos asesinos al servicio de la extrema derecha colombiana y de sus amos los gringos), deberíamos dar algunos de los siguientes pasos:
Militarizar las fronteras y todas las trochas que se comunican con Colombia, sean públicas o privadas.
Emplear la inteligencia y contrainteligencia militar para desmontar cualquier intento de invasión paramilitar.
Desmantelar las mafias del contrabando de extracción, ya que éstas, además de cometer estos ilícitos, sirven también como fuentes de información y respaldo al paramilitarismo.
Fortalecer la Milicia Bolivariana, que era la consentida de nuestro amado líder.
Convocar a una conferencia internacional de trabajadores del mundo, cuyos temas serían El Socialismo del siglo XXI, La intervención imperial, el golpe fallido, y otros temas a elaborar.
Pero además, surtir los supermercados, tanto privados como públicos, para evitar el descontento de los habitantes.
Estar muy atento en las conferencias de paz, y no claudicar con ningún logro social. Dicha conferencia está infestada por factores que siempre han tenido el control del país, y que, indiscutiblemente, también están metidos en estos intentos de golpe de estado.
La ultra derecha mundial va a seguir intentando aniquilar la revolución socialista. Recuerden, hemos ganado una batalla más, pero no la guerra. Guerra avisada, no mata soldado.
Hemos jurado seguir el legado del gigante, así que sigamos en la lucha.