En síntesis

Si Nicolás Maduro no pudiera, ¿quién lo reemplaza?

Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, y por esos vientos que soplan prevemos que este será el castigo a quienes no han valorado lo alcanzado en los últimos quince años de revolución. Y como no hay peor ciego que quien no quiere ver, no queda otra que calificar de criticones de oficios a quienes tienen la truculencia de exigir que Nicolás Maduro resuelva en un santiamén todos los males del país , como si el inquilino de Misia Jacinta fuese “El Alquimista” de esa famosa novela del escritor brasileño Paulo Coelho.

Siempre se ha dicho que criticar por criticar es muy fácil, sobre todo cuando provienen de maniacos inconformes que van para el cielo y van llorando. Por ello apostamos fuertes a locha, a que no darán pie con bola quienes por pereza mental o ligereza están pensando que gobernar es cuestión de soplar y hacer botella. Ahora bien, que en las actuales circunstancias, sea el Jefe de Estado magnánimo y prefiera ser indulgente con sus agresivos oponentes, ya eso es harina de otro costal.

Y entrándole de lleno al meollo de la cuestión, sin hacer mayores esfuerzos observamos que en Venezuela no existen ni las más remotas condiciones objetivas para que llegase a prosperar una salida extra constitucional. El hecho de que EEUU haya decidido enviar encargado de negocios, que los actores del sector privado de la producción hagan propuestas conciliatorias y la Conferencia Episcopal de Venezuela muestre interés por reanudar el dialogo, es sintomático de que vamos en la dirección correcta para lograr de una vez por todas la anhelada paz nacional.

De modo que quienes en medio de una locuaz desesperación apostaban a esa ebria y descabellada tesis de “La Salida” violenta contra el orden constitucional, sencillamente vale recordarles que se quedaron con los crespos hechos, pues quien le quita lo bailado a un pueblo que pronto comprendió que al regresar al pasado estaba “cambiando la morocota por el menudo”, como diría ese insigne maestro de maestros llamado Rómulo Gallegos, quien no era ducho en cálculos políticos, pero si en valores humanos. Y redondeando el cuento para no hacernos tan latosos, bastaría preguntarse: ¿Acaso en la MUD pasaron por alto que los venezolanos somos excesivamente tolerantes y pacientes, pero zoquetes no?


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Freddy Elías Kamel Eljuri

Presidente del Instituto Municipal de Patrimonio Histórico de la Alcaldía Bolivariana del Municipio Miranda del estado Falcón. Vicepresidente de la academia de Historia del Estado Falcón. Escritor. Productor radial.

 kameleljuri@gmail.com

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