“Nopasanaditis”

La “nopasanaditis” es una extraña enfermedad que tiene como principal síntoma el que no exteriorice ningún síntoma. Durante su fase de incubación quien la padece propende a tener nublada la vista, tapados los oídos, bloqueadas las cuerdas bocales y algún grado de artritis reumatoide que impide escribir, aunque el afectado no llega a saber que porta este mal. En su proceso degenerativo las capacidades de los aquejados para tomar acciones sobre lo que pasa a su alrededor se ven severamente afectadas, especialmente cuando sobre aquello que se requiere tomar partido es algún tema potencialmente comprometedor.

Esta curiosa enfermedad se manifiesta particularmente en las ocasiones en que el afectado es llevado por las circunstancias a romper la indiferencia y manifestarse ante lo que pudiera interpretarse como una injusticia o una ruptura de los más elementales marcos éticos.

Respecto a la población - vector de esta enfermedad hay gran diversidad: desde quienes voltean la mirada cuando les critican –aún cuando la crítica sea para ayudarles- hasta aquellos que ya sea voluntaria o forzosamente, son sujetos de distracción. Ejemplo: ante la avanzada terrorista que despliega el ejército israelí contra el Pueblo palestino en pleno desenlace del Mundial de fútbol algunos gritan indignados que una injusticia es eso que pasa cuando un árbitro pita una jugada con la que no estamos de acuerdo y no cuando hay víctimas en una guerra. En estos casos, la enfermedad se complica hasta volverse una “nopasanaditis distractoide”, cuadro más delicado que aunque no implica necesariamente que los portadores de la enfermedad no puedan celebrar un gol, se manifiesta cuando le asignan más importancia a ello o similares que a otros temas vitales.

Pero hay buenas noticias: es una enfermedad curable. Para ello lo primero es aceptarse que se es portador y estar dispuesto a superarla. Le sigue confrontarse a lo que se ha estado negado, conocer sus razones aunque no se compartan, abrir la mente y la tolerancia para aceptar formas distintas a las que se cree o se quiere. Por último y fundamental, mucha humildad: humildad para reconocer lo que pasa aunque no lo compartamos, para compartir con quienes disienten y para aceptar que la crítica tiene tanto explícitamente como en potencia, una connotación propositiva.

Cada afectado menos fortalece más la Revolución. Que no se olvide.


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Oliver Reina

Gerundiando: Haciendo, revolucionando, sintiendo, leyendo, escribiendo, escuchando, acompañando, conversando, CREANDO. Ah, y pichón de y que fotógrafo

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