Una reflexión sobre las llamadas redes sociales (Internet, Facebook, twitter) –que tienen tanto poder mediático en la actualidad- sugiere atender varios aspectos: su auge; el crecimiento exponencial y la capacidad de construir un mundo. Opera en el llamado ciberespacio una práctica de “contracultura”, que define el espacio virtual como un continente invisible en el cual se práctica una aparente horizontalidad, con reglas de una “utopía generacional” que tiende a la valoración de lo efímero e instantáneo.
Los transeúntes de las autopistas de la información temen, con razón, a una ley restrictiva. Los sabotajes a la luz eléctrica como estrategia “presuntamente” utilizada por factores radicales de la oposición venezolana, buscaron minar los nervios y generar descontento en la población.
Resulta cuesta arriba quedarnos con la actitud de solo bendecir ese mundo tecnológico por libertario, espontáneo y hasta abstracto, que sea. Es condenable una práctica social donde el que quiera –hasta con errores ortográficos garrafales- utilizando imágenes “intervenidas” y demás truculencias, pueda opinar del ser individual, de la sociedad, su futuro y hasta estampar sendos juicios de valor sobre acontecimientos socio-políticos o respecto de la conducta, acciones y actuaciones de sus semejantes.
Vivimos un “mundo duplicado” –como le diría Aristóteles a Platón sobre su Teoría de las Ideas- donde no operan fronteras, restricciones, se diseminan expresiones y opiniones a nivel planetario. Solo al direccionar el aparato tecnológico, hacia la localización, generación y transferencia de contenidos y conocimientos, las descargas de libros, textos, videos y audio, se produce un intercambio intersubjetivo sano, normado por un código de ética. Un signo de ese mejoramiento de las relaciones intersubjetivas, es esa creatividad visual insurgente, elaboraciones literarias hipertextuales, el resurgimiento de escrituras aforísticas, y hasta ráfagas epistolares –llamados PING- . La cotidianidad cibernética sin fanatismos da pruebas de un uso positivo de las nuevas tecnologías.
j.lopezmujica@laposte.net
Esta nota ha sido leída aproximadamente 1702 veces.