Uno que ha sido testigo excepcional, viendo que pasamos las de Caín con apenas una sola revolución planteada por Chávez en 1998, entonces con todo ese berenjenal verdad que cabe preguntarse:¿Cuál será el tamaño del milagro que tendremos que hacer para salir airosos con la puesta en práctica de cinco revoluciones simultáneas? Y buscando culpables a tanta improvisación, también debemos reconocer que el menos responsable en todo esto es el Presidente Maduro, ahora víctima de unos cuantos sesudos asesores, quienes maquiavélicamente se han encargado de empujarlo a tomar decisiones que no lo favorecen para nada. Primero, abusando de la buena fe del Jefe de Estado, a estos asesores se les ocurrió improvisar un conjunto de medidas económicas, que supuestamente reanimarían el aparato productivo, y a la final sin desearlo resultó que hasta el BCV se ha visto obligado en mantener en la reserva las cifras para evitar mayores escándalos.Y no conforme con que aquella equivocación se tradujera en un balde agua fría contra la opinión pública, también estos “expertos geniecillos se les ocurrió sugerir una renuncia colectiva del gabinete, generando grandes expectativas, pero lamentablemente terminó teniendo rostro de enrosque, generando así más decepción que satisfacción.
Los venezolanos que ahora sabemos leer y escribir y que de tonto no tenemos ni un pelo, nos comenzó a inquietar esta situación que luce cada vez más insólita. Incluso, quizás sea por ello que nos sobran razones para creer que existen infiltradosquintacolumnistas, quienes ya llevan tiempo haciendo su trabajo sucio, logrando de esta manera desestabilizar el nuevo proyecto histórico. Por ejemplo, preocupa saber que van varias veces que el Presidente Maduro tiende puente para aplacar los brollos, pero de repente sale otro vocero oficial tratando de alborotar la cacurera consus declaraciones incendiarias e imprudentes desde todo punto de vista.
Por lo pronto, calma y cordura, mientras logramos consultar a un especialista en vías digestivas, porque con tantas revoluciones indigestándonos en momentos de alta conflictividad, casi es seguro que también estemos propensos a que nos afecte un paro estomacal. ¡Verdad que parecen locos!
Por suerte, el Presidente Maduro hace tiempo que los tiene pillado y solo hace tiempo para quitarse de encima a tantos hipócritas que se la pasan invocando a Chávez, pero que andan a la caza del menor descuido para asentar la puñalada trapera. Y conste que nos es la primera vez que con una patada histórica se torció el rumbo en la vida de los pueblos.