Waraos, Kariñas y Chaimas

Resistencia y Revolución

            12 DE OCTUBRE. Como ninguna otra efemérides  es propicia para reflexionar en estos tiempos de revolución chavista.  Sobreviven en nuestro territorio monaguense y oriental, tres pueblos y un legado que constituyen una reserva de mayor importancia que la propia faja petrolífera del Orinoco.

            RESISTENCIA.  Es la que protagonizan los Waraos, Chaimas y Kariñas en su lucha por su existencia en contra de una sociedad y un estado que aún carga con el lastre de la dominación. Heroica y desconocida es la página de la historia en la cual los Kariñas y Chaimas libraron una guerra de resistencia durante 200 años  contra los españoles, que querían avanzar desde Cumaná, hasta los llanos  y el Orinoco. Desde la ocupación de Cumaná (1515) hasta la batalla de Maturín (1718); en esta los kariñas son derrotados y muerto el jefe Maturín, con lo cual toman los españoles el dominio de la región.

            HUYAPARI.  Es uno de los nombres del Orinoco. También se llamó así a la actual Barrancas del Orinoco.  En  agosto de 1531 el infame Diego de Ordaz cometió  genocidio al quemar al pueblo de más de 400 casas, que lo recibió con cariño y alegría, y asesinar a sus pobladores. Los yacimientos arqueológicos nos hablan de una civilización que trascendió por todo el Caribe.

            MANAMO. El número dos en idioma Warao, con el que se nombre al segundo brazo del Orinoco en su camino final al océano. Los gobiernos pitiyanquis de la IV República, obedeciendo a los intereses imperiales de la empresa estadounidense Orinoco Mining Company, cerraron el Manamo (1966), y con ello cometieron una de los más grandes genocidios y ecocidios. Más de seis mil Waraos murieron en dos o tres meses, por el envenenamiento de las aguas con la sal del mar; aún hoy se continúa el genocidio con la muerte de niños por causa de patologías de origen hídrico. Poco a poco, según el tiempo humano y aceleradamente, según el tiempo del universo, todo la región del manamo se convierte en un desierto. Por ello vemos a los Waraos en la miseria física y humana más dolorosa,  en el campo de refugiados de Barrancas, en Tucupita, en las plazas de Maturín, en las calles de  ciudad Guayana. El Warao llegó algún día a las tierras bajas y anegadizas y fue obligado a vivir allí por la violencia. Hoy el warao (gente de la tierra baja) quiere salir a la tierra de los Jotaraos (gente de la tierra alta).

            CHAIMAS. Con violencia de estado y triquiñuelas de todo tipo, los inmigrantes corsos e italianos despojaron a los  Chaimas de sus tierras ancestrales en la parte norte de Monagas y sur de Sucre. Siguiendo al maestro Acosta Saignes decimos que los chaimas pertenecen al pueblo Kariña (más nombrados como caribes). Los chaimas de Caripe, del Pilar y todos esos pueblos son los mismos que al perder sus tierras  migraron hacia las ciudades, la mayoría, y los que quedaron fueron empujados a las cumbres y montañas más inaccesibles.

            KARIÑAS. Son los Caribes  de la gran resistencia, los masacrados y vilipendiados. Pobladores de las tierras llanas y la costa, de las vegas del Guarapiche, del Amana, del Guanipa. Es vasto el mundo por hacer  desde nuestros pueblos y raíces indígenas. El derecho a recuperar tierras, a la poesía, a la historia, al conocimiento y respeto mutuos; a reconocer y valorar nuestro pensamiento poético-holístico en contra del pensamiento lógico- mecanicista eurocéntrico,  constituyen un espacio de trabajo fundamental para la revolución.

             



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