Una crítica al capitalismo contemporáneo

Socialismo Ecológico o barbarie

Un par de investigadores, ecologistas por convicción, activistas políticos, socialistas libertarios escriben en el año 2004  desde Alemania un documento muy importante en aporte a la construcción de una nueva sociedad, de una nueva civilización. Se trata de Saral Sarkar y Bruno Kern.

En su obra “Socialismo ecológico o Barbarie” exponen un razonamiento de base científica sobre la dinámica política económica mundial actual; una crítica al modelo capitalista de vida y economía. Es una lectura obligada para todo aquel que quiera saber de las razones objetivas, dialécticas, de la incompatibilidad de los principios leyes y acciones de la economía capitalista con respecto a la preservación de la vida en el planeta.

Dejan ver también algunas líneas de acción que deberíamos seguir, si queremos modificar el actual  régimen mundial que lleva a la destrucción de la especie humana y tal vez de toda forma de vida en el planeta tierra.

A continuación una separata de la obra en su edición del 2008, intitulada a manera de introducción como “Un llamamiento”:

Un llamamiento

El capitalismo fracasa  

En el año 1989 fracasó en Europa lo que muchos izquierdistas llamaron socialismo a pesar de las dudas que quedaban (ya que por lo menos en los llamados países socialistas habían acabado con el capitalismo). En la China oficialmente sigue rigiendo el Partido Comunista pero económicamente la restauración del capitalismo avanza a toda máquina desde el principio de los años 1980. Con el comienzo de los años 1990  podíamos apreciar a nivel mundial el griterío triunfal del capitalismo. El filósofo Francis Fukuyama incluso promulgó el “fin de la historia” – en el sentido de la victoria mundial del capitalismo “liberal-democrático” sobre todos los demás modelos ideológicos. Habían muchos que no se podían imaginar porqué la recién iniciada era de la paz mundial debería terminar. 

Sin embargo, este griterío triunfal no duró mucho tiempo. Desde la mitad de los años 1990 experimentábamos el comienzo de una nueva etapa histórica.  

Desde la primera mitad de los años 1990 – en vez del esperado dividendo de paz después del término de la guerra fría – el mundo vio las inmensurables atrocidades des las “nuevas guerras”. Una serie infinita de pequeñas guerras de Warlords, étnies, nacionalidades y estados (Somalia, la ex-Yugoeslavia, Ruanda, Sri Lanka, la Chechenia, etc.) Desde el año 2001 vivimos por así decir grandes guerras imperialistas como son las guerras del Afganistán y del Irak. 

Igualmente en el ámbito de la economía y política social el fracaso del capitalismo se vuelve inmenso. Hay desempleo masivo en casi todos los países; aún donde hay crecimiento aquí no impide al mismo tiempo la crisis laboral. Se desmonta el estado de bienestar en todas partes y no haya lugar donde no se habla de una crisis de algún tipo. En grandes partes del mundo se vive en una amarga miseria y los economistas de la burguesía se encuentran desconcertados. El keynesianismo había fracasado en los años 1970 ya, aunque muchos querían atenerse a las antiguas recetas. Hoy vivimos la bancarrota del más joven dogma económico, el neoliberalismo. La globalización mundial se ha convertido en una maldición. Hay guerra económica en todo el mundo. Gran parte de la humanidad vive constantemente con el temor de perder su base de existencia mañana mismo. La delincuencia aumenta con rapidez vertiginosa. Igualmente aumentan las tasas de suicidio y hay cada vez más personas afectados por enfermedades mentales. Así no se presenta un sistema global victorioso. En retrospectiva resulta cierto lo que muchos decían en el año 1989: “El capitalismo no ha vencido – simplemente ha sobrevivido.” 

Mientras declaraban con voz de pecho hasta hace pocos años atrás los ideólogos del capitalismo que estaban a punto de reconciliar el capitalismo con las necesidades ecológicas del planeta, hoy en día llevan una amarga lucha contra las más mínimas concesiones hacia la ecología – como fuera por ejemplo la modesta reducción de los gases invernaderos del protocolo de Kioto. La ecología está totalmente fuera de moda. Incluso los Verdes se han despedido del querer implementar lo que resulta ecológicamente necesario y poco a poco abandonan las ultimas metas; hace pocos años renunciaron al cambio del servicio de transportes. Únicamente cuenta el crecimiento económico. Sin embargo, la naturaleza se está “vengando” (Federico Engels). Incluso los investigadores del pentágono nos advierten un escenario apocalíptico (vea anexo de este folleto “mucho más peligroso que el terrorismo...”): Los dramáticos cambios del clima llevan a la emergencia a seres humanos y gobiernos. El petróleo escasea y las alianzas que hasta el momento han garantizado la paz comienzan a desgastarse. Incrementan los conflictos sangrientos y las guerras por materia prima, agua y comestibles llevan los continentes a la devastación. Dentro de pocos años, el mundo llega al borde de la anarquía total.  

Ya no hay dudas: El capitalismo está fracasando como sistema mundial. Globalmente, incluso en Alemania, la crisis del capitalismo está vigente y sus ideólogos no ven salida. Obviamente algunos de ellos están dispuestos a reconocer la existencia de una contradicción fundamental entre ecología y economía la cual no tiene solución de sí misma. Desde los principios de los años 1990 vemos algunas partes del mundo sufriendo la carga de las diferentes crisis, hundiéndose en guerras, en el caos, en fin en la barbarie. Aumentó la cifra de estados fracasados («failed states »).  

Qué hacer? 

En vista de esta situación en la cual se encuentra el mundo y mientras millones de seres humanos buscan alternativas, la izquierda parece paralizada en todas partes – ahora que deberíamos insistir fuertemente en que el capitalismo no ofrece ninguna solución a la crisis y que únicamente el socialismo bajo nueva concepción será capaz de encontrar esta solución. Parece que estuviéramos paralizados aún en el choque del año 1989. 

Naturalmente, la mayoría de las personas frustradas y rabiosas viven por la ilusión de poder defender sus sueldos y sus puestos de trabajo tal como el estado social por medio de manifestaciones, elecciones de protesta – sin cuestionar el mismo capitalismo. Otros viven de la ilusión – incluso gran parte de los sindicalistas, socialdemócratas y sus economistas, hasta críticos de la globalización, como miembros de attac – que un modelo keynesiano traerían crecimiento económico y nuevos puestos de trabajo. Attac, por ejemplo, está hablando dentro de su lema central de « un mundo diferente », pero en asuntos concretos se trata de nada más que un diseño más humano del capitalismo globalizado. También existen muchos de los que no se ilusionan, pero han resignado por causa del fracaso del « socialismo». Sin embargo, el tiempo está maduro para la ofensiva publica hacía un nuevo socialismo. Si no tomamos la iniciativa a llenar el vacío espíritu-intelectual creado por el mismo capitalismo decayendo, lo harán los neonazis. Ya en estos momentos de la destrucción del estado social, se declaran nacionalsocialistas.  

Claro que estamos muy lejos de cuestionar el poder. Ante todo en estos instantes se trata de algo diferente – la hegemonía espíritu-intelectual en el sentido de Antonio Gramsci. Leszek Kolakowski suma su posición de esta forma: “Cada clase social intenta conquistar una posición directiva no solamente en las instituciones del poder sino también en las opiniones, los valores y las normas expresadas por la mayoría de la sociedad. Las clases privilegiadas han conquistado una posición hegemonía. A los explotados, no solamente se los han hecho obediente en sentido político – sino también espiritualmente. Y más: “El poder espiritual es una condición para el poder político.”  (Kolakowski, vol. 3, 266) 

No hace falta discutir aquí mismo quien podría ser portador del proyecto de un nuevo socialismo. Lo más importante es quitarle al capitalismo su legitimidad. Es importante que la máxima cantidad posible de personas reconozca que mientras exista el capitalismo, será imposible vencer las crisis y la humanidad no será capaz de sobrevivir. Para cumplir con la necesidad de un nuevo socialismo, el trabajo de concientización es fundamental. La práctica de la superación del capitalismo queda atrás en estos momentos. Ante todo hay que preparar la pista. 

Sabemos que dentro de la izquierda existen grandes diferencias en una serie de detalles. Sin embargo, lo que nos une es la crítica frente al capitalismo. Esto puede ser nuestro punto de partida. No podemos responder de antemano a los detalles de nuestra alternativa, pues entendemos que los detalles concretos no se desarrollan en escritorios aislados sino en el mismo proceso de cambios y su reflexión crítica acompañante. Es por eso que hemos suprimido conscientemente concretizar mucho a esta alternativa o estrategias concretas de cambio. Lo que queremos es dar un impulso para un proceso de discusión y el desarrollo de posibilidades de actuación. Nos limitamos a diseñar los fundamentos del socialismo ecológico que creemos necesario. Para el razonamiento detallado con base científico de nuestro concepto determinado del socialismo ecológico, hacemos referencia al libro de Saral Sarkar: “La sociedad sustentable – un análisis crítico de los sistemas alternativos.” (Existe en ingles [Eco-socialismo or Eco-capitalism? A critical analysis of humanity’s fundamental choices, Londres/Nueva York 1999], francés y alemán [Die nachhaltige Gesellschaft]: véase la lista de literatura en el fin de este folleto; los textos son también accesibles en: www.oecosozialismus.net ).  

Esperamos que mucha gente preocupada por la situación de la humanidad y la naturaleza asuman estos pensamientos para buscar junto a otras posibilidades de activismo en este sentido. Para la discusión consecutiva y el desarrollo de pasos concretos, les pedimos comunicarse con los autores (dirección en la última página del folleto). 

Cologny y Maguncia, Mayo 2004     

Saral Sarkar     Bruno Kern

 

NOTA de este servidor:

Para completar o actualizar el dantesco cuadro pintado por Sarkar y Kern sobre la situación del mundo capitalista actual, me permito agregar algunos tips:

    • Europa al borde de la bancarrota. En la Gran Bretaña, según estadísticas de instituciones europeas, la población en situación de pobreza se ha duplicado en los últimos 30 años, pasando a ser hoy día más de 18 millones de personas. Grecia, Portugal, España, Italia, quebradas. Francia al borde; Alemania desacelerando.
    • Japón aún no se repone de sus catástrofes naturales y de la hecatombe de la planta nuclear.
    • Los EEUU endeudados más allá de sus capacidades de pago. Deben mucho más de su Producto Interno Bruto. La miseria y la exclusión social en ese país son cada vez mayores y alarmantes.
    • Expresiones de secesión o independentistas de Escocia, Cataluña y otras regiones europeas.
    • Los neo nazis acercándose cada vez más a la toma del poder político en Francia.
    • África padeciendo hambrunas y pandemias como nunca antes. Cientos y tal vez miles de africanos al año mueren tratando de llegar a Europa.
    • Los EEUU y sus aliados llevando guerra y destrucción a todos los confines del mundo.
    • Los desesperados EEUU se aventuran a lo que podría ser el fin anticipado de nuestra historia: Provocan a la guerra a Rusia.

¿Necesitamos más para reconocer que el actual poder mundial debe ser sustituido por una verdadera democracia socialista y ecológica?

El autor es: Ing.

ingenieroisoto@gmail.com

 



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Inocencio Soto C.

Ingeniero Forestal

 ingenieroisoto@gmail.com

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